México, Culiacán. Agencias.

La detención de Ovidio Guzmán López, hijo del narcotraficante mexicano Joaquín “El Chapo” Guzmán ha dado lugar a una situación de completo pánico en la ciudad de Culiacán, al noroeste del país. Se han registrado detonaciones, tiros con armas de fuego y, según informan medios locales, habrían fallecido civiles. Por el momento, se desconoce el paradero del detenido.

El arresto de Ovidio Guzmán se produjo la tarde del martes y fue confirmado por el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana de México, Alfonso Durazo. Este hecho provocó que las células del cártel de Sinaloa, organización criminal mexicana dedicada al narcotráfico, convirtieran Culiacán en un campo de guerra.

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La violencia empleada por estos grupos armados ha hecho que el Gobierno de México se vea obligado a liberar al capo, quien tras horas de detención, ahora se encuentra en paradero desconocido. Ha sido Durazo quien ha afirmado la suspensión de dicha acción con el objetivo de salvaguardar “la integridad y tranquilidad de la sociedad culiacanense”. Tal y como informa la agencia Reuters, la decisión de liberar al hijo de Guzmán fue tomada de forma unánime por el gabinete. “Se tomó la decisión de retirarse de la casa, sin Guzmán, para tratar de evitar más violencia en el área y preservar la vida de nuestro personal y recuperar la calma en la ciudad”, dijo Durazo. En medio de un caos incontrolable para las autoridades mexicanas, 20 reos fueron capaces de escapar de la prisión de Aguaruto, lo que no hizo más que aumentar las tensiones.

La liberación de Ovidio Guzmán López ha provocado una ola de indignación en México. Son muchos quienes consideran que “el narcoterrorismo tiene autoridad sobre el país, que ha pasado a ser un Estado Fallido Independiente”. Una patrulla de 30 miembros de la Guardia Nacional y la Secretaría de la Defensa Nacional tuvo en sus manos a Ovidio en una vivienda de un fraccionamiento de Culiacán.

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