- Por Dessy Sagita con Sally Jensen en Ban Nam Khem.
Entre llantos, miles de personas recordaron ayer jueves en varios países de Asia a los más de 220.000 fallecidos en el devastador tsunami originado en el océano Índico hace 20 años, uno de los peores desastres naturales de la historia. El 26 de diciembre de 2004, un terremoto de magnitud 9,1 en el oeste de Indonesia generó olas de hasta 30 metros que embistieron los litorales de más de una decena de países, desde Indonesia hasta Somalia.
Un total de 226.408 personas murieron, según EM-DAT, una base de datos de desastres mundiales. En la provincia indonesia de Aceh, donde el tsunami dejó más de 100.000 muertos, una sirena sonó en la Gran Mezquita Baiturrahman de Banda Aceh para dar comienzo a las conmemoraciones en toda la región.
“Pensé que era el juicio final”, declaró Hasnwati, un profesor de 54 años que utiliza un solo nombre, en la mezquita de Indonesia golpeada por el tsunami. “En una mañana de domingo en que nuestra familia reía junta, de repente llegó el desastre y todo se acabó. No lo puedo describir con palabras”, expresó.
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En la fosa común de Siron, donde unas 46.000 personas fueron enterradas, familiares de las víctimas recitaban emocionados oraciones islámicas a la sombra de los árboles que crecieron desde entonces. Khyanisa, un ama de casa indonesia de 59 años, perdió a su madre y a su hija y las buscó en vano con la esperanza de que siguieran vivas.
“Hubo un momento en que me di cuenta de que se habían ido. Sentí que me dolía el pecho, grité”, contó. “Mis hijos, esposa, padre, madre, todos mis hermanos fueron arrastrados”, lamentó Bahaduddin Zainun, un pescador indonesio de 70 años. “Otros vivieron la misma tragedia. Tenemos los mismos sentimientos”.
Dolor compartido
Para recordar el dolor de ese día, se efectuarán ceremonias conmemorativas o religiosas en sitios costeros de los países más afectados. En Sri Lanka, que registró más de 35.000 muertos, sobrevivientes y familiares de las víctimas subieron a un tren de pasajeros que descarriló por el golpe del tsunami, matando a 1.000 personas.
Como en cada aniversario, el restaurado Ocean Queen Express se detiene en Peraliya, un tranquilo pueblo situado a unos 90 kilómetros al sur de la capital, Colombo, para recordar la tragedia. “Todo esto me trae recuerdos muy duros”, declaró Tekla Jesenthu, que perdió a su hija de dos años cuando las olas golpearon la zona. “No quiero pensar ni hablar de ello. Duele demasiado”. “Los monumentos no los traerán de vuelta”, agregó.
En Tailandia, donde murieron más de 5.000 personas, se prevén varios homenajes para acompañar la ceremonia organizada por el gobierno. Cerca de la mitad de las personas que fallecieron en el país eran turistas extranjeros que pasaban las fiestas de fin de año en las soleadas playas de la región. Familiares de las víctimas tendieron entre lágrimas flores y arreglos en Ban Nam Khem, el sitio más golpeado de Tailandia, junto a una pared curva con la forma de una ola de tsunami, decorada con los nombres de las víctimas.
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Napaporn Pakawan, de 55 años, perdió a su hermana mayor y a una sobrina en la tragedia. “Me siento desolada. Vengo todos los años”, comentó a AFP. Una vigilia con velas en la playa de Khao Lak, organizada por la embajada de Suecia en Tailandia, atrajo a un centenar de personas, la mayoría del país escandinavo, uno de los más afectados en proporción a su población.
“En Suecia, todo el mundo conoce a alguien que se vio afectado o que perdió a alguien”, explicó Anna Elf, de 50 años. Unas 300 personas murieron en Somalia, más de un centenar en las Maldivas y decenas en Malasia y Birmania. El tsunami llegó sin ninguna alerta de las autoridades y dio poco tiempo para evacuar las zonas costeras, pese al intervalo en la hora del impacto en los distintos países. En la actualidad, una compleja red de estaciones de monitoreo redujo sustancialmente el tiempo de aviso.
