El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó este sábado que el mundo se está volviendo “un poco loco” en una reunión con su par francés, Emmanuel Macron, en París, donde participará en la reapertura de la catedral de Notre Dame. “Parece que el mundo se está volviendo un poco loco en estos momentos y hablaremos de eso”, afirmó Trump, en su primer viaje internacional desde que ganó las elecciones presidenciales en noviembre.

El presidente electo alabó las relaciones con su homólogo francés pese a las tensiones que se hicieron patentes entre ambos durante su primer mandato. “Teníamos una gran relación como todo el mundo sabe. Logramos muchas cosas”, dijo. Los dos políticos se abrazaron y se estrecharon la mano varias veces en la escalinata del palacio presidencial francés, donde Trump fue recibido con honores.

El mandatario francés reiteró que era “un gran honor para el pueblo francés darle la bienvenida” para la ceremonia de reapertura de Notre Dame, devastada por un incendio en 2019 cuando Trump cumplía su primer mandato. “Era presidente en ese momento y recuerdo la solidaridad y la reacción inmediata”, dijo Macron en inglés. Los temas que abordarán en la reunión de este sábado deben girar alrededor de las guerras en Ucrania en Oriente Medio, así como del comercio.

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EE. UU. no debe “involucrarse”

El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó el sábado en su plataforma Truth Social que su país no debía “involucrarse” en la situación en Siria, donde los grupos rebeldes comenzaron a rodear la capital, Damasco. “Siria es un desastre, pero no es nuestro amigo, y Estados Unidos no debería tener nada que ver con ello. Ésta no es nuestra lucha. Dejemos que (la situación) se desarrolle. No nos involucremos”, escribió el futuro presidente estadounidense unos minutos antes de su reunión con el presidente francés, Emmanuel Macron, en el Palacio del Elíseo de París.

Antes de su regreso a la Casa Blanca, el 20 de enero, el republicano pareció lanzar una advertencia al actual presidente estadounidense Joe Biden contra toda voluntad de intervenir en Siria, a pesar de la ausencia de señales en ese sentido por parte de la administración demócrata. Durante su primer mandato, Trump siempre afirmó que pondría fin a las guerras en las que su país participa, abogando por una línea más aislacionista.

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En ese sentido, firmó un acuerdo con los talibanes para la retirada de las tropas estadounidenses de Afganistán. Durante la campaña presidencial de este año dijo también que podría poner fin a las guerras de Ucrania y Gaza “rápidamente”. Este sábado el magnate republicano fustigó el papel de Barack Obama en la situación en Siria.

“El presidente Obama se negó a cumplir su promesa de proteger la línea roja y se desató el infierno. Rusia tomó el control”, dijo. En 2013, el conflicto entre el régimen de Bashar al Asad y los grupos rebeldes alcanzó un importante punto de inflexión cuando un ataque químico atribuido al gobierno en zonas rebeldes cercanas a Damasco mató a más de 1.400 personas, según Estados Unidos.

Obama, que había hecho de esto una línea roja, abandonó los ataques punitivos en el último minuto, sellando un acuerdo con Rusia para desmantelar el arsenal químico sirio. “Rusia, porque está tan enredada en Ucrania, (...) parece incapaz de detener esta marcha literal a través de Siria, un país que ha protegido durante años”, lanzó Trump el sábado. “Pero ahora (los rusos), como tal vez el propio Asad, están de salida, y eso puede ser en realidad lo mejor que les puede pasar”, añadió, antes de comentar: “En realidad nunca hubo ningún interés en Siria para Rusia, aparte de poner en ridículo a Obama”.

Fuente: AFP.

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