El Comité Europeo de Empresas Vitivinícolas (CEEV), del que forma parte la Federación Española del Vino (FEV), ha reiterado su “firme apoyo” al acuerdo entre la UE y los países del Mercosur, subrayando el “papel fundamental” que desempeñará este acuerdo para garantizar la sostenibilidad económica a largo plazo de las bodegas europeas, según informa en un comunicado.

“Después de 25 años de negociaciones, ha llegado el momento de finalizar y ratificar rápidamente este acuerdo. Las disposiciones iniciales sobre el acceso al mercado del vino y la protección de las indicaciones geográficas ya eran prometedoras, pero las últimas revisiones que abordan los problemas medioambientales aportan beneficios adicionales a ambas partes. En estos tiempos difíciles, el acuerdo representa una oportunidad vital para las empresas vinícolas europeas de acceder a nuevos mercados y atraer a más consumidores de vino”, ha asegurado el presidente del CEEV, Mauricio González-Gordon.

En concreto, el acuerdo, que reduce los aranceles y simplifica las regulaciones comerciales entre la Unión Europea y los países del Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Bolivia), está destinado a “impulsar significativamente” las exportaciones de vino europeo. En el caso de España, el acuerdo se traduciría para el sector vitivinícola en una oportunidad para la diversificación de mercados dentro de una región que alberga a más de 300 millones de personas.

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Así, según el informe bilateral Mercosur 2023, elaborado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación de España, vino y mosto ocupan el segundo lugar de los productos más exportados por la Unión Europea al bloque. Según cifras del Observatorio Español del Mercado del Vino, la exportación de vino a Brasil alcanzó en el primer trimestre del 2024 la cifra de 2,2 millones de litros por valor de 5,3 millones de euros, con crecimientos superiores al 20 % en valor tanto en 2023 como en el primer trimestre de este año.

El director general de la Federación Española del Vino, José Luis Benítez, ha mostrado su firme apoyo al acuerdo. “En la FEV apoyamos de manera general los tratados de libre comercio como catalizadores para nuestras exportaciones, que son una base importante de nuestro crecimiento y competitividad y Mercosur es un claro ejemplo de ello, un bloque con el que además compartimos vínculos culturales e históricos e incluso el idioma en muchos casos. Esperamos que la entrada en vigor del acuerdo permita que nuestras exportaciones continúen creciendo en valor y fortalezcan aún más nuestra marca país”, ha subrayado. Las bodegas han señalado que este acuerdo está además en sintonía con el compromiso del sector vitivinícola europeo hacia la sostenibilidad y las prácticas comerciales responsables.

Sector de aceituna de mesa

La Asociación Española de Exportadores e Industriales de Aceitunas de Mesa (Asemesa) ha reiterado su rechazo al acuerdo UE-Mercosur por el que la aceituna española que se exporta a los países de Mercosur “se mantendrá gravada con aranceles del 12,6 %, mientras que las importaciones procedentes de los países sudamericanos se irán liberalizando”.

Al respecto, afirma en un comunicado que los aranceles de entrada de estos países en la UE irán desapareciendo progresivamente desde el 12,8 % actual hasta su total eliminación en siete años, dando lugar a un “grave desequilibrio competitivo”.

Según Asemesa, ello constituye “una nueva amenaza” para el sector de la aceituna española, que “atraviesa en los últimos años una situación muy complicada por la creciente competencia que sufre en sus principales mercados, como es el caso de Estados Unidos, donde además soporta los aranceles a la aceituna negra”.

La situación es más grave aún, ha añadido la asociación, dado que Egipto, “uno de los grandes competidores de España, tiene desde 2017 un acuerdo comercial con Mercosur gracias al cual los aranceles a las aceitunas egipcias desaparecerán totalmente en 2027 mientras se mantendrán los de las aceitunas procedentes de la UE y de España”.

Por lo tanto, el impacto de esta situación es “doblemente perjudicial para la aceituna española”. Por un lado, “pérdida del mercado brasileño, que es uno de los grandes mercados consumidores de aceitunas del mundo, con un consumo anual medio de más de 120 millones de kilos; de hecho, la aceituna de España ya está siendo sustituida por la de Egipto por su bajo precio”. Y, por otro, según Asemesa, “la posible entrada en España de aceituna proveniente de Argentina, que se irá beneficiando de la rebaja de aranceles desde la firma del acuerdo”.

El secretario de Asemesa, Antonio de Mora, considera que aún se está a tiempo de evitar este “nuevo golpe” para el sector y espera que la Comisión “sea más sensible” con la aceituna de mesa de España e impida este “nuevo desaguisado”, que se sumaría a la pérdida del mercado de aceituna negra de EE.UU. debido a los aranceles impuestos por el gobierno del país norteamericano.

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Organizaciones de consumidores

La Federación de Consumidores y Usuarios (CECU), la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) y Amigos de la Tierra han solicitado al Gobierno que no apoye el acuerdo entre la Unión Europea y el Mercosur, ya que va en conta de los intereses de los agricultores y consumidores españoles.

En un comunicado emitido este miércoles, han trasladado que el acuerdo no va a salvaguardar los intereses ni de las agricultoras y ganaderas ni de las personas consumidoras, así como tampoco se va a ajustar a los objetivos de sostenibilidad de la Unión Europea. Además, han lamentado que el acuerdo, cuyas negociaciones parecen estar llegando a su fin, contradice las recomendaciones del Diálogo Estratégico sobre el Futuro de la Agricultura de la UE.

Los participantes de toda la cadena de suministro de alimentos también han subrayado la importancia de ajustar las importaciones de alimentos a las normas de la UE en materia de seguridad alimentaria, bienestar animal y medio ambiente. En esta línea, las tres organizaciones firmantes piden una mayor coherencia entre las políticas comerciales de la UE y los requisitos de sostenibilidad.

Del mismo modo han apuntado que, “sin ir más lejos”, el acuerdo podría producirse justo cuando la UE ha suspendido las importaciones de carne de vacuno brasileña por contener hormonas prohibidas en la producción ganadera hace décadas por la UE. El director de CECU, David Sánchez, ha comentado que las personas consumidoras esperan que sus alimentos cumplan las mismas normas estrictas que los producidos en la UE.

“Lamentablemente, este acuerdo impulsará el comercio de productos, como la carne, que no cumplen las normas de la UE, además de obstaculizar los esfuerