Londres, Reino Unido. AFP.
El primer ministro británico Boris Johnson se recuperaba ayer del coronavirus en su residencia campestre, mientras su gobierno estudia la eventual extensión del confinamiento para frenar la epidemia. Tras una semana en el hospital londinense de Saint Thomas, donde estuvo ingresado varios días en cuidados intensivos, Johnson llegó el domingo a Chequers, una casa solariega situada a unos 50 km al noroeste de Londres.
En esa mansión del siglo XVI, de ladrillo rojo y residencia campestre de los jefes del gobierno británico desde 1921, inició su convalecencia acompañado de su pareja, Carrie Symonds, embarazada.
“El primer ministro está centrado en su recuperación, no trabaja en este momento”, declaró un portavoz. La gestión de la crisis recae en el gobierno, dirigido temporalmente por el ministro de Relaciones Exteriores, Dominic Raab.