Washington, Estados Unidos. AFP.

El presidente del Banco Mundial, David Malpass, advirtió ayer, lunes, del riesgo de sobreendeudamiento de los países pobres que emergen de la pandemia, y pidió “un plan integral” para abordar el problema de la deuda que incluya la reducción de los pasivos. Los gobiernos inyectaron ayuda masiva en sus economías, mientras que el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI) otorgaron préstamos de emergencia a los países más afectados por la crisis. Y aunque el objetivo era apuntalar a los sectores más vulnerables y sostener las economías, la deuda se disparó 12% en los países de bajos ingresos a un récord de 860.000 millones de dólares el año pasado, señala un informe del Banco Mundial.

CON URGENCIA

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Abordar el problema es urgente, ya que a fin de año expira la Iniciativa de Suspensión del Servicio de la Deuda (DSSI), lanzada por el Grupo de las 20 naciones industrializadas y emergentes (G20) en abril del 2020, que permite a los gobiernos diferir pagos de la deuda mientras enfrentan la pandemia. “El mundo debería pensar qué hacer después del 1 de enero”, dijo Malpass en una teleconferencia con motivo de las reuniones anuales del FMI y el BM esta semana, y señaló que continuar con el dispositivo DSSI “es algo que debería considerarse”. “El riesgo ahora es que demasiados países emerjan de la crisis del covid-19 con un gran sobreendeudamiento que podría llevar años gestionar”, alertó.

Ya antes de la pandemia, muchos países de ingresos bajos y medios registraban un crecimiento en caída y en paralelo alto nivel de endeudamiento que, para estas naciones, aumentó 5,3% en el 2020 a un total de 8,7 billones de dólares, según el BM. “Necesitamos un enfoque integral del problema de la deuda, en el que se contemplen la reducción del endeudamiento, una reestructuración más rápida y una mayor transparencia”, sostuvo Malpass.

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