Francfort, Alemania. AFP.
El Banco Central Europeo confirmó el jueves su política monetaria expansiva, en consonancia con su reciente revisión del objetivo de inflación y en un contexto de crecimiento de las infecciones de covid-19 que amenaza la recuperación. “La recuperación de la economía de la zona euro va por buen camino”, declaró la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde en rueda de prensa. “Pero la pandemia sigue proyectando una sombra, sobre todo porque la variante Delta constituye una fuente creciente de incertidumbre”. El aumento de los contagios por esta variante podría frenar la recuperación “en los servicios, en particular en el turismo y la hostelería”, añadió. La canciller Angela Merkel también dijo el jueves que estaba preocupada por la dinámica “exponencial” de las nuevas infecciones en Alemania, en particular por la progresión de la variante Delta, e instó a la población a vacunarse. “Tenemos que suponer que tendremos el doble (de infecciones) en menos de dos semanas”, añadió.
FLEXIBILIDAD
La institución con sede en Fráncfort celebraba su primera reunión de política monetaria desde que a principios de julio modificó sus objetivos de inflación y como se esperaba mantuvo sus medidas anticrisis. Así, los principales tipos de interés se mantienen en su nivel más bajo, en particular el tipo negativo del 0,5% que grava los depósitos de los bancos en el BCE de dinero que no se distribuye en la economía. En este contexto de incertidumbre, el BCE anunció hace quince días que abandonaba su objetivo de inflación “por debajo pero cerca del 2% a medio plazo”, que mantuvo durante 18 años, una concesión al Bundesbank alemán, firme en el control de los precios. El nuevo objetivo, elevado hasta el 2% y siempre a medio plazo, es más sencillo y flexible. En la práctica, el BCE no reaccionará a las desviaciones por encima o por debajo del objetivo mientras sigan siendo moderadas y temporales, dos calificativos que ya están provocando disputas sobre su interpretación.