El presidente argentino Javier Milei recibió ayer sábado la ciudadanía italiana en su visita a Roma donde se reunión con la primera ministra Giorgia Meloni y participó del festival anual Atrejú que organiza el partido gobernante, Hermanos de Italia, donde defendió su política de shock. “Los argentinos y los italianos estamos unidos por un linaje común y lazos profundos”, dijo Milei en su discurso durante el festival donde repasó el primer año de su gobierno y se definió como “un economista, no un político”.
“Siempre desprecié a los políticos por el daño profundo que le hicieron a mi país, recién me involucré en política por primera vez a los 51 años, así que el manual de cómo hacer política, cómo negociar, cómo comunicar, como hablar en cámara, qué se puede decir y qué no, nunca lo estudié ni tampoco lo apliqué”, dijo el presidente argentino, de 54 años.
“Yo tengo mis propias recetas que no son tan políticamente correctas ni tan profesionales, pero no se puede negar que, por ahora, nos han dado resultado, al menos funcionan”, afirmó. Su gobierno consiguió equilibrar las cuentas públicas y disminuir drásticamente la inflación del 25,5% mensual en diciembre -cuando devaluó la moneda un 52%- al 2,4% en noviembre, aunque con un fuerte ajuste en la economía que produjo un salto en la pobreza de 11 puntos en apenas seis meses cuando se ubicó en 52,9%.
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“Si el trago es amargo, mejor tomarlo de una vez”, dijo Milei al defender su política de shock que mantiene un alto apoyo pese al costo social. Ante Meloni y frente a un auditorio que lo aplaudió fervientemente en el Circo Máximo romano, Milei volvió a rechazar todo consenso. “Nos importa un rábano la opinión de los políticos sobre casi todos los temas”, dijo.
“Debemos ser quienes dictemos el ritmo de los acontecimientos, asegurándonos de que el juego se juegue según nuestras reglas y si nos toca recibir un golpe, debemos responderles con tres”, dijo al repasar el “decálogo” de su gobierno.
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El gobierno italiano le concedió la ciudadanía a él y a su hermana Karina que lo acompañó en la visita oficial como secretaria general de la presidencia. Milei cumple los requisitos para optar a la ciudadanía debido a sus ancestros italianos, pero la medida desató indignación en la oposición italiana que ha hecho campaña para que se facilite el trámite a niños nacidos en el país de padres migrantes.
Riccardo Magi, diputado del partido de la oposición Más Europa, declaró que la concesión de la nacionalidad a Milei representa un “insulto” y constituye un acto de “discriminación intolerable contra tantos jóvenes que sólo la obtendrán al cabo de muchos años”. En Italia, los extranjeros necesitan residir durante diez años antes de poder solicitar la ciudadanía, y los hijos de extranjeros nacidos en el país no pueden solicitar la nacionalidad hasta cumplir 18 años.
Fuente: AFP.
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La inflación será un “mal recuerdo”, prometió Milei
El presidente argentino, Javier Milei, prometió ayer martes que la inflación será pronto “un mal recuerdo”, en un discurso en el que dijo a los argentinos que padecieron el impacto del ajuste fiscal de su primer año de gobierno que “se vienen tiempos felices”. “Estamos cada día más cerca de que la inflación sea poco más que un mal recuerdo”, aseguró Milei, al festejar la evolución de la inflación del 25,5 % mensual en diciembre del año pasado -cuando devaluó el peso 52 %- al 2,7 % en octubre, según el último dato oficial disponible.
El economista ultraliberal prometió además eliminar “el año que viene y para siempre” el complicado control de cambios que rige en Argentina, aseguró que los argentinos podrán “utilizar la moneda que quieran en sus transacciones cotidianas” y afirmó que su equipo trabaja en “una reforma impositiva estructural que reducirá en un 90 % la cantidad de impuestos nacionales”.
“Hemos superado la prueba de fuego. (...) Se vienen tiempos felices en Argentina”, vaticinó el mandatario al iniciar su discurso grabado en el que aparecía en su oficina flanqueado por su hermana y secretaria de la Presidencia, Karina Milei, y su gabinete.
