Una mujer y su hija de dos años han muerto debido a la gravedad de las heridas sufridas el pasado jueves en el atropello contra una multitud en el centro de Múnich, atribuido por las autoridades a un solicitante de asilo afgano que ya ha confesado que fue un hecho intencionado.

La Policía Criminal de Baviera ha informado de la muerte de una mujer de 37 años y su hija, dos de los 39 heridos por un afgano de 24 años que embistió contra una manifestación convocada por el Sindicato Unido de Servicios (Ver.di). El responsable, que está detenido, tendría motivaciones islamistas, según recoge la televisión pública alemana ARD.

Una portavoz de la Oficina Central para el Combate del Extremismo y el Terrorismo de la Fiscalía de Múnich, Gabriele Tilmann, ha revelado que el atacante gritó “Allahu Akbar”, “Alá es el más grande” tras el ataque y habría reconocido en el interrogatorio que fue un ataque intencionado.

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Ya se investigan las conversaciones en las aplicaciones de mensajería instantánea del teléfono del detenido. “Sospechamos que el acto tiene motivos religiosos y se trata de un ataque contra el orden democrático básico libre”, según ha indicado la Fiscalía Federal alemana en un comunicado emitido el viernes por la tarde en el que informa de que asume la investigación.

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Sospechoso admitió intencionalidad

La Policía da por hecho que el conductor, de 24 años y que residía de manera legal en Alemania, embistió de manera intencionada una concentración sindical, algo que el único sospechoso ha confesado también en los primeros interrogatorios, como ha apuntado la Fiscalía.

El detenido ha confesado la intencionalidad, atribuida por los investigadores en un primer momento a una “motivación islamista”, ha explicado la fiscal antiterrorista Gabriele Tilmann este viernes. Durante el interrogatorio, “citó una motivación que describiría como religiosa”, ha añadido.

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Los testimonios de policías dan cuenta además de que el sospechoso gritó ‘Allahu Akbar’ (Dios es el más grande) en árabe, si bien las investigaciones no han detectado por ahora vínculos concretos entre el sospechoso y algún grupo extremista concreto.

El incidente ha vuelto a agitar el debate político a poco más de una semana de que los alemanes acudan a las urnas para elegir la composición del Parlamento y, de manera indirecta, al próximo Gobierno. La oposición conservadora ha prometido un endurecimiento de las políticas migratorias en caso de llegar al poder.

Fuente: Europa Press.

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