Las fuerzas de seguridad de Siria lanzaron ayer jueves una operación en el oeste del país contra “milicias” pro Asad, informó la agencia oficial Sana, después de los enfrentamientos ocurridos el miércoles con combatientes afines al anterior régimen. La operación se produjo en la provincia costera de Tartus, bastión de la minoría alauita a la que pertenece el depuesto presidente Bashar al Asad, tumbado el 8 de diciembre por una coalición rebelde.
La operación permitió “neutralizar a un cierto número” de miembros de esas “milicias” fieles al derrocado presidente Bashar al Asad, indicó Sana. El objetivo es “restaurar la seguridad, la estabilidad y la paz civil” en esta zona costera, precisó la agencia oficial de prensa. El Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH) dio parte de tres muertos este jueves en dicha operación, y precisó que eran “hombres armados fieles al antiguo régimen”.
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La situación es actualmente muy tensa en esta zona de Siria, donde el miércoles hubo manifestaciones en varias ciudades para denunciar el incendio de un mauseoleo de la minoría alauita. Igualmente hubo enfrentamientos el miércoles en la localidad de Jirbet al Maaza, en la misma región, cuando las fuerzas de seguridad intentaron detener a un hombre vinculado a la prisión de Saidnaya, convertida en símbolo de las atrocidades cometidas por el gobierno de Al Asad.
El OSDH indicó que 14 miembros de las fuerzas de seguridad del nuevo poder murieron junto a tres hombres armados en ese pueblo, en ese incidente, y agregó que este jueves hubo decenas de detenciones. Desde el 8 de diciembre, el nuevo poder dominado por los islamistas del grupo Hayat Tahrir al Sham (HTS) ha tratado de mostrarse conciliador con las minorías del país, aunque algunos temen represalias contra miembros de la comunidad alauita.
Fuente: AFP.
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Nuevo gobierno de Siria tropieza con un poderoso grupo rebelde del sur
Los combatientes de un poderoso grupo de rebeldes del sur de Siria, que ayudaron a derrocar al presidente Bashar al Asad, no están convencidos de entregar sus armas y disolverse, afirmó su portavoz a AFP. La ofensiva relámpago lanzada desde el norte de Siria por una coalición de insurgentes liderados por el grupo islamista radical Hayat Tahrir al Sham (HTS) tomó el poder el 8 de diciembre, derrocando a Al Asad.
Las nuevas autoridades anunciaron el 25 de diciembre que alcanzaron un acuerdo con grupos armados para su disolución y aseguraron que serían integrados al Ministerio de Defensa. “No estamos convencidos de la idea de la disolución de los grupos armados”, declaró a AFP el coronel Nasim Abu Orra, portavoz de la Sala de Operaciones del Sur, que agrupa a las fuerzas que controlan la región de Daraa.
Abu Orra desertó del ejército de Al Asad en 2012, después del inicio de la guerra civil. Este conflicto, que empezó en 2011 tras la represión de manifestaciones prodemocráticas, provocó más de medio millón de muertos y dividió al país en zonas de influencia.
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“Somos una fuerza organizada (...) dirigida por oficiales que desertaron” del ejército, explicó durante la entrevista en Bosra, en el sur de Siria. “Tenemos armas y armamento pesado. Podemos ser integrados al Ministerio de Defensa (pero) como una entidad”, añadió.
Según él, el grupo Sala de Operaciones del Sur reúne a las fuerzas dirigidas por un líder local, Ahmad al Audeh, que cuentan con “miles de hombres” sin afiliación islamista.
Audeh es conocido por sus buenas relaciones con Rusia, pero también mantiene vínculos con Jordania y Emiratos Árabes Unidos, según fuentes cercanas a su formación. Rusia supervisó en 2018 un acuerdo que permitió a las fuerzas del régimen recuperar teóricamente el control de la provincia de Daraa, cuna del levantamiento en 2011, pero que autorizó a los rebeldes a conservar sus armas.
Contacto con países extranjeros
Los combatientes de la Sala de Operaciones del Sur fueron “los primeros en entrar en Damasco en la madrugada” del 8 de diciembre, relató el portavoz.
La coalición liderada por HTS lanzó una ofensiva relámpago a finales de noviembre desde el norte de Siria, lo que le permitió tomar la ciudad de Alepo (norte) y luego avanzar hacia Hama y Homs, en el centro.
“Cuando comenzaron las operaciones militares en el norte con la liberación de Alepo, decidimos comenzar a liberar el sur de Siria para llegar a Damasco”, detalló Abu Orra.