El economista ultraliberal prometió ir por más el año próximo, cuando emprenderá reformas impositiva, previsional, laboral, de seguridad nacional, penal, política “y otras tantas reformas que el país se debe desde hace décadas”. Milei había sostenido en la mañana una reunión con dirigentes de la Sociedad Rural Argentina, la entidad que nuclea a los grandes propietarios de tierras de uno de los principales productores de alimentos del mundo, a quienes prometió reducir impuestos a las exportaciones el año próximo.
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Acuerdo con EE. UU.
Milei aseguró además que durante su recién asumida presidencia semestral del Mercosur -el bloque fundado también por Brasil, Uruguay y Paraguay en 1991 al que recientemente se integró Bolivia-, buscará “aumentar la autonomía de los integrantes del organismo de cara al resto del mundo”. “En esa línea, nuestro primer objetivo será impulsar durante el próximo año un tratado de libre comercio con Estados Unidos”, prosiguió, sin aclarar si negociará este acuerdo solo o junto al bloque, que no admite negociaciones bilaterales sin la anuencia de los demás socios.
Ese tratado “debería haber sucedido hace 19 años”, continuó Milei. “Todo ese crecimiento nos fue arrebatado con la simple firma de un grupo de burócratas”, añadió. En 2005, liderados por el entonces presidente venezolano Hugo Chávez, cuyo país era en aquel momento un Estado asociado al Mercosur, los mandatarios del bloque rechazaron la firma del ALCA, Área de Libre Comercio de las Américas impulsada por Estados Unidos.
En apenas un mes de gobierno, Milei logró exhibir el primer superávit fiscal en una década y el riesgo país de Argentina bajó de 3.000 puntos a menos de 740. El mandatario eliminó más de 30.000 puestos de trabajo en el sector público, redujo el número de ministerios y el tamaño de dependencias del Estado en general, paralizó las obras públicas y endureció la represión para sofocar protestas.
A pesar de dos huelgas generales y algunas manifestaciones tensas -sobre todo en defensa de la universidad pública-, Milei presume de un apoyo estable que confunde a sus críticos: en torno al 45 % de imagen positiva, e incluso cerca del 50 % según algunos sondeos recientes.
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Impacto social
Si bien hay “un éxito fundamental” en términos de estabilización económica, “el costo económico-social ha sido grande. La pregunta es si son costos pasajeros o duraderos”, dijo a la AFP Gabriel Vommaro, sociólogo de la Universidad Nacional de San Martín. La pobreza saltó 11 puntos porcentuales durante los primeros seis meses de gobierno de Milei, una escalada histórica, para alcanzar 52,9 %, de acuerdo con los últimos datos disponibles del estatal instituto de estadísticas Indec.
Los que más han padecido el ajuste fueron los más de 7 millones de jubilados y pensionados a quienes congeló parte de sus ingresos y redujo subvenciones a medicamentos. También vetó una ley que buscaba otorgarles 8 % de aumento. El presidente vetó además una ley que aumentaba el presupuesto educativo universitario y congeló becas estudiantiles y de investigación científica. Además, este año se perdieron más de 260.000 puestos de trabajo y el consumo se llegó a desplomar más de 20 %, aunque muestra signos de recuperación, según el informe.
Mientras tenían lugar estas transformaciones en lo económico y social, Milei emprendió además una “batalla cultural” contra políticos y periodistas, a quienes acusa de corruptos; la justicia social, a la que considera “una aberración”; y el Estado, al que dice querer destruir “desde adentro”. El 65,7 % de los argentinos cree que “el odio y la intolerancia están aumentando” desde que gobierna Milei, según una encuesta de septiembre de la consultora Zubán Córdoba.
Fuente: AFP.
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Argentina: “shock” fiscal y reducción de la inflación marcan el primer año de Milei
El economista ultraliberal Javier Milei cumple este martes su primer año de gobierno y puede exhibir equilibrio fiscal y reducción de la inflación, aunque al precio de un “shock” que afectó profundamente el bolsillo de los argentinos.
Se espera que el mandatario celebre los logros de su gobierno en cadena nacional a las 21:00 locales (00:00 GMT del miércoles), luego de sostener en la mañana una reunión privada con dirigentes de la Sociedad Rural Argentina, la entidad que nuclea a los grandes terratenientes en uno de los principales productores de alimentos del mundo.
