Tony Hernández, hermano del presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, fue condenado a cadena perpetua por narcotráfico en Nueva York. El ex diputado fue hallado culpable en el 2019 de los cuatro cargos de los que fue acusado, incluyendo el envío de cocaína a los Estados Unidos. Días atrás la justicia norteamericana también consideró responsable de delitos de esa naturaleza a Geovanny Fuentes Ramírez, a quien describieron como socio del mandatario.
El ex diputado del país centroamericano había sido hallado culpable en el 2019 de los cuatro delitos de los que fue acusado, entre ellos tráfico de cocaína –más de 185 toneladas– falso testimonio y posesión de armas de fuego. En la sentencia, el juez P. Kevin Castel dijo que la condena era “ampliamente merecida”. Los fiscales, en tanto, habían solicitado que se le impusiera esa pena enfatizando en que Hernández “no había mostrado remordimiento” y fue una “figura central en una de las conspiraciones para traficar cocaína más grandes y violentas del mundo”. Su defensa había pedido la sentencia obligatoria mínima de 40 años. El juicio tuvo un alto perfil mediático especialmente por las repetidas menciones al mandatario hondureño, quien no obstante siempre negó las acusaciones.
El presidente Hernández y la Casa Presidencial de Honduras han usado Twitter para desmentir las acusaciones una y otra vez y llevaron a cabo una rueda de prensa la semana pasada. Previo a la lectura de la sentencia, Hernández anticipó que esta sería “dolorosa” y reiteró que las acusaciones son mentiras por parte de narcotraficantes y asesinos que quieren reducir sus sentencias. Hernández no enfrenta cargos, pero ha sido calificado como “co-conspirador” en el caso de su hermano.