Uno de los fundadores del cártel de Medellín y exsocio de Pablo Escobar, Fabio Ochoa Vásquez, salió de una prisión federal estadounidense donde cumplía condena por tráfico de cocaína, informaron las autoridades penitenciarias. Según la Agencia Federal de Prisiones (BOP) estadounidense, Ochoa ha quedado en libertad el martes pasado tras cumplir condena.
Junto con sus hermanos Jorge y Juan David se alió con Pablo Escobar, líder del desarticulado cártel cocainero que fue abatido el 2 de diciembre de 1993 por la policía colombiana. Fabio Ochoa se entregó a la justicia colombiana en 1990 al amparo de una ley especial emitida por el gobierno del entonces presidente César Gaviria (1990-94), que contemplaba rebaja de penas y la no extradición para los criminales que claudicaran, confesaran sus delitos y delataran a sus socios.
Quedó en libertad en 1996 tras purgar una condena de casi seis años en la cárcel de alta seguridad de Itagüí, próxima a Medellín. Sin embargo, volvió a ser arrestado en octubre de 1999 en el marco de la multinacional “operación Milenio” que permitió detener a decenas de presuntos capos del narcotráfico.
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Fue extraditado a Estados Unidos. En agosto de 2003 fue condenado en Miami a 30 años y cinco meses de cárcel y al pago de una multa de 25.000 dólares al ser declarado culpable de participar en una organización que ingresó un promedio de 30 toneladas mensuales de cocaína al país entre diciembre de 1997 y octubre de 1999.
Varios miembros de la organización testificaron contra Ochoa tras llegar a un acuerdo con la fiscalía estadounidense. El 97 % de la cocaína que entra en Estados Unidos procede de Colombia. Según un informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito publicado en octubre, la producción de cocaína en el país se disparó 53 % en 2023 hasta alcanzar las 2.600 toneladas.
Fuente: AFP.
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Colombia: ordenan cazar los hipopótamos de Pablo Escobar
El Tribunal Administrativo de Cundinamarca ordenó al Gobierno colombiano iniciar con la erradicación de los hipopótamos que instaló el narcotraficante Pablo Escobar en su zoológico de la conocida como Hacienda Nápoles, en el departamento de Antioquia.
La sentencia insta al Ministerio de Ambiente a evitar la reproducción de estos animales en un plazo de tres meses ante su proliferación descontrolada que afecta principalmente al municipio de Puerto Triunfo, informa la prensa colombiana. Activistas de la zona denunciaron ante el tribunal la omisión de las autoridades ante este caso.
“La presencia de estos animales, introducidos de manera ilegal en la década de los 80, ha generado una amenaza significativa a la biodiversidad local, afectando a especies nativas tales como las nutrias, las tortugas, los manatíes, los bagres rayados, entre otros peces, mamíferos, aves y plantas que forman parte de los ecosistemas afectados”, explica el documento de alegato del activista demandante.
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Esta “especie invasora” ocasiona un impacto ambiental negativo en los ecosistemas locales y viola el derecho constitucional de las comunidades a “disfrutar de un ambiente sano”, según la denuncia. El demandante alega además que existen evidencias científicas que demuestran lo dicho anteriormente, sin embargo las autoridades hayan realizado “una intervención oportuna y eficaz”.
El Tribunal Administrativo acogió estos argumentos y ordenó al Gobierno cubrir los gastos de esterilización y reubicación de esta especie para evitar su reproducción, así como realizar un rastreo y búsqueda de los animales para evitar su expansión.
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Fuente: Europa Press
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Embargan una casa de Pablo Escobar en Medellín
La fiscalía de Colombia anunció este viernes el embargo de una propiedad que perteneció a Pablo Escobar, donde funcionaba hasta hace poco un museo repleto de objetos alusivos al poderoso narcotraficante abatido en 1993.
La vivienda incautada en Medellín (noroeste), “habría sido adquirido por Pablo Emilio Escobar Gaviria”, con dinero obtenido de sus actividades como narcotraficante y líder del cartel de Medellín entre las décadas de 1980 y 1990, aseguró la fiscalía en un comunicado difundido el viernes.
El inmueble fue “puesto a nombre de testaferros” y- además del museo- alberga a Roberto de Jesús Escobar, hermano de Pablo Escobar.