Milei asumió el cargo el 10 de diciembre del año pasado diciendo que no había “alternativa al shock” para un Estado patológicamente endeudado y con una inflación rampante. Ahora se jacta de haber vaticinado la dureza de su ajuste: “Eso es lo que nos dio crédito para llevar adelante la tarea que pusimos en marcha durante todo este año”, señaló en un discurso ante empresarios la semana pasada.
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En apenas un mes de gobierno logró exhibir el primer superávit fiscal en una década. También consiguió bajar la inflación del 25,5 % en diciembre -cuando devaluó el peso 52 %- al 2,7 % en octubre, último dato disponible. Así, el riesgo país bajó de 3.000 puntos a menos de 740, un mínimo histórico.
A caballo de un discurso confrontativo en el que propuso “terminar con la casta” política y luchar contra “la izquierda empobrecedora”, Milei eliminó además más de 30.000 puestos de trabajo en el sector público, redujo ministerios y dependencias del Estado, paralizó las obras públicas y endureció la represión para sofocar protestas.
A pesar de dos huelgas generales y algunas manifestaciones tensas -sobre todo en defensa de la universidad pública-, Milei presume de un apoyo estable que confunde a sus críticos: en torno al 45 % de imagen positiva, e incluso cerca del 50 % según algunos sondeos recientes.
“Somos el gobierno que el primer año tiene el mejor nivel de imagen y confianza después de haber hecho el ajuste más grande la historia de la humanidad”, dijo en una conferencia conservadora el miércoles pasado en Buenos Aires.
Impacto social
Si bien hay “un éxito fundamental” en términos de estabilización económica, “el costo económico-social ha sido grande. La pregunta es si son costos pasajeros o duraderos”, dijo a la AFP Gabriel Vommaro, sociólogo de la Universidad Nacional de San Martín.
La pobreza saltó 11 puntos porcentuales durante los primeros seis meses de gobierno de Milei, una escalada histórica, para alcanzar 52,9 %, de acuerdo con los últimos datos disponibles del estatal instituto de estadísticas Indec.
Los que más han padecido el ajuste fueron los más de 7 millones de jubilados y pensionados a quienes congeló parte de sus ingresos y redujo subvenciones a medicamentos. También vetó una ley que buscaba otorgarles 8 % de aumento. El presidente vetó además una ley que aumentaba el presupuesto educativo universitario y congeló becas estudiantiles y de investigación científica.
Lo hizo en un año con cerca de 200 % de inflación, en el que sin embargo gobernó aplicando el presupuesto de 2023 que se encamina a replicar para el año que viene tras demostrar poco interés en conseguir que el Congreso apruebe su plan de gastos para 2025.
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“El gobierno aplicó un muy fuerte ajuste ortodoxo para ordenar algunas variables macroeconómicas con un costo social elevado”, al devaluar la moneda, desregular la economía y eliminar subsidios sin compensar el impacto en los precios con un aumento en los ingresos, escribió el Centro de Economía Política (CEPA) en su informe de diciembre. Además, este año se perdieron más de 260.000 puestos de trabajo y el consumo se llegó a desplomar más de 20 %, aunque muestra signos de recuperación, según el informe.
Mientras tenían lugar estas transformaciones en lo económico y social, Milei emprendió además su “batalla cultural” contra políticos y periodistas, a quienes acusa de corruptos; la justicia social, a la que considera “una aberración”; y el Estado, al que dice querer destruir “desde adentro”. El 65,7 % de los argentinos cree que “el odio y la intolerancia están aumentando” desde que gobierna Milei, según una encuesta de setiembre de la consultora Zubán Córdoba.
Fuente: AFP
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Milei cosecha éxitos económicos y reclamos a un año de gobierno
Un año después de su llegada a la presidencia de Argentina, Javier Milei ha cosechado algunos éxitos económicos, con una inflación a la baja y cuentas fiscales que se equilibran. Pero el suspenso persiste: ¿qué prevalecerá, el alto impacto social del ajuste o la reactivación? “Amo ser el topo dentro del Estado, soy el que destruye el Estado desde adentro”, declaró el ultraliberal Milei en junio. Según su visión, el Estado es “una organización criminal” que debe limitarse a la macroeconomía, la seguridad y las relaciones exteriores.
