Las autoridades rusas temen que hayan muerto 41 ocupantes de un avión de Aeroflot que aterrizó de emergencia y en llamas en el aeropuerto moscovita Sheremetyevo este domingo, se informó oficialmente.
“Había 78 personas, incluidos miembros de la tripulación a bordo del avión”, dijo el Comité de Investigación en un comunicado. “Según la información actualizada que se tiene hasta el momento, 37 personas sobrevivieron”, añadió, pero sin dar una cifra de fallecidos.
El avión Sukhoi modelo Superjet-100 había despegado poco después de las 15:00 GMT de ese mismo aeropuerto rumbo a Múrmansk, en el extremo norte ruso, pero a los pocos minutos declaró una emergencia y aterrizó en un segundo intento casi media hora después de su despegue.
Un video difundido por la televisión rusa muestra el aterrizaje del avión envuelto en llamas. En otros videos difundidos por las redes sociales se ve la evacuación de emergencia de los pasajeros a través de los toboganes. De acuerdo con la agencia Ria Novosti, un problema eléctrico habría ocasionado el incendio en vuelo. En cambio, un pasajero habló de un rayo que habría alcanzado al aparato.
“Acabábamos de despegar y el avión fue alcanzado por un rayo (…). El aterrizaje fue difícil. El avión saltó de la pista como un saltamontes y se incendió en el suelo”, relató Petr Egorov al diario ruso Komsomolskaya Pravda.
El Sukhoi Superjet-100 “envió una señal de emergencia poco después del despegue. Hizo un primer intento fallido de aterrizaje de emergencia y luego, en el segundo, golpeó el piso con el fuselaje”, relató una fuente aeroportuaria citada por la agencia Interfax. Según el sitio en internet especializado Flightradar24, el avión despegó a las 15:03 GMT y el piloto informó sobre un incidente de vuelo a las 15:11. Luego, la señal de emergencia se activó a las 15:25.
“A las 15:30 GMT el avión realizó un aterrizaje de emergencia”, señaló un comunicado del aeropuerto. El incendio carbonizó totalmente la parte posterior del avión.
NEFASTOS DATOS MÁS RECIENTES
La tragedia aérea del Sukhoi Superjet-100 es la más reciente, pero no la peor fatalidad que registra la aviación rusa en los últimos años. Los informes cuentan que en febrero del año pasado, otro avión de pasajeros ruso también se estrelló cerca de la capital rusa, pero luego de despegar desde el aeropuerto de Domodédovo.
En el accidente perecieron las 71 personas que viajaban a bordo: 65 pasajeros y 6 tripulantes. Esa vez, el birreactor Antonov An-148 que capotó pertenecía a la compañía rusa Saratov Airlines. Otro accidente que también había conmocionado a la comunidad aeronáutica rusa se produjo el 25 de diciembre del 2016, cuando un Tu-154 se precipitó en el mar Negro, cegando la vida de sus 96 ocupantes.