“Lo ha ocupado de manera ininterrumpida, ha promovido varias mejoras y adecuaciones, y logró que en los registros públicos quedara a título de una mujer” quien hoy funge como propietaria, asegura el comunicado.
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“Fue objeto de varios traspasos con el fin de evitar la persecución de este bien por parte del Estado”, dijo a la W Radio el viernes Liliana Donado, directora de la unidad de extinción de dominio de la fiscalía.
El ente acusatorio difundió varias fotografías donde se ve una colección de objetos alusivos al narcotraficante, como un automóvil y una motocicleta, expuestos tras una vitrina, cuadros, fotografías y hasta representaciones de Escobar en figuras de plástico.
La investigación fue liderada por la sección de Finanzas Criminales de la fiscalía, que avalúa el inmueble en unos 12.000 millones de pesos, casi 3 millones de dólares.
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Pablo Escobar, el barón de la cocaína que sembró el terror en su guerra contra el Estado para evitar la extradición a Estados Unidos, fue abatido en un operativo en 1993.
Se le atribuye el asesinato de al menos 5.000 personas entre civiles, jueces, periodistas, políticos y candidatos, además de cientos de atentados con explosivos en Medellín, Bogotá, Cali y Pereira.
Fuente: AFP.
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Hipopótamos, preocupante legado de Pablo Escobar
Uno de los animales más peligrosos de África pasa frente a una docena de curiosos en una calle del pueblo de Doradal, en Colombia, adonde los hipopótamos llegaron por capricho del narcotraficante Pablo Escobar. Esterilización, traslados internacionales, cacería: todas las posibles soluciones están sobre la mesa ante la peligrosa “invasión” de unos 160 animales que se reproducen sin control en esa zona del departamento de Antioquia, en el noroeste del país.
La bestia de enormes colmillos y más de dos toneladas camina a sus anchas y es ahora atractivo de miles de turistas que llegan seducidos por la que fue la extravagante hacienda del barón de la cocaína. Tras la muerte de Escobar a manos de la policía durante un intento de fuga en 1993, la pequeña manada de hipopótamos que había llevado a su zoológico privado quedó abandonada a su suerte en una zona donde abunda el alimento y no hay grandes predadores.
Hoy son decenas de ejemplares, temidos y adorados por igual en la región. Figuras de hipopótamos decoran el parque central del pueblo, la fachada de muchos negocios y otras se venden como recuerdos turísticos. Existe además un tráfico de crías que se ofrecen como mascotas, se rumorea entre pobladores.
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Ante la que podría ser la mayor manada de hipopótamos fuera de África una “tragedia” es inminente, advierten expertos. Hace unos meses, uno de ellos interrumpió un encuentro de niños y padres en el jardín de la escuela Balsora, en una zona rural de Doradal.
“Las mamás se asustan mucho al ver un animal de este tamaño (…) percibimos el peligro y nos trasladamos” a las aulas, relata a la AFP la profesora Dunia Arango, habituada a dar clases con el ruido gutural de los hipopótamos de fondo. Aquella vez, el animal se alimentó de los frutales que rodean la escuela y luego siguió su rumbo hacia un mercado.
Feroces e impredecibles
Una nueva manada se está consolidando en un pequeño lago a unos 20 metros de la escuela, explicó David Echeverri, funcionario de la autoridad ambiental local (Cornare). “Hay como 35 niños jugando, se pueden acercar mucho y generar una tragedia”, advierte el experto. A sus espaldas una familia de tres hipopótamos se mueve en el agua plácidamente sin ninguna clase de encierro.
“Si bien los ves muy tranquilos, en cualquier momento, en su comportamiento tan impredecible, pueden atacar, como ya ha pasado”, agrega. De su lado, el pescador John Aristides (33 años) recuerda muy bien aquella tarde de octubre de 2021 cuando lanzó su caña a la orilla de un riachuelo:
“Cuando estiré la mano (...) (el hipopótamo) se me tiró y me dio en la cabeza con los labios”, evoca Aristides, quien resbaló en su huida y no pudo evitar que el animal le mordiera el brazo izquierdo. “Me apretó y me lanzó por ahí a dos metros (…) no me arrancó el brazo porque tiene los dientes muy gruesos”, agrega el sobreviviente que pasó casi un mes hospitalizado.
Es lo más cercano a un encuentro fatal en Colombia, pero “si no hacemos nada lo que nos espera son miles de hipopótamos deambulando”, anticipa Echeverri, quien hace un par de semanas enterró a uno arrollado por un conductor.