El oficial precisó que estas fuerzas elaboraron sus propios planes militares mientras mantenían “cierta coordinación” con los combatientes del norte.
Testigos afirmaron a AFP haber visto, temprano el 8 de diciembre, a los hombres de Ahmad al Audeh, reconocibles por el turbante típico de su región, desplegados alrededor del banco central y en varios barrios de la capital siria.
“Era un caos, pero logramos tomar brevemente el control de instituciones vitales para garantizar su protección”, subrayó el jefe militar, conocido como Abu Hosam.
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El portavoz agregó que sus hombres se ocuparon durante un tiempo de la seguridad de varias embajadas, incluidas las de Egipto y Jordania, y escoltaron a diplomáticos hasta un gran hotel de la capital para ponerlos a salvo.
También facilitaron el paso seguro de diplomáticos jordanos hacia la frontera de su país.
Esta iniciativa se llevó a cabo a pedido de “varios países extranjeros” que se pusieron en contacto con su líder, afirmó sin dar más detalles.
Cuando las fuerzas lideradas por HTS llegaron a Damasco en la tarde del 8 de diciembre, los combatientes del sur temieron “el caos o enfrentamientos armados” con ellos y regresaron a Daraa, afirmó el oficial.
Dos días después, Audeh se reunió con el nuevo líder del país, Ahmed al Sharaa. Sin embargo, no participó en la reunión que este último presidió el 25 de diciembre con líderes de varias formaciones armadas que declararon aceptar su disolución.
Fuente: AFP.
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Líder yihadista de Siria contempla una transición política de cuatro años
El líder yihadista de Siria, Ahmed Husein al Shara, conocido como Abú Mohamed al Golani, ha anunciado ayer sábado la pronta disolución de la organización que encabeza, Hayat Tahrir al Sham (HTS), en el comienzo de un proceso de transición en el país, tras la caída del expresidente Bashar al Assad, que podría durar hasta cuatro años y previa redacción de un nuevo marco constitucional y un nuevo censo.
En una entrevista con la cadena panárabe Al Arabiya, el líder de HTS, abanderada de la ofensiva rebelde que acabó con el gobierno de Al Assad a principios de mes, ha explicado que para la celebración de los comicios hacen falta dos condiciones: la redacción de una nueva Constitución y un “censo exhaustivo” de la población.
Al Shara entiende que la redacción de una nueva carta magna es imprescindible para crear “un marco político duradero” en el país tras medio siglo de dinastía assadista, y se ha defendido de las críticas contra el dominio absoluto de su organización a la hora de configurar al actual gobierno en funciones.
“Los nombramientos actuales eran esenciales para el momento que atravesaba el país y no pretendían dejar a nadie fuera, pero un acuerdo de poder entre facciones podría haber hecho descarrilar el proceso de transición”, ha esgrimido. “Cualquier ciudadano podrá expresar su opinión al respecto de manera pacífica”, ha añadido, “mientras las instituciones públicas no reciban daño”.
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Para cuando termine el proceso de transición, HTS habrá desaparecido, ha asegurado Al Shara, quien tiene intención de anunciar la disolución de la organización en la próxima Conferencia de Diálogo Nacional, todavía sin fecha, que se celebrará en la capital, Damasco. El líder yihadista también ha abordado un punto clave como es el actual conflicto armado entre milicias sirias proturcas y grupos armados kurdos-árabes en el norte del país.
En este sentido, Al Shara ha asegurado que su intención es la de incorporar a las milicias kurdas al organigrama de defensa del país, aunque ha indicado que un grupo en concreto, el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), designado por Ankara como organización terrorista, no tendrá cabida en este futuro.
“No permitiremos que Siria se convierta en una plataforma de lanzamiento para los ataques del PKK”, ha asegurado Al Shara, quien ha indicado que ya hay negociaciones en marcha con las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), la coalición de la que forman parte las Unidades de Protección Popular (YPG) que Ankara vincula con el PKK.
Al Shara, además, se ha mostrado muy duro con la posibilidad de una separación completa de la Rojava, la porción del noreste de Siria bajo control kurdo, una de las grandes aspiraciones de las FDS. “No va a ocurrir una división de Siria bajo ningún concepto”, ha avisado.
Acercamiento a Teherán y Moscú
El líder de HTS también ha expresado su deseo de que el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, levante las sanciones impuestas a Siria durante la pasada guerra civil para facilitar el proceso de transición. “Esperamos que no siga la misma política que su predecesor”, ha manifestado Al Shara sobre las relaciones internacionales de la nueva administración siria, que ha expresado su interés en acercarse a los dos grandes aliados de Al Assad, Irán y Rusia.
