Fráncfort, Alemania | AFP |

La tasa de incidencia del coronavirus en Alemania llegó este sábado a 100 casos por cada 100.000 habitantes por pri­mera vez desde mayo, lo que confirma el preocupante aumento de los contagios en el país.

Los nuevos casos están cre­ciendo desde hace varias semanas, según el instituto de vigilancia epidemiológica Robert Koch. Hace ocho días, la tasa se situaba en 68,7 por cada 100.000 habitantes.

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El viernes, el gobierno ale­mán admitió su inquietud ante este repunte de los casos de coronavirus, en todas las franjas de edad, y avisó de que la situación puede empeorar de cara al invierno boreal.

El número de muertes dia­rias por covid-19 en Alema­nia llegó a 86 el sábado y se situó en 95.077 desde el ini­cio de la pandemia.

En un día, se registraron ade­más 15.145 nuevos contagios, lo que representa un aumento del 31% en tan solo ocho días. Desde el inicio de la pande­mia, se han registrado oficial­mente un total de 4.452.425 casos de covid-19.

En este momento, un 66,1% de la población está total­mente vacunada y cerca del 70% ha recibido una pri­mera dosis.

RUSIA, RÉCORD DE MUERTES

En tanto que Rusia regis­tró este sábado otro récord de muertes y contagios por covid-19, por tercer día con­secutivo, al notificar 1.075 fallecidos y 37.678 nuevos casos en las últimas 24 horas.

Desde junio, el país euroasiá­tico se enfrenta a una nueva ola de la epidemia provocada por la aparición de varian­tes más agresivas, el escaso cumplimiento del uso de las mascarillas y una lenta cam­paña de vacunación.

La cifra de muertos se eleva a 229.528 personas desde el inicio de la pandemia, lo que convierte a Rusia en el país más afectado de Europa.

Pero estos datos se subes­timan en gran medida, ya que la agencia de estadísti­cas Rosstat considera que se han producido más de 400.0000 decesos hasta finales de agosto.

Apenas un tercio de los rusos ha sido inmunizado desde la aparición de la primera vacuna nacional, Sputnik V, en diciembre de 2020. Un fracaso que puede explicarse sobre todo por la habitual desconfianza de la población hacia las autoridades.

Frente a este funesto esce­nario, los dirigentes han tar­dado en reaccionar e impo­ner medidas restrictivas por temor a debilitar una econo­mía ya tambaleante.

SIETE DÍAS LIBRES

Esta semana, el presidente Vladimir Putin decretó finalmente siete días libres, del 30 de octubre al 7 de noviembre, en un intento de frenar la propagación del virus. El Ayuntamiento de Moscú, donde se halla el principal foco epidémico del país, cerrará todas las empresas y comercios no esenciales durante once días a partir del 28 de octubre. Y varias regiones también han decidido establecer pases sanitarios. Sin embargo, los críticos acusan a Putin de no tomar medidas contra la epidemia, mientras que el Kremlin sostiene que los europeos se desplazan en masa a Rusia para vacunarse con Sputnik V, en vez de recibir las inyeccio­nes reconocidas por la Unión Europea.

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