Como “un gesto de solidaridad internacional de dimensiones históricas”, calificó Alemania el acuerdo al que llegaron ayer los ministros de Finanzas y presidentes de bancos centrales del G20, por el cual dieron su aval a para que se produzca la suspensión por 12 meses del servicio de la deuda de los países más pobres en medio de la pandemia de coronavirus.

La medida fue anunciada en un comunicado publicado tras una reunión virtual en la que el G20 también informó que el acuerdo había sido “aprobado por el Club de París” de grandes acreedores.

Se supo, además, que los miembros del grupo élite, que reúne a las economías más grandes del planeta, también solicitó a los acreedores privados, que trabajan a través del Instituto de Finanzas Internacionales, que participen en la iniciativa que se extiende a los 76 países más pobres del mundo.

Un día antes, el martes, los más grandes representantes industriales del G7 estuvieron de acuerdo en que se acepte una suspensión temporal del pago de la deuda de las naciones más pobres del mundo, pero con la condición de que tenga el aval del G20, para apoyar en la lucha contra el coronavirus.