“Espero mensajes positivos de Irán”, ha manifestado Al Shara, antes de referirse a Rusia como un país con el que Siria comparte “intereses estratégicos”. “No nos gustaría que Rusia saliera del país de una forma que pudiera deteriorar las relaciones bilaterales”, ha manifestado.
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Servicios de inteligencia
Por otro lado, el recién nombrado jefe de Inteligencia Anas Jattab ha dicho que todas las agencias de seguridad e inteligencia del país, configuradas en su día por la dinastía Al Assad como una extensión de su represión, serán desmanteladas y reconstruidas. “El sistema de seguridad será reconstituido después de disolver todas las ramas de seguridad y reestructurarlas de una manera acorde con nuestro pueblo, nuestros sacrificios y nuestra larga historia”, ha asegurado Jatab en comentarios a la agencia de noticias siria SANA.
“Nuestro valiente pueblo, con todas sus diferentes sectas y categorías, ha sufrido mucha injusticia y opresión del antiguo régimen a través de sus diversos servicios de seguridad”, ha lamentado. Las fuerzas de seguridad del gobierno de transición han detenido a unos 300 sospechosos en menos de una semana a través de operaciones en curso en varias partes de Siria, según la red de activistas del Observatorio Sirio para los Derechos Humanos.
Entre los detenidos se encuentran exoficiales, personal de seguridad e informantes implicados en la detención de ciudadanos sirios, así como otros sospechosos de haber cometido abusos bajo la protección del régimen de Al Assad. Además, Líbano ha entregado este pasado sábado a las autoridades sirias a unos 70 sirios, incluidos exoficiales, en un cruce fronterizo entre los dos países.
Fuente: Europa Press.
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Más de 25.000 refugiados volvieron a Siria desde la caída de Al Assad
El Gobierno de Turquía ha cifrado en más de 25.000 el número de refugiados sirios que han regresado a Siria tras la caída del régimen de Bashar al Assad, quien el 8 de diciembre huyó a Rusia ante el avance de yihadistas y rebeldes encabezados por Hayat Tahrir al Sham (HTS).
El ministro del Interior turco ha indicado, el martes pasado, que “el número de personas que ha vuelto a Siria durante los últimos 15 días supera los 25.000″, antes de agregar que los refugiados que quieran volver a su país pueden presentar una solicitud para gestionar los trámites necesarios, según ha recogido la agencia estatal turca de noticias, Anatolia.
Asimismo, ha recalcado que en estos momentos hay más de 4,1 millones de refugiados en Turquía, de los cuales cerca de tres millones son sirios. Además, ha cifrado en más de 763.000 los sirios que han regresado al país vecino desde 2017, cifra que retornos que se ha acelerado tras la caída de Al Assad.
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El nuevo primer ministro interino de Siria, Mohamed al Basir, ha prometido que las autoridades “garantizarán los derechos de todos los pueblos” y ha hecho varios llamamientos a los millones de refugiados sirios para que regresen al país, devastado económicamente tras trece años de guerra.
La ofensiva en Siria, lanzada el 27 de noviembre desde la provincia de Idlib permitió a yihadistas y rebeldes tomar la capital, Damasco, y poner fin al régimen de la familia Al Assad, en el poder desde 1971 --primero con Hafez al Assad (1971-2000) y posteriormente con su hijo, Bashar--, ante un repliegue constante de las tropas gubernamentales, respaldadas por Rusia e Irán.
Fuente: Europa Press.
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Siria: seguidores del exdictador emboscan y matan a 14 funcionarios
El nuevo ministro del Interior sirio, Mohamed Abdel Rahman, afirmó el miércoles que 14 miembros de su ministerio fueron asesinados por “remanentes” del derrocado presidente Bashar al Asad en la provincia de Tartus, después de que una oenegé reportara enfrentamientos en la zona.
“14 miembros del Ministerio del Interior fueron asesinados y otros 10 resultaron heridos tras (...) una emboscada traicionera de remanentes del régimen criminal” en la provincia de Tartus “mientras realizaban sus labores para mantener la seguridad y la protección”.
Protestas de la minoría alauita
Miles de sirios de la minoría alauita, a la que pertenece el derrocado presidente Bashar al Asad, protestaron el miércoles en varias ciudades del país después de que se difundiera el video de un presunto ataque contra uno de sus santuarios. En la ciudad de Homs, en el centro del país, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) reportó un muerto y cinco heridos “después de que las fuerzas de seguridad (...) abrieran fuego para dispersar” a los manifestantes.