Con este enfoque, el presidente eliminó la mitad de los ministerios, paralizó la obra pública, cerró la agencia estatal de noticias Télam y el Instituto Contra la Discriminación, y despidió a más de 30.000 empleados públicos. Este drástico ajuste del gasto del Estado, sumado a otras medidas, comenzó a domar a la inflación, uno de los mayores desafíos económicos de Argentina. Aunque fue de 193 % interanual, pasó del 25,5 % mensual en diciembre de 2023 al 2,7 % en octubre.
En otras palabras, los argentinos ya no van al supermercado con el temor de que los precios salten de la noche a la mañana. Es una “mejora psicológica”, dijo a la AFP Gabriel Vommaro, sociólogo de la Universidad Nacional de San Martín. “Si uno compara la situación de 2024 con el 2023, en algunas variables que tienen que ver con la estabilización económica, tanto de la inflación con los precios relativos como con el dólar, hay un éxito fundamental”.
El gobierno mantuvo los controles a la compra y venta de divisas, impulsó un blanqueo de capitales e intervino para fijar el precio del dólar, dando ganancias extraordinarias al sector financiero. Pero “el costo económico social ha sido grande. La pregunta fundamental es si son costos pasajeros o duraderos”, añadió Vommaro.
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Contracara del ajuste
“Lo que ha cambiado es lo que faltaba: estabilidad, capacidad de planificar a futuro”, dijo a la AFP Alejandro Reca, CEO de la láctea San Ignacio, principal exportadora de dulce de leche del país. “Somos muy optimistas, estamos reactivando una serie de inversiones que veníamos frenando y se habían detenido”.
Los ganadores del proyecto Milei “son sin duda los sectores vinculados con las actividades primarias: petróleo, minería, pesca, en cierta medida el agro”, resumió Vommaro. “Y el gran perdedor es el sector público en todas las áreas: salud, educación, ciencia y técnica, educación superior, pero también la administración pública”.
La recesión contraerá la economía un 3,5 % en 2024, según proyecciones del Banco Mundial, con un desplome del consumo y una licuación de salarios y jubilaciones. La pobreza alcanzó al 53 % de la población en el primer semestre de 2024, un aumento de 11,2 puntos porcentuales desde la asunción de Milei.
Un factor inesperado podría beneficiar la recuperación económica: tras la sequía de 2022-2023 que costó cerca de 20.000 millones de dólares, la primera cosecha bajo el gobierno de Milei podría ser una de las mejores de la historia del país. Además, el Fondo Monetario Internacional (FMI) -al que Argentina reembolsa el mayor préstamo otorgado por la institución- revisó en octubre las condiciones del crédito de 44.000 millones de dólares, con una fuerte reducción de los intereses.
Milei y la política
En lo político, Milei asumió con minoría en el Congreso, pero consiguió la aprobación de una extensa ley de reforma del Estado y los votos para mantener en pie sus decretos, mientras la expresidenta Cristina Kirchner asumió la presidencia del peronismo opositor y alimenta la polarización con el oficialismo. Socialmente el panorama se complica, aún cuando los sondeos muestran un apoyo al presidente en torno al 45 %, o incluso cercano al 50 %, según cifras recientes.
El plan de ajuste sumado a la “batalla cultural” provocó la movilización de estudiantes, jubilados, sindicatos, movimientos sociales, médicos y científicos que protestaron a lo largo del año contra el gobierno. Cientos de miles de personas con sus libros en alto repudiaron los recortes de gastos en la universidad pública; mujeres y minorías se manifestaron contra lo que perciben como discursos de odio; y organismos de derechos humanos encabezaron una masiva movilización contra el llamado negacionismo del gobierno respecto a la última dictadura argentina (1976-83).
En política exterior, Milei se acercó a Estados Unidos e Israel, festejó el triunfo de Donald Trump, echó a su canciller tras un voto a favor de Cuba en la ONU y buscó posicionarse como profeta de Occidente contra “la hegemonía cultural de la izquierda”.
