Kabul, Afganistán. AFP.
Estados Unidos mató el sábado a dos importantes cargos del grupo yihadista Estado Islámico (EI) en Afganistán con un dron, apenas dos días después del sangriento atentado de Kabul, mientras que en el aeropuerto las evacuaciones se acercan a su fin. “Puedo confirmar que dos objetivos importantes de EI murieron y otro fue herido”, en el ataque lanzado el sábado desde fuera de Afganistán, dijo el general estadounidense Hank Taylor.
El portavoz del Pentágono, John Kirby, se negó a explicar si los blancos del ataque estuvieron directamente involucrados en el atentado del jueves en el aeropuerto, que mató a más de 100 personas, incluidos 13 soldados estadounidenses. “Son organizadores y operadores del EI-K, esa es razón suficiente”, respondió el portavoz en una conferencia de prensa.
Este atentado fue reivindicado por el grupo Estado Islámico en Khorasan (EI-K), la rama de la organización que opera en Afganistán y Pakistán. Después del ataque de Kabul, la crisis más grave de la presidencia de Joe Biden, el mandatario estadounidense prometió represalias.
El ataque fue el golpe más mortífero contra el ejército estadounidense en Afganistán desde el 2011. El presidente Biden advirtió el sábado que un nuevo ataque contra el aeropuerto de Kabul es “muy probable” en “las próximas 24 a 26 horas”, y comentó que el bombardeo estadounidense que mató a dos integrantes del EI no será “el último”.
“La situación en el lugar sigue siendo extremadamente peligrosa y la amenaza de un ataque terrorista en el aeropuerto sigue siendo alta”, escribió el presidente de Estados Unidos en un comunicado tras reunirse con sus asesores militares y de seguridad. “Nuestros comandantes me informaron que era muy probable que se produjera un ataque en las próximas 24 a 36 horas”.
TEMOR
Tras su retorno al poder, los talibanes tratan de mostrar una imagen de apertura y moderación.
Pero muchos afganos temen una repetición del régimen fundamentalista y brutal que impusieron entre 1996 y el 2001. Especial temor hay por la situación de las mujeres, que bajo el anterior régimen no podían trabajar ni estudiar.
CONTROL DEL AEROPUERTO
Varios mensajes contradictorios de talibanes y estadounidenses acentuaron la tensión ante la fecha límite del 31 de agosto, prevista para culminar la retirada de las tropas extranjeras de Afganistán tras 20 años de guerra. Los talibanes, a través de su portavoz Bilal Karimi, reivindicaron el control de “tres importantes sitios de la parte militar del aeropuerto” de Kabul. Poco después, el portavoz del Pentágono negaba que los talibanes estuvieran “a cargo de ninguna de las puertas” ni “ninguna de las operaciones del aeropuerto”. La incógnita persiste sobre cómo saldrán los últimos candidatos a la evacuación de Kabul. “Tenemos listas de los estadounidenses (...). Si su nombre está en la lista, puede atravesar” los puestos de control hasta el aeropuerto, indicó un responsable talibán a la AFP cerca del terminal de pasajeros.