Las protestas alauitas son las primeras desde que una alianza rebelde, liderada por el grupo islamista Hayat Tahrir al-Sham (HTS), tomara Damasco y derrocara a Al Asad el 8 de diciembre, tras una fulgurante ofensiva de once días. El exmandatario, abandonado por sus aliados ruso e iraní, huyó a Moscú tras gobernar Siria con puño de hierro durante 24 años.
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Miles de alauitas salieron a las calles en las ciudades costeras de Tartus, Jableh y Latakia, en el oeste del país, donde la presencia de esta minoría es muy fuerte, indicaron testigos y el OSDH. También hubo protestas en Banias y Homs, indicó el organismo, con sede en Londres pero que dispone de una extensa red de fuentes de información en Siria.
Los alauitas son una rama del islam minoritaria en Siria, cuya población es mayoritariamente musulmana sunita. Al Asad quiso erigirse en protector de las minorías en un país multiconfesional y multiétnico. La policía decretó un toque de queda nocturno de las 18:00 (15:00 GMT) a las 8:00 (5:00 GMT) en Homs, según la agencia oficial SANA. Las autoridades también anunciaron un toque de queda en Jableh.
En la provincia de Tartus, el OSDH reportó nueve muertos durante enfrentamientos por el intento de arresto de un oficial de Al Asad, que figuraba entre los responsables “de los crímenes de la cárcel de Saydnaya”. Seis miembros de las fuerzas de seguridad de las nuevas autoridades y tres hombres armados murieron en los choques, precisó el organismo.
Video “antiguo”
El enfado de los alauitas estalló tras la difusión de un video que muestra un ataque contra uno de sus santuarios, situado en el barrio de Maysaloon, en la ciudad de Alepo, la segunda de Siria. En Damasco, el Ministerio del Interior afirmó que las imágenes eran “antiguas” y databan” de la época de la liberación” de Alepo a inicios de mes, durante la ofensiva rebelde.
La redifusión del video busca “atizar los conflictos en el seno del pueblo sirio en esta delicada etapa”, agregó. Las nuevas autoridades multiplicaron los gestos de apertura hacia todas las minorías del país, traumatizado tras más de 13 años de guerra que dejó medio millón de muertos. En Jableh, los manifestantes corearon “alauitas, sunitas, queremos la paz”, indicó uno de ellos, Ali Daoud, a AFP.
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¿Nueva fosa común?
Al noreste de Damasco, un rescatista de los Cascos Blancos y un activista informaron haber descubierto una probable fosa común con restos de prisioneros detenidos por el anterior gobierno o de combatientes muertos durante el conflicto. Un equipo de AFP vio, en un terreno baldío a unos 30 kilómetros al noreste de la capital, tumbas alineadas una al lado de la otra, formando una trinchera de más de un metro de profundidad, cubiertas con losas de cemento que fueron movidas.
En esta zona de Jisr Bagdad se podían observar varias bolsas, algunas con un nombre o un número de tumba. “Creemos que es una fosa común. Encontramos un sepulcro abierto con siete bolsas llenas de restos óseos”, precisó Abdel Rahmane Mawas, rescatista de los Cascos Blancos. Desde la caída de Bashar al Asad, las nuevas autoridades y los habitantes de los alrededores de la capital comenzaron a identificar sitios que albergarían fosas comunes. El destino de decenas de miles de prisioneros y desaparecidos constituye uno de los aspectos más dolorosos de la tragedia siria.
Captagon
Bajo el anterior gobierno se produjo una inmensa cantidad de captagon, una anfetamina de efecto excitante. Esta actividad, que floreció al calor de la guerra civil iniciada en 2011, convirtió a Siria en un narcoestado, cuya producción inundó los mercados de Oriente Medio como Irak y los países del Golfo, empezando por Arabia Saudita, un importante cliente.
Washington impuso sanciones a varios responsables sirios, por sospechar que estaban ligados al narcotráfico. Las nuevas autoridades quemaron el miércoles un millón de pastillas de captagon, indicaron a AFP dos responsables de seguridad. También incendiaron cannabis y cajas de Tramadol, un producto analgésico opioide.
Una investigación de AFP en varios países demostró cómo el captagon convirtió a Siria en un narcoestado con un negocio ilegal por valor de más de 10.000 millones de dólares. El conflicto en Siria, iniciado en 2011 con la represión brutal de las protestas prodemocracia, causó desde entonces más de medio millón de muertos y obligó a desplazarse a millones de personas.
Fuente: AFP.