Al menos 46 personas, doce de ellas menores de edad, fallecieron calcinadas en la madrugada del martes en Bulgaria, cuando el autobús en el que viajaban prendió fuego en una autopista y muchos pasajeros quedaron atrapados dentro del vehículo.

La mayoría de las víctimas eran originarias de Macedonia del Norte, donde estaba matriculado el autocar, indicó el primer ministro de este país, Zoran Zaev, que viajó inmediatamente a Sofía, para reunirse en el hospital con los siete supervivientes del siniestro, el más grave de la última década en Europa.

La policía búlgara informó que la mayoría pertenecían a la minoría albanesa. “Es una gran tragedia”, dijo Zaev. “Doce de las víctimas tenían menos de 18 años”, cinco de ellos eran niños. El resto tenía entre 20 y 30 años”, agregó. El vehículo realizaba el trayecto de vuelta a Skopie, la capital de Macedonia del Norte, tras haber realizado un viaje a Turquía. El suceso ocurrió sobre las 2:00 (0:00 GMT) en una autopista cerca del municipio de Bosnek, 40 km al sur de Sofía, indicó el comisario Nikolay Nikolov a la televisión pública BNT. Según contaron los pasajeros, “la mayoría dormía cuando hubo una explosión”, dijo Zoran Zaev, citado por la agencia de prensa MIA.

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Las imágenes difundidas por la televisión muestran los restos carbonizados del autobús, que chocó contra el guardarraíl de seguridad por una razón desconocida por ahora. Ningún otro vehículo se vio implicado en el accidente. La autopista había sido recientemente renovada gracias a fondos de la Unión Europea, de la que Bulgaria forma parte desde el 2007.

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