Con el apoyo de una heteróclita mayoría que le augura un mandato muy complicado, el líder socialista Pedro Sánchez derribó ayer viernes al conservador Mariano Rajoy en una moción de censura en el Parlamento y se convirtió en el nuevo presidente del gobierno de España. En la votación en la cámara baja, Sánchez reunió el apoyo de una mayoría de diputados (180 de 350) a su moción de censura, promovida después de que la justicia condenara al Partido Popular (PP) de Rajoy en un sonado caso de corrupción.
Según una fuente socialista, el rey Felipe VI firmó la tarde del viernes el decreto de nombramiento de Sánchez, que asumirá su cargo el sábado a mediodía y ha iniciado los contactos para formar su gabinete. Mientras tanto ha recibido el apoyo del gobierno alemán y del presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, quien le manifestó “su plena confianza”. La bolsa de Madrid cerró con una subida del 1,76%. “Voy a abordar todos los desafíos que tiene nuestro país con humildad, con entrega”, y “voy a hacerlo desde el consenso, con humildad, con mucha capacidad de trabajo”, declaró el líder socialista a la prensa.
Rajoy se despidió antes del desenlace con una breve intervención en la cámara, reconociendo su derrota y felicitando a Sánchez por adelantado.
“Suerte a todos ustedes por el bien de España”, dijo el líder conservador, de 63 años y en el cargo desde diciembre del 2011. Tras el resultado, fue a saludar al socialista con un apretón de manos. “Hemos venido mi marido y yo porque necesitábamos que Rajoy se fuese ya, con toda la corrupción que ha acumulado”, comentó a AFPTV la pensionista Mari Ángeles Suárez, que fue a curiosear frente al Parlamento. Angelines García, una ama de casa de 56 años que también estaba a las puertas del Congreso, dijo preferir que Sánchez hubiera llegado a través de las urnas. “Lo suyo es que hubiera habido unas votaciones del pueblo y que hubiese salido presidente”, comentó.
APOYO DIVERSO PARA ECHAR A RAJOY
Para echar a Rajoy, Sánchez armó una heteróclita coalición con la izquierda radical de Podemos, los independentistas catalanes y los nacionalistas vascos. En total, ocho fuerzas políticas lo votaron este viernes. Una opción obligada por la fragmentación de la cámara y denunciada por el portavoz del PP en la cámara, Rafael Hernando, quien fustigó una coalición de “extremistas, radicales e independentistas” que “quieren acabar con el proyecto de España”.
Sánchez, licenciado en Economía y de 46 años de edad, reconoció que tendrá dificultades en su acción de gobierno, que con los 84 diputados de su partido será el más minoritario de la España democrática. También tendrá presión para anticipar los comicios. Sánchez admitió que “es evidente que tenemos que ir a unas elecciones generales”, sin mencionar fechas.