Principales medidas
El primer año de gobierno del presidente de derecha Javier Milei en Argentina estuvo marcado por un drástico ajuste del Estado, el mayor salto en la pobreza en dos décadas y una retórica beligerante que hizo voltear la cabeza del mundo hacia el país sudamericano.
Estos son los principales hechos que marcaron su primer año de gobierno:
- Asume el 10 de diciembre de 2023 tras consagrarse presidente en balotaje por el 55 % de los votos con un programa que prometía dolarizar la economía, controlar la inflación y obtener equilibrio fiscal mediante el recorte del Estado simbolizado en una “motosierra”.
- Devalúa el peso un 52 % y la inflación salta al 25,5 % en diciembre. En enero empieza a caer hasta marcar 2,7 % en octubre. “Un milagro económico”, definió el presidente.
- Reduce de 18 a 8 los ministerios. Entre otros elimina Educación, Trabajo, Ciencia y Tecnología, Ambiente, Cultura y Mujeres. También el instituto de lucha contra la Discriminación y Xenofobia y el de defensa de los pueblos originarios.
- Obtiene en enero el primer superávit fiscal primario en más de una década (0,3 % del PIB).
- Paraliza los contratos de la obra pública y, a lo largo del año, elimina más de 30.000 empleos estatales.
- Envía al Congreso un ambicioso paquete con más de 600 reformas pero, sin mayorías, fracasa. Reduce el proyecto a menos de un tercio y obtiene en junio su primer éxito legislativo con un texto que declara la emergencia económica, le delega facultades, impulsa la reforma del Estado y establece un régimen de incentivo a grandes inversiones (RIGI).
- Mantiene controles de cambio y la apreciación gradual del peso al 2 % mensual. Posterga indefinidamente su plan de dolarizar y lanza un amplio blanqueo de capitales para obtener divisas, fortalecer reservas del Banco Central y neutralizar ataques especulativos. El peso se fortalece, Argentina se encarece en dólares y el poder adquisitivo se derrumba.
- Elimina acuerdos que limitaban precios de alimentos y medicamentos. Libera contratos de alquileres, seguros, servicios de telefonía e internet, medicina y educación privada. Reduce subsidios a las tarifas de energía eléctrica, gas, agua potable y transporte público. La pobreza aumenta 11 puntos a 52,9 % en el primer semestre -su mayor salto en dos décadas- y el consumo, la producción fabril y la construcción se desploman.
- Limita el financiamiento al Instituto de Cine y cierra la agencia de noticias estatal Telam.
- Interrumpe la provisión gratuita de medicamentos oncológicos y la de alimentos a comedores populares mientras procede a auditarlos por meses. Recibe críticas de la Iglesia Católica cuando se descubren miles de toneladas de alimentos guardados en depósitos y a punto de vencer. La justicia intima al gobierno.
- Redujo entre enero y agosto en un 62 % la tasa de homicidios interanual en la ciudad de Rosario (Santa Fe, norte), la más violenta del país.
- Desregula el mercado aéreo y firma convenio de cielos abiertos con nueve países. Impulsa la privatización de Aerolíneas Argentinas. “O se privatiza o se cierra”, dijo.
- Autoriza a las fuerzas federales a participar en controles represivos de protestas callejeras mediante un nuevo protocolo de seguridad que impide cortes de calles.
- Veta una ley que aumentaba las jubilaciones un 8 % aduciendo que ponía en jaque su plan económico. Congela un bono compensatorio para las jubilaciones mínimas. Reduce los medicamentos gratuitos para ancianos.
- Compra a Dinamarca 24 aviones de combate. Establece secreto de Estado para las operaciones de compra de armamento.
- Restringe por decreto el acceso a la información pública al dejar a criterio del gobierno la posibilidad de rechazar peticiones. Lanza improperios contra la prensa, legisladores, artistas y opositores a quienes llama “ratas”, “excremento humano”, “zurdos de mierda”.
- Veta una ley para aumentar el presupuesto a las universidades. Reduce becas científicas.
- En política exterior, se acercó a Estados Unidos e Israel. La mayoría de sus viajes fueron a cumbres de derecha o reuniones con empresarios tecnológicos como Mark Zuckerberg o Elon Musk.
El discurso beligerante
El presidente Javier Milei, adicto a las redes sociales para reproducir cumplidos y repartir agravios, introdujo en un año de gobierno un léxico creativo para el insulto que según expertos habilita a los argentinos a multiplicar hostilidades en línea y en la calle. El líder ultraliberal llama “econochantas” a los economistas que considera “chantas” (farsantes) porque cuestionan su política económica, y “sindigarcas” a sindicalistas a quienes acusa de “garcas” (estafadores).
Milei se refiere a sus adversarios políticos como “mandriles”, “ratas”, “parásitos”, “degenerados fiscales” y “casta putrefacta”. “El discurso de Milei es atípico por su agresividad y violencia simbólica”, dijo a la AFP Ezequiel Ipar, director del Laboratorio de Estudios sobre Democracia y Autoritarismos (LEDA) de la Universidad Nacional de San Martín.
Los discursos de odio no nacieron con el presidente, prosigue, pero él sabe “organizarlos y orientarlos” para sintonizar con el malestar social. El vocero presidencial, Manuel Adorni, justifica el estilo del mandatario diciendo que se trata de “una persona súper respetuosa que defiende la libertad de expresión como nadie”.
Tal visión de la libertad de expresión como un “privilegio absoluto” es para Ipar un sello de las derechas radicales contemporáneas –con Donald Trump y el expresidente brasileño Jair Bolsonaro a la cabeza– y una “mala interpretación” que busca igualarla con la “libertad de agredir, de amenazar y de hacer discursos estigmatizantes”. El 65,7 % de los argentinos cree que “el odio y la intolerancia están aumentando” desde que gobierna Milei, según una encuesta de septiembre de la consultora Zubán Córdoba.
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Tropa y prensa
Milei, quien cumple el 10 de diciembre su primer año de gestión, también suele cargar contra la prensa. El mes pasado escribió en X que los periodistas son “delincuentes del micrófono”. En sus discursos suele atacar a los “periodistas ensobrados” (corruptos) y en un mitin reciente defendió a sus “trolls” por “mostrar la realidad” mejor que la prensa.
La Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (Adepa) denunció en septiembre el clima de “hostilidad” contra los medios de comunicación. “Las acusaciones y los denuestos presidenciales motorizan a un ejército de troles, con el amparo del anonimato y de un financiamiento opaco, que multiplican agresiones verbales y abren así rendijas a la violencia física”, escribió Adepa, al enumerar decenas de casos de periodistas y medios que sufrieron “imputaciones infundadas y descalificaciones estigmatizantes”.
Este “ejército de troles” es señalado por replicar y justificar los insultos del mandatario a través del acoso, la intimidación y el doxeo, es decir la publicación en línea de datos personales. Es lo que denunció el periodista Alejandro Alfie, quien afirmó haber sido víctima de doxeo tras escribir en agosto en el diario Clarín sobre los troles que atacan a la prensa. La campaña de hostigamiento de la que fue objeto fue denunciada por el Foro de Periodismo Argentino (FOPEA).
Algunos integrantes de la estrategia digital de Milei trabajan en el Estado y otros mantienen populares programas de streaming “libertarios”, en referencia a la ideología del presidente. Uno de estos célebres influencers es Daniel Parisini, conocido en X como “Gordo Dan” y que en noviembre denominó a la naciente agrupación política “Las Fuerzas del Cielo” como “el brazo armado de La Libertad Avanza”, el partido fundado por Milei. Se refería a los teléfonos móviles, “el arma más poderosa de la historia de la humanidad”.
Violencia digital
Pero el oficialismo no tiene el monopolio de la violencia verbal y, ocasionalmente, también física. Por ejemplo, el influencer libertario Franco Antúnez, conocido como “Fran Fijap”, asistió a una marcha opositora desde la cual publicó en la red X la frase “LTA (‘la tienen adentro’), zurdos”, repitiendo una expresión que suele utilizar el presidente.
A continuación, fue atacado por manifestantes y tuvo que refugiarse en un comercio. Al día siguiente, Milei lo recibió en su residencia. También el dirigente social Juan Grabois, de izquierda, se ha referido en las redes al gobierno como una “caterva de hijos de puta” formada por “empobrecedores vocacionales”.
