Salvador, Brasil. AFP.

La ONU urgió este jueves a “proteger” la Amazonia, donde proliferan incendios forestales que pueden comprometer la lucha contra el calentamiento global, poco después de que el presidente Jair Bolsonaro denunciara una “psicosis ambiental” promovida por ONGs contra los intereses de Brasil.

“Estoy profundamente preocupado por los incendios en la Amazonia. En medio de la crisis climática mundial, no podemos permitirnos más daño a una gran fuente de oxígeno y biodiversidad. La Amazonia debe ser protegida”, tuiteó el secretario general de la ONU, Antonio Guterres. Los focos de incendio crecen día a día en Brasil: entre enero y el 21 de agosto, el organismo de observaciones espaciales INPE registró 75.336, un 84% más que en el mismo período del 2018. Ese número muestra un aumento de 2.493 focos respecto al lunes. De acuerdo con especialistas, la multiplicación de los siniestros se da en un marco de avance rápido de la deforestación en la región amazónica, que en julio se cuadruplicó respecto al mismo mes del 2018, según datos del INPE.

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En cambio, el gobierno atribuye a la sequía el aumento de los focos de incendio y acusa a ONGs de tratar de crear una “psicosis ambiental” para perjudicar los intereses de Brasil.

“Esa psicosis ambiental no deja hacer nada. Yo no quiero acabar con el medio ambiente. Yo quiero salvar a Brasil”, declaró Bolsonaro, un escéptico del cambio climático, que preconiza la apertura de reservas indígenas y de zonas protegidas a actividades agropecuarias y a la minería.

En Salvador (noreste), donde se realiza una conferencia internacional sobre el cambio climático, un alto funcionario brasileño adujo que Brasil tiene un uso racional de la tierra y cumple con las disposiciones del Acuerdo de París contra el calentamiento global. “Le estamos enseñando al mundo cómo producir.

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