Ella regresó pálida, con graves deficiencias nutricionales y diez kilos menos. Merav Leshem Gonen, una de las figuras clave en la lucha por la liberación de los rehenes israelíes en Gaza, relató el miércoles el calvario de su hija.

Romi Gonen, de 24 años, fue una de las tres primeras israelíes liberadas el 19 de enero por el movimiento islamista Hamás.

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En su foto, pegada en todo el país, se veía a una joven rubia de sonrisa radiante. La que salió de los túneles del territorio palestino era una mujer con los ojos hundidos, perdidos en el vacío, con el cabello negro.

“Casi nunca vio el sol, estaba en peligro de muerte”, asegura su madre en una entrevista con AFP, describiendo al mismo tiempo su emoción y sus temores en el momento del reencuentro.

Las imágenes de la joven derrumbándose literalmente en los brazos de su madre, en la base de Réim, conmovieron al país. “Fue el momento más emotivo de mi vida. En un instante mi hija de 24 años volvió a ser mi bebé. Y finalmente pude respirar y volver a la vida”, describe la mujer rememorando ese momento inmortalizado por las televisiones israelíes.

Romi Gonen había ido a bailar al festival de música Nova en Réim, cerca de Gaza, cuando fue secuestrada al amanecer del 7 de octubre de 2023 durante el ataque de Hamás.

“¡Me dispararon, mamá, estoy sangrando!”, tuvo tiempo de decirle.

Hoy “todavía no puede usar su mano. Tendrá que someterse a una operación complicada seguida de una larga convalecencia”, explica su madre.

Símbolos de lucha

La mujer de cincuenta años dice que no le hace preguntas a su hija. La deja contar lo que quiera y no dice nada de lo que ella le confió sobre su sufrimiento en cautiverio. “Es su vida privada. Hablará de ello cuando lo decida”, indica.

Con otros padres de rehenes fue en agosto de 2024 al borde de Gaza para gritar su nombre en un megáfono, esperando que su hija lo escuchara.

Sus captores “la privaron de comida”, y perdió 10 kg en cautiverio, según su madre, que recorrió el país durante más de 15 meses para hablar de su hija y movilizarse por la liberación de los rehenes. Ambas son ahora símbolos.

Calificada de “madre absoluta” por algunos, frecuente en las portadas de los periódicos israelíes, se convirtió en una figura pública, desbordante de afecto, combativa al máximo.

En cuanto a Romi, “de joven anónima, pasó a ser conocida en todo el país”.

Antes del 7 de octubre de 2023, la joven, que tiene cuatro hermanos, trabajaba en un restaurante para financiar un viaje a Australia y Hong Kong.

El miércoles publicó su primer post en Instagram: “Después de 471 días salí de las tinieblas y estaba muy emocionada de gritar ‘papá volví viva’”.

De las 251 personas llevadas a la Franja de Gaza después del ataque, siguen desaparecidas, de las cuales 34 fueron declaradas muertas por el ejército israelí.

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“Está prohibido olvidar a los rehenes que siguen en Gaza. Tenemos que traerlos a casa”, sostiene Romi.

Fuente: AFP

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