El estudio biológico de Conservación Internacional reveló al menos 27 especies nuevas para la ciencia y 49 especies amenazadas de extinción, según la Lista Roja de la UICN, en el corazón del Alto Mayo, en Perú. En el verano de 2022, un equipo de investigadores del Programa de Evaluación Rápida (RAP) descubrió un tesoro de biodiversidad y acaba de publicar sus resultados.
Enclavado entre la selva amazónica y la cordillera de los Andes, el Alto Mayo alberga siete tipos distintos de bosques junto a bulliciosas ciudades, pueblos y tierras de cultivo. A pesar de la presión del desarrollo humano, los científicos quedaron asombrados por la enorme variedad de vida, gran parte de la cual no se encuentra en ningún otro lugar de la Tierra.
Abarca unas 780.700 hectáreas (7807 kilómetros cuadrados) en la cuenca alta del río Mayo, dentro de las provincias de Moyobamba y Rioja, en el departamento peruano de San Martín. Se calcula que la flora peruana incluye unas 20.000 especies de plantas vasculares, con nuevas especies descritas cada año y un 30% aún por descubrir.
La expedición RAP documentó más de 950 especies de plantas vasculares en el Alto Mayo central, entre ellas cinco especies endémicas de la región de San Martín y 10 catalogadas como amenazadas de extinción por la Lista Roja de la UICN. Entre los descubrimientos se encuentran tres especies potencialmente nuevas para la ciencia - Stylogyne sp., Ilex sp. y Schefflera sp. - que están siendo estudiadas más a fondo.
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Mariposas y escarabajos
El RAP se centró en dos tipos de insectos: las mariposas diurnas y los escarabajos (con especial atención a los escarabajos peloteros). Se identificaron más de 200 especies de mariposas, incluidas 10 nuevas para la ciencia, 24 potencialmente nuevas para la ciencia (pendientes de investigación adicional) y 14 registradas en el Alto Mayo por primera vez.
El RAP registró más de 70 especies de escarabajos en los diversos ecosistemas del Alto Mayo, incluidas dos especies de Scybalocanthon nuevas para la ciencia y 45 especies no documentadas anteriormente en la región. Además, los investigadores documentaron la asombrosa cifra de 536 especies de aves. La expedición también registró 26 especies de aves amenazadas de extinción.
Reptiles y anfibios
El RAP documentó 27 especies de anfibios y 18 de reptiles, más de lo esperado teniendo en cuenta las evaluaciones anteriores en la región y la proximidad de asentamientos humanos. Entre los anfibios catalogados había dos ranas con áreas de distribución muy restringidas: Phyllomedusa chaparroi y la rana arlequín Atelopus seminiferus, en peligro de extinción.
El equipo también identificó dos poblaciones desconocidas hasta entonces de la rana arlequín, en peligro de extinción, en zonas sometidas a la presión de la tala; así como encontró tres especies de anfibios nuevas para la ciencia -una salamandra trepadora (Bolitoglossa sp.) y dos ranas (Chiasmocleis sp. y Pristimantis sp.)-, así como otras siete especies que probablemente sean nuevas pero que requieren más investigación. Se descubrieron dos especies de serpientes potencialmente nuevas para la ciencia: Atractus sp. y una serpiente ciega subterránea del género Epictia.
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Pez con “cabeza de globo”
Se identificaron 68 especies de peces en casi 30 zonas de estudio. Dieciocho especies se registraron por primera vez en la cuenca del Alto Mayo y otras ocho eran nuevas para la ciencia, entre ellas especies no descritas del grupo de los Characiformes (que incluye tetras y pirañas), así como peces gato.
Entre los sorprendentes descubrimientos figura el de un pez con “cabeza de globo” (Chaetostoma sp., perteneciente al grupo de los peces gato acorazados de boca erizada), que tiene una cabeza agrandada en forma de burbuja, una característica que los científicos del equipo nunca habían visto antes. La función de esta inusual estructura sigue siendo un misterio.
El ratón anfibio
Entre los pequeños mamíferos no voladores (pequeños roedores y marsupiales) encontraron dos especies no descritas que son nuevas para la ciencia: un ratón anfibio (semiacuático) del género Daptomys y un ratón espinoso del género Scolomys. Además, se descubrió una ardilla enana (Microsciurus sp.) no descrita anteriormente que pertenecerá a un nuevo género tras la revisión taxonómica.
El ratón anfibio pertenece a un grupo de roedores semiacuáticos considerados entre los más raros del mundo, con sólo unas pocas especies que han sido observadas por los científicos un puñado de veces. El ratón se encontró en una única parcela de un bosque pantanoso único, amenazado por la invasión de la agricultura. Además de los pequeños mamíferos no voladores, durante este estudio se registraron otras 45 especies de murciélagos, entre ellas una nueva especie del género Carollia, murciélagos frugívoros de cola corta.