El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, ordenó ayer domingo intensificar la búsqueda de cuatro adolescentes desaparecidos tras un operativo militar en Guayaquil (suroeste), un caso que ha desatado horror e indignación en el país. “He ordenado que se intensifiquen todas las acciones necesarias con el objetivo de dar con el paradero de los cuatro niños y que se encuentren a todos sus responsables para que respondan por sus actos frente a la justicia y al país”, escribió Noboa en la red social X.
El mandatario se pronunció 14 días después de la desaparición de Josué e Ismael Arroyo, Saúl Arboleda y Steven Medina, quienes tienen entre 11 y 15 años. Las denuncias de desaparición forzada por parte de organizaciones de derechos humanos han encendido la rabia en Ecuador, donde están previstas manifestaciones para este lunes. “Como padre de familia y su comandante en jefe, dispuse que debe darse toda la colaboración necesaria a la justicia y respetar el carácter técnico de la investigación de Fiscalía”, agregó Noboa.
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El mandatario, que busca la reelección en febrero de 2025, declaró en enero pasado un conflicto armado interno en el país con el fin de desplegar a los militares en las calles para realizar operativos contra el crimen organizado. La víspera el ministro de Defensa, Gian Carlo Loffredo, atribuyó la desaparición de los adolescentes a “grupos delincuenciales” y afirmó que el caso se está usando con “intereses políticos”.
El Legislativo, de mayoría opositora, convocó el lunes a Loffredo y a los jefes del Comando Conjunto de las fuerzas armadas y de la fuerza aérea para dar información sobre el caso. De su lado, el almirante Jaime Vela, jefe del Comando Conjunto, señaló que “se descarta cualquier participación de la fuerza pública en hechos posteriores a la referida intervención (militar) y que sería causa de la desaparición”.
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Vela aseguró que “las fuerzas armadas no van a interferir en las investigaciones ni van a encubrir hecho alguno”, agregando que se ha conformado un tribunal militar para determinar responsabilidades. Luis Arroyo, padre de los hermanos Josué e Ismael, relató al canal Ecuavisa que tras la desaparición recibió una llamada de un hombre que puso a uno de sus hijos al teléfono. El joven le explicó que militares se los habían llevado.
“Se bajaron como locos, nos persiguieron, hicieron disparos al aire, nos maltrataron y nos dejaron botados”, le dijo Ismael a su papá, según relató al medio. Tras esa comunicación no supieron más de los jóvenes. Desde que se declaró el conflicto armado interno, organizaciones como Human Rights Watch (HRW) han denunciado serias violaciones de derechos humanos.
Fuente: AFP.