“Marruecos está preparado para un diálogo directo y sincero con la hermana Argelia para superar las discrepancias temporales y objetivas que obstaculizan el desarrollo de las relaciones entre los dos países”, dijo el rey Mohamed VI de Marruecos en un discurso pronunciado con motivo del 43 aniversario de la Marcha Verde, con la que el Sahara Occidental pasó a la administración marroquí.
El diálogo “franco y sincero” de Mohamed VI con su vecino Argelia estuvo incluido en un mensaje en el que califica de inaceptables las malas relaciones que existen entre Rabat y Argel. La frontera entre ambos países, que son rivales históricos, se mantiene cerrada desde hace veinticinco años.
La oferta del rey de Marruecos para abrir un proceso de diálogo con Argelia y acercar posiciones sobre los múltiples problemas que los enfrentan, principalmente por el contencioso del Sahara Occidental, es una iniciativa que debe recibir el máximo apoyo internacional, sobre todo de la Unión Europea y especialmente de España, para quienes la estabilidad en el norte de África es fundamental, sostienen los analistas.
Para avanzar en la normalización de las relaciones entre ambos países, el monarca marroquí, en el trono desde 1999, ha propuesto la creación de un mecanismo político conjunto de consultas y concertación cuyo funcionamiento debería definirse en unas negociaciones previas.
El citado mecanismo de concertación debería servir de base para discutir abiertamente entre ambos países todos los problemas existentes: desde el contencioso del Sahara Occidental hasta la droga, el contrabando, las convenciones no respetadas y todo el resto de malentendidos entre ambos países. Pero, asimismo, el nuevo proceso de concertación debería permitir la colaboración en materia de economía, seguridad, terrorismo y migraciones.
La oferta de diálogo se produce el 43º aniversario de la Marcha Verde, el foco de las tensiones con Argelia, a quien Rabat acusa reiteradamente de financiar y armar al Frente Polisario.