Roma, Italia. AFP.
El papa Francisco pidió este domingo compartir las vacunas contra el covid-19 con los países más pobres, en su tradicional mensaje de Pascua, marcada este año por la aceleración de pandemia pese a las campañas de vacunación. “En el espíritu de un ‘internacionalismo de las vacunas’, insto a toda la comunidad internacional a un compromiso común para superar los retrasos en su distribución y para promover su reparto, especialmente en los países más pobres”, dijo Francisco, en su homilía en la basílica de San Pedro, antes de la bendición Urbi et Orbi (a la ciudad y al mundo).
La víspera el Papa había lanzado un mensaje de esperanza: “Siempre es posible volver a empezar, porque existe una vida nueva que Dios es capaz de reiniciar en nosotros más allá de todos nuestros fracasos”, dijo en la Vigilia Pascual del sábado por la noche. En Europa, azotada por una tercera ola de covid-19, toda Italia está clasificada como zona “roja”, con alto riesgo de contagio y restricciones máximas para las celebraciones de Semana Santa, que suelen ser ocasión de reuniones familiares.
Sin embargo, los italianos podían salir del país y algunos se prepararon para irse de vacaciones. El resto de Europa está intensificando las medidas para limitar la propagación del virus, especialmente en lo que respecta a los viajes. En Oriente Medio, Líbano se encuentra en confinamiento total desde el sábado hasta el martes para evitar un nuevo brote del virus en este país de seis millones de habitantes.
En cambio, en Jerusalén, desconfinada gracias a una campaña de vacunación masiva, los fieles, la mayoría con mascarillas, asistieron a la misa en el Santo Sepulcro. En América Latina, donde la situación es alarmante, con más de 25 millones de casos registrados, varios países también aumentaron las restricciones. Después de rendir homenaje a los médicos y enfermeras en primera línea de la pandemia, el papa Francisco recordó que “las vacunas son una herramienta esencial” en la lucha contra el virus.