La expresidenta Cristina Kirchner, líder de la oposición, mantiene por su parte ocasionales cruces de insultos con Milei. Para Ana Slimovich, doctora en Ciencias Sociales especializada en redes sociales, la comunicación confrontativa del gobierno “está tensionando los márgenes de lo que se puede decir y cómo puede decirse”, lo que genera “una amplificación de la violencia”.
“Los discursos de odio, la información falsa, la reproducción de estereotipos y la violencia digital han aumentado, lo que puede tener implicancias en el espacio público y, de hecho, las tiene”, dice a la AFP. Según Ipar, cuando la autoridad “se expresa de esta manera, autoriza a que otros desinhiban este tipo de violencia”.
Jubilados, los grandes perdedores
A los 80 años Alicia Ceresoli vive a duras penas de su jubilación. Añora “el olorcito a cuero” de unos zapatos nuevos y se le hace agua la boca por un filete de carne, lujos de una vida que describe empequeñecida desde que Javier Milei gobierna Argentina.
“Entonces pensás: ¿por qué alguien que está dirigiendo un país te tiene que clausurar tu vida? Es como si te dijeran ‘no comés, no comprás remedios y te morís’. Eso es dictatorial”, reflexiona sobre las penurias de los jubilados, parte del 53 % de pobres que tiene Argentina.
Ceresoli vive sola, agradece su buena salud y tener casa propia en Villa Adelina, periferia norte de Buenos Aires. Le alivia no pagar alquiler, cuyos precios liberó el gobierno, ni necesitar medicamentos, que se encarecieron 200 % en 12 meses.
Como casi 5 millones de jubilados -más del 60 % del total-, Ceresoli cobra un haber mínimo y un bono, con lo que su ingreso ronda los 320 dólares, un tercio de la canasta del adulto mayor estimada por la Defensoría del Pueblo. En diciembre tendrá un aumento de 2,7 %. “Es grotesco, son 300 pesos por día (30 centavos de dólar)”, dijo Eugenio Semino, Defensor de la Tercera Edad.
Según Milei, “en dólares, voló el poder adquisitivo de los jubilados” este año. Pero los precios se dispararon. “El gobierno dice ‘no hay plata’ y es mentira porque lo que ahorra del sistema jubilatorio es el gran equilibrante del superávit fiscal”, acotó Semino.
Vidas pequeñas
Al sopesar el logro del gobierno en obtener equilibrio fiscal después de décadas de déficit, “los jubilados son los grandes perdedores”, dijo a la AFP Gabriel Vommaro, sociólogo de la Universidad Nacional de San Martín. Según el Centro de Políticas Públicas (CEPA), “en el período enero-septiembre 2024, el 25,3 % del ajuste del gasto del Estado estuvo explicado por la pérdida de poder adquisitivo de jubilaciones y pensiones”.
Así lo experimenta Alicia. En su modesto hogar, sin televisión de pago, el lujo era comprar flores frescas “porque alegran la casa, pero están carísimas”. “Ahora pongo de plástico”, cuenta. Su primer trabajo fue a los 13 años en una fábrica de zapatos. “Me gustaría volver a sentir el olorcito de unas sandalias de cuero nuevas. ¿Carne? Ya no como. Dos bifecitos cuestan 6.000 pesos (seis dólares)”.
Sin embargo, lo que más la entristece es la estrechez de una vida reducida a lo esencial. Hasta el año pasado “un gustito de ir al cine me lo daba y después a comer pizza con una amiga. No era un lujo cinco estrellas, pero éramos felices”, recuerda. Ahora “nos vamos amargando porque la vida se va achicando como se achica el bolsillo”. Divorciada, su única hija vive a 300 km. Antes viajaba cada dos meses, pero ya no puede costearlo. “Me duele el corazón porque mi nietita menor tiene 10 años y la niñez se va. Yo tengo 80, no es que pueda esperar a que la economía mejore”.
