Un tribunal de San Diego, suroeste de EEUU, ordenó la reunificación de las familias de inmigrantes separados por la policía migratoria, denun­ciando la política de “tole­rancia cero” impuesta por el gobierno de Donald Trump. A no ser que representen un peligro para sus niños, los padres deben ser reunidos con ellos en un plazo de dos semanas para los menores de 5 años y en menos de 30 días para los otros niños, según dictamina la sentencia judi­cial consultada por la AFP. El fallo demanda además al gobierno federal que “haga frente a las caóticas circuns­tancias que ha creado”.

La demanda fue presentada por la asociación de derechos cívicos ACLU en nombre de migrantes anónimos con­tra la policía de inmigración (ICE), a la cual el juez Dana Sabraw le exige asimismo “hacer todo para facilitar la comunicación” entre las familias separadas.

La ACLU celebró en un comu­nicado y en Twitter la deci­sión judicial a la que calificó como una “enorme victoria para los padres y los niños que pensaban que nunca iban a volver a verse”, añadiendo que “va a haber lágrimas (de ale­gría) en los centros de deten­ción en varias partes del país”. Desde mayo pasado, los pro­cesamientos sistemáticos ini­ciados contra los padres que cruzan la frontera con sus hijos condujeron a la separa­ción de más de 2.300 meno­res, generando críticas en EEUU y en el exterior.

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Otras demandas presenta­das a nombre de inmigrantes cuestionan el “traumatismo” que provoca a los niños ser separados de sus padres y denuncian las condiciones “inhumanas” de detención en los centros del ICE.

El martes, cerca de 20 esta­dos progresistas estadouni­denses presentaron deman­das contra la política de “tolerancia cero” llevada a cabo por Trump ante la inmi­gración clandestina.

FRACASA PROYECTO DE REFORMA MIGRATORIA

El proyecto de ley de reforma migratoria que tenía el apoyo de Trump se hundió ayer en la Cámara de Representantes del Con­greso, en un escenario marcado por el quiebre de la bancada con­servadora El proyecto tuvo apenas 121 votos a favor y 301 en contra.

El texto reducía el tope máximo en el número de inmigrantes admi­tidos al país, mantenía la mano dura con la inmigración ilegal, refor­zaba el control fronterizo y reservaba recursos para construir un muro en la frontera con México. También ofrecía una solución dura­dera a la situación de jóvenes inmigrantes llegados al país aún siendo niños (los llamados “Dreamers”), un contingente de unas 700.000 personas. Para los “Dreamers” el proyecto preveía un permiso de trabajo y residencia, renovable cada seis años, y los autoriza a iniciar más tarde los trámites para obtener la residencia permanente.

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