Berlín, Alemania. AFP.
La presión seguía creciendo en torno a Armin Laschet, el líder del partido conservador alemán, que no ha renunciado a ser canciller a pesar de los malos resultados electorales, y que perdió ayer martes el apoyo de sus aliados bávaros.
Laschet ha sido objeto de críticas y peticiones de dimisión por parte de su propio partido, la CDU, y también ha visto cómo su principal aliado, el partido hermano bávaro CSU, ha cortado los lazos con él. El dirigente del SPD “Olaf Scholz tiene más posibilidades de ser canciller en este momento, claramente”, dijo el líder del partido conservador bávaro CSU, Markus Söder. El ministro-presidente bávaro se distanció así claramente de Laschet –el candidato del partido de la canciller– que hasta ahora aseguraba tener la intención de tratar de suceder a Angela Merkel a pesar del resultado electoral obtenido por los conservadores el domingo, el peor desde 1949.