Tras un año de educación online debido a la pandemia, cerca de cuatro millones de estudiantes volvieron ayer a las clases presenciales en Italia, entre estrictas medidas de seguridad, como la obligatoriedad del certificado sanitario para quienes entren en la escuela, incluidos padres y acompañantes, mientras para los alumnos se estudia la implantación de test salivares.
En medio de la disconformidad que generan las medidas sanitarias impuestas por el gobierno, la vuelta al colegio se inició ayer lunes en diez regiones, a las que se irán sumando paulatinamente el resto para llegar la próxima semana a los ocho millones de alumnos de infantil, primaria y secundaria del país, que, entre otras novedades, deberán llevar mascarilla en clase.
Pero es la exigencia del “Green Pass”, el certificado que en principio se iba a limitar a directores, profesores y resto del personal, lo que especialmente ha desatado la polémica, a pesar de que el gobierno la considera “una medida de seguridad y protección, especialmente para los niños”, los únicos que no deberán cumplirla.
A ÚLTIMA HORA
Notificada sin preaviso el pasado viernes, los responsables de los colegios, los encargados de controlar el pase a través de una nueva plataforma digital, critican que la medida se haya cambiado en el último momento, sin tiempo para organizarse ni para comunicársela a los afectados. Su incumplimiento va acompañado de multas de entre 400 y 1.000 euros. “Comprendo la necesidad de extenderlo a los padres que acompañan a sus hijos a la escuela, pero esto creará un gran problema” en ellas, dice Antonello Giannelli, presidente de la asociación de presidentes de centros escolares, “con el riesgo de formar grandes aglomeraciones”.
UNA PRIORIDAD GUBERNAMENTAL
El gobierno de Mario Draghi ha hecho del regreso presencial a la escuela una de sus prioridades, al tiempo que apuesta por el certificado sanitario como instrumento indispensable para la reapertura: está previsto que esta semana se apruebe su obligatoriedad para todos los trabajadores del sector público. “La escuela será lo último que cierre en el país. (...) si se certifica un foco en un centro, se aislará el centro. Si el contagio es en una clase, se aísla la clase. No volveremos a ver regiones enteras con colegios cerrados por el covid”, aseguró. El 93% del personal escolar está vacunado y en torno al 63% de los estudiantes ha recibido al menos una dosis.