Un estudio de investigadores del Fox Chase Cáncer Center, de EEUU, buscó datos de resultados comparativos sobre las reacciones adversas de la vacunación contra el covid-19 entre pacientes con antecedentes de cáncer y aquellos que estaban bajo tratamiento y encontró resultados de seguridad equivalentes. El análisis acaba de publicarse en el medio oficial de National Comprehensive Cáncer de Estados Unidos, destaca una publicación de Infobae.
“Antes de este estudio, no había muchos datos específicos sobre la población con cáncer, por lo que nos aseguramos de recopilar y dar a conocer esta información para ayudar tanto a los pacientes como a los médicos a tomar decisiones con fundamento para la aplicación de vacunas de ARNm”, explicó el investigador principal Eric M. Horwitz, presidente del Departamento de Oncología Radioterápica de la Facultad de Medicina Lewis Katz de la Universidad de Temple en Filadelfia, Pensilvania.
Todos los participantes del estudio recibieron sus dosis de vacunas con tres semanas de diferencia en la ventana del estudio y se les realizaron dos encuestas: una en persona cuando regresaron para su segunda dosis de vacuna y una encuesta en línea o telefónica dos semanas después de su segunda aplicación.
La reacción localizada en el lugar de la inyección fue el efecto adverso más frecuente después de la primera y la segunda dosis para las personas sin antecedentes de cáncer en comparación con las que tienen antecedentes de la enfermedad: 39,3% frente a 43,9%, respectivamente. Se observó un resultado similar para la segunda dosis, al 42,5% frente al 40,3%.
Entre las 1.183 personas con antecedentes de cáncer que respondieron a ambas encuestas, 210 estaban en tratamiento activo (24,2%, cirugía; 18,0%, radiación; 39,8%, quimioterapia; 26,0%, otra terapia sistémica –16,6%, inmunoterapia; 24,2%, terapia dirigida; 59,2%, terapia hormonal–. De los pacientes con cáncer, el 92,5% tenía una malignidad sólida y el 7,5% una malignidad hematológica).