Berlín, Alemania. AFP.

Alemania, que entró en recesión a causa de la pandemia del corona­virus, suavizará las medidas de restricción con la reapertura de sus tiendas y, a partir del 4 de mayo, de sus escuelas y centros de secundaria.

Los eventos de asistencia masiva, como las competicio­nes deportivas o los concier­tos, seguirán estando prohi­bidos, al menos, hasta el 31 de agosto, anunció la canciller, Ángela Merkel, tras haberse reunido con los dirigentes de los 16 Estados regionales.

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El éxito en la batalla contra la COVID-19 sigue siendo “frágil”, estimó Merkel en una confe­rencia de prensa telemática.

Las concentraciones de más de dos personas seguirán vetadas hasta el 3 de mayo y las reglas de distanciamiento de al menos 1,5 metros continuarán estando en vigor, añadió la canciller. Las escuelas podrán empezar a abrir sus puertas a partir del 4 de mayo, empezando por los alumnos mayores.

Para acompañar el levanta­miento progresivo de las reglas, el gobierno recomienda el uso de mascarilla en tiendas y en el transporte público.

El cierre de restaurantes y comercios no esenciales y el distanciamiento social son medidas que “funcionan” con­tra la epidemia, indicó por su parte el instituto Robert Koch, encargado de la vigilancia epi­demiológica, pero han hundido la economía alemana.

DESPLOME DEL PIB

Alemania se encuentra en recesión “desde marzo”, indicó ayer el Ministerio de Econo­mía, que advirtió que esta situación podría durar “hasta mediados de año” y previó tam­bién un empeoramiento de la situación en abril.

Ya muy debilitada durante todo el 2019 por las tensiones comer­ciales internacionales, la eco­nomía alemana padece ahora las consecuencias de la crisis del coronavirus.

Estudios de los principales institutos económicos pro­nosticaron la semana pasada que el PIB alemán se desplo­mará 10% en el segundo tri­mestre, un nivel sin prece­dentes en la historia reciente. Según esas mismas fuentes, la tasa de desempleo aumen­tará hasta 5,9% de la pobla­ción activa, es decir, 2,5 millo­nes de personas.

PEOR CAÍDA EN CASI 30 AÑOS

La industria exportadora, pilar de la economía ale­mana, se ve particularmente afectada por la crisis.

Dentro de la industria, el sector automovilístico está sufriendo su peor caída en casi 30 años, debido a la crisis del corona­virus que, según directivos de BMW, amenaza incluso la exis­tencia de grandes grupos.

Varios fabricantes, como Daimler y Volkswagen, cerra­ron parte de sus plantas y la producción se redujo un 37% en marzo, mientras que la demanda nacional cayó 30%, según la federación de fabri­cantes alemanes.

El influyente dirigente de la región de Renania del Norte Westfalia, el conservador Armin Laschet, ha presionado recientemente a Ángela Mer­kel pidiendo “una perspectiva de normalización” para salir de las drásticas restricciones.

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