Lo que ocurrió en el 2004
Supervivientes y familiares de víctimas conmemoran este jueves el 20.º aniversario del terremoto, seguido de un tsunami, ocurrido en el océano Índico que dejó más de 220.000 muertos en cerca de quince países. Un sismo de magnitud 9,1 frente a la costa oeste de la isla indonesia de Sumatra provocó unas enormes olas que asolaron Indonesia, Sri Lanka, India, Tailandia y otros nueve países del océano Índico. A continuación, las claves de este devastador tsunami.
Olas de 30 metros de altura
La ruptura ocurrida a lo largo de una falla, una de las más largas jamás observada, unos segundos antes de las 07h59 hora local del 26 de diciembre de 2004, provocó una de las catástrofes naturales más letales de la historia. El origen del sismo está relacionado con la ruptura de la zona de subducción entre dos placas, la placa índica y la microplaca Andamán, en unos 1.200 km.
El terremoto generó olas de más de 30 metros de altura y liberó una energía equivalente a 23.000 veces la potencia de la bomba atómica lanzada en Hiroshima. La magnitud del sismo se evaluó en un principio en 8,8, pero luego el Instituto Geológico de Estados Unidos (USGS) la situó en 9,1, y su profundidad, en 30 km. El epicentro se situó a 160 km al oeste de la costa de Sumatra. El vasto archipiélago indonesio tiene una actividad sísmica y volcánica frecuente ya que está ubicado en el “cinturón de fuego del Pacífico”.
Terrible balance humano
En total, el tsunami causó 226.408 muertos, según EM-DAT, una base de datos mundial sobre catástrofes. La zona más afectada fue el norte de la isla de Sumatra, donde más de 120.000 personas murieron. En este país el balance ascendió a 165.708 fallecidos. Las enormes olas atravesaron el océano Índico y azotaron Sri Lanka, India y Tailandia horas después.
Las olas se desplazaban a casi 800 km/h cuando alcanzaron el máximo de su velocidad. Esto es dos veces más rápido que un tren de alta velocidad. Más de 35.000 personas murieron en Sri Lanka y 16.389 perdieron la vida en India. En Tailandia hubo 5.000 muertos, la mitad de ellos turistas extranjeros. Además, 3.000 personas fueron declaradas desaparecidas. Las olas también alcanzaron África, matando a 300 personas en Somalia, y a más de un centenar en Maldivas.
Millones de desplazados
El tsunami implicó el desplazamiento de más de 1,5 millones de personas y movilizó unos 14.000 millones de dólares en ayuda de emergencia de la comunidad internacional, según Naciones Unidas. Cientos de miles de edificios fueron destruidos y comunidades enteras se quedaron sin hogar. La localidad indonesia de Banda Aceh, en el extremo norte de Sumatra, tuvo que ser prácticamente reconstruida. Más de 100.000 casas fueron reconstruidas solo en la provincia indonesia de Aceh, según el gobierno.
El tsunami también obligó a las comunidades costeras del Índico a rendir cuentas sobre su nivel de preparación frente a tales catástrofes. En el momento del tsunami no existía ningún sistema de alerta en la región. Según los expertos, la ausencia de un sistema de alerta coordinado en 2004 agravó el impacto de la catástrofe.
Ahora, unas 1.400 estaciones en el mundo permiten que la alerta de tsunami se envíe tan solo unos minutos después de que este se forme. Según los especialistas, hoy el mundo está mejor preparado que nunca, gracias a los millones de dólares invertidos en sistemas de alerta por tsunami. Sin embargo, nunca se podrán evitar totalmente las consecuencias de un tsumani de envergadura, advierten.
Fuente: AFP.