“Peor que nunca”
Los miércoles reclama frente al Congreso con la agrupación “Jubilados insurgentes” por un haber “digno”. El ritual fue iniciado hace ocho años, mucho antes del gobierno de Milei. “No es nuevo que estamos mal, pero estamos peor que nunca”, afirma. Cuenta que más de una vez volvió “dolorida por los empujones de la policía” desde que el gobierno de Milei endureció el control de las manifestaciones.
Eso no amilana a Rubén Cocorullo, de 76 años, otro jubilado que nunca falta a las protestas. Debido a un infarto y tres stent que atribuye a “la mala sangre por tantos gobiernos malos”, toma medicamentos que hasta noviembre recibió gratis, pero que ahora debe pagar tras la restricción a la gratuidad impuesta por el actual gobierno.
El Ejecutivo también congeló desde marzo un bono mensual por unos 70 dólares que reciben las jubilaciones mínimas, en medio de una inflación cercana al 200 % anual. Además, clausurará desde 2025 un plan por el que se jubilan quienes no tienen los 30 años de aportes requeridos, una quimera en una economía con 40 % de informalidad.
Por esa esa vía se jubilan nueve de cada diez mujeres y ocho de cada diez varones que, a partir de 2025, sólo podrán tramitar una pensión, 20 % inferior a la mínina. “Este gobierno está ensañado con los viejos”, concluye Cocorullo.
Como técnico electromecánico, sobrevive reparando algún aparato que encuentra en la basura. “No me da vergüenza, vergüenza debería darle a este gobierno y a los delincuentes que están acá adentro y no nos defienden”, dice en una protesta frente al Congreso entre carteles con la leyenda “O comemos o compramos remedios”. Pese a no tener mayorías, Milei logró que el Congreso ratifique su veto a una ley que aumentaba jubilaciones un 8 %. En retribución, agasajó a los diputados que lo apoyaron definiéndolos como sus “87 héroes”.
Fuente: AFP.
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Mercosur “terminó convirtiéndose en una prisión”, dijo Milei
El presidente de Argentina, Javier Milei, advirtió el viernes que el Mercosur, el bloque comercial que su país fundó hace más de tres décadas con Brasil, Paraguay y Uruguay, “terminó convirtiéndose en una prisión” para sus socios, y llamó a buscar “una nueva fórmula”. El mandatario argentino destacó que, desde mediados de los años 1990 hasta ahora, la incidencia del Mercosur en el comercio mundial se redujo de 1,8% a 1,6%.
En la 65ª cumbre del Mercosur en Montevideo, la primera en la que participa desde que asumió el cargo hace un año tras su ausencia del encuentro anterior en Asunción, Milei criticó el Arancel Externo Común (AEC) fijado por el bloque, que según dijo encareció la producción local y “cerró innumerables vías comerciales”.
“Nos encerramos en nuestra propia pecera tardando más de 20 años en cerrar un acuerdo con el que hoy festejamos, que aún dista de ser una realidad”, apuntó, en alusión a la finalización de las negociaciones para un TLC entre el Mercosur y la Unión Europea, anunciada un rato antes como un hecho “histórico”.
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“El Mercosur, que nació con la idea de profundizar nuestros lazos comerciales, terminó convirtiéndose en una prisión que no permite que sus países miembros puedan aprovechar ni sus ventajas comparativas ni su potencial exportador”, aseguró Milei. “Este problema no es nuevo, pero si seguimos pretendiendo tratar de tapar el sol con las manos se volverá cada vez más difícil de solucionar”, alertó, y subrayó que el Mercosur “no puede seguir siendo un cepo”.
Por eso, llamó a los socios a buscar “una nueva fórmula”, de mayor flexibilidad, que sea en beneficio de todos. El Mercosur no permite que sus miembros negocien acuerdos comerciales con terceros sin la anuencia de los demás socios, una postura que defiende especialmente Brasil. “Ganemos autonomía, sin dejar de respetar los acuerdos que nos hermanan, y si lo que nos hermana es comerciar libremente entre nosotros, propongo que aflojemos las ataduras que hoy nos ahogan en vez de fortalecernos”, afirmó. “Espero que, sin anteojeras ideológicas, tengamos la honestidad intelectual suficiente para poder hacernos las preguntas difíciles y el coraje para tomar las decisiones necesarias”, concluyó.
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Fuente: AFP.