¿Cacería con disparos?
Otro pescador, Álvaro Díaz (40), ofrece recorridos turísticos para avistar al pesado mamífero en las riberas del Magdalena, el río más largo de Colombia y por donde se expande la presencia de los hipopótamos. Cuando los nota “molestos” se mantiene a unos 30 metros, aunque a veces llega a estar a diez.
“Los vemos muy frecuentemente (…) convivimos con ellos pacíficamente”, sostiene Díaz en su canoa. El corpulento pescador aboga por un “control poblacional” como solución, con castraciones y anticonceptivos. La Cornare ha probado ambas estrategias, pero según Echeverri resultaron “costosas y poco efectivas”.
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El año pasado el Ministerio de Ambiente declaró a los hipopótamos “especie invasora”, abriendo la puerta a eventuales cacerías de este animal. Echeverri anota que sacrificarlos “sin dolor, con una metodología técnicamente correcta, tampoco es fácil” ya que implica capturarlos y sedarlos para realizar una especie de eutanasia.
Una investigación de la estatal Universidad Nacional estima que para 2035 la población podría llegar a mil hipopótamos y plantea la posibilidad de una eliminación con armas de fuego, pero Echeverri y vecinos lo rechazan.
Derivados a zoológicos
En un esfuerzo por “salvar su vida”, la gobernación de Antioquia reveló a comienzos de año un plan para trasladar unos 70 hipopótamos a santuarios de fauna en México e India. Solo falta el visto bueno de autoridades de Colombia y demás países. Echeverri ya lideró la captura y envío de siete ejemplares a zoológicos dentro del país y dice que el plan es “posible y necesario”.
Biólogos también advierten que la invasión de estos animales desplaza a la fauna local, incluido el manatí, un mamífero hervíboro que está en la lista de especies amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
Los ganaderos reniegan por los daños que ocasionan, pero los demás pobladores se han encariñado: “No se los lleven todos. Ya es cultura de nosotros convivir con ellos y tener esta población que nos acompañe es bonito”, justifica la profesora Arango, con un ojo puesto en sus alumnos.
Fuente: AFP.
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Hijo de Pablo Escobar critica la narcocultura generada por series de Netflix
El hijo del extinto capo del narcotráfico colombiano, Pablo Escobar, lamentó que muchos jóvenes quieran ser todavía como su padre tras ver series de Netflix como la dedicada a su vida. Sebastián Marroquín criticó con dureza la “narcocultura” ensalzada según él por los medios de comunicación y series como “El patrón del mal” de la plataforma Netflix, tras aceptar la invitación a Chile hecha por el Consejo para la Transparencia y la municipalidad de La Florida, en Santiago.
“Hoy Pablo Escobar, a 30 años de su muerte, genera más noticias que cuando estaba vivo”, dijo Marroquín, en una conferencia en la capital chilena, en momentos en que se denuncia un aumento de las actividades del crimen organizado en el país. Producto de lo que calificó como una glorificación de la actividad criminal y del personaje de Pablo Escobar, hoy “muchos jóvenes me escriben diciéndome: vi la película, vi la serie y quiero ser como tu papá”.
Sebastián Marroquín adoptó esa identidad a los 16 años, cuando junto a su familia se refugió en Buenos Aires tras la muerte de Pablo Escobar, extinto jefe del cartel de Medellín abatido por las fuerzas de seguridad colombianas en 1993.
En la capital de Argentina se instaló junto a su madre, María Isabel Santos, y su hermana. Estudió arquitectura y diseño y dedica gran parte de su tiempo a exponer sobre lo que considera la imagen real de Pablo Escobar, y no aquella que muestran las series.
“Mi padre no debe ser retratado como un caso de éxito, porque nunca pudo disfrutar nada”, afirmó. “Yo me siento muchísimo más rico que mi padre, porque soy un hombre libre”, agregó Marroquín, al tiempo que contó que hoy es amigo de la mayoría de los hijos de los narcotraficantes que fueron enemigos de su padre y que les ha pedido perdón a centenares de sus víctimas.
Consultado sobre alguna recomendación para derrocar al narcotráfico, Marroquín se mostró partidario de regularizar el consumo de las sustancias. “Toda esa maquinaria de la prohibición ha generado este contexto”, dijo.
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Fuente: AFP.