Santiago, Chile | AFP
¿Trabajar menos para dedicar más tiempo a la familia y el ocio? Chile discute rebajar de 45 a 40 horas la semana laboral en un contexto de baja productividad y cambios en su mercado de trabajo. La propuesta, impulsada por la diputada comunista Camila Vallejo, se extendió entre la opinión pública y obligó al gobierno conservador de Sebastián Piñera a modificar su agenda laboral, centrada en una reforma a las pensiones.
“La jornada laboral de un máximo de 45 horas no permite a los trabajadores desarrollar una vida familiar o disponer de tiempo libre para educarse o entretenerse”, plantea el proyecto presentado por Vallejo, antigua líder estudiantil que cumple su segundo periodo en el Congreso.
La iniciativa fue aprobada recientemente en la Comisión de Trabajo y se espera que en octubre llegue hasta la sala del Congreso, donde el gobierno de Piñera no cuenta con mayoría. La propuesta cuenta con un altísimo respaldo ciudadano (70%), según sondeos recientes.
Los opositores al proyecto cuestionan el momento en que se da este debate. Chile tiene la segunda peor productividad laboral entre los países de la OCDE, por detrás de México, y su mercado laboral está en plena transformación mientras se anticipa la destrucción de miles empleos raíz de la automatización.
“En los países que se instauraron reformas que reducían la jornada laboral a 40 horas, ya venían experimentando aumentos significativos en su productividad”, planteó esta semana el ministro del Trabajo, Nicolás Monckeberg.
En respuesta al proyecto de Vallejo –que considera incluir a la jornada laboral el tiempo para comer sin alterar las remuneraciones–, el gobierno planteó una reducción a 41 horas, pero de manera gradual y con una flexibilización de la jornada pactada con el trabajador.