El enviado especial de la ONU para Siria, Geir Pedersen, hizo un llamado este miércoles en Damasco a celebrar elecciones “justas y libres” luego del período de transición, destacando la necesidad de una “ayuda humanitaria inmediata” en este país devastado tras años de guerra.
El 8 de diciembre una coalición de grupos armados -liderada por los islamistas de Hayat Tahrir al Sham (HTS)- tomó el poder en Siria, derrocando al presidente Bashar al Asad, quien había gobernado de manera autoritaria durante más de 20 años.
“Creo que es importante decir que hay mucha esperanza, y que estamos presenciando los comienzos de una nueva Siria”, declaró Pedersen en una rueda de prensa. El representante de la ONU destacó la visión de una “nueva Siria que adoptará una nueva constitución que garantice un nuevo contrato social para todos los sirios y que organizará elecciones justas y libres” al finalizar el período de transición.
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El primer ministro encargado de liderar la transición hasta el 1 de marzo, Mohamad al Bachir, prometió “garantizar los derechos de todos”. “Hay estabilidad en Damasco pero persisten desafíos en otras zonas”, subrayó Pedersen, señalando su esperanza de encontrar una “solución política” para las zonas autónomas kurdas en el noreste de Siria, uno de “los mayores desafíos” para el nuevo gobierno.
El enviado especial reafirmó la urgencia de una “ayuda humanitaria inmediata” y expresó su deseo de una “recuperación económica” para el país, que se encuentra bajo sanciones internacionales. El conflicto sirio, que comenzó en 2011 tras la represión de protestas prodemocráticas, causó más de medio millón de muertos y desplazó a millones de personas, convirtiéndose en una de las crisis humanitarias más graves de las últimas décadas.
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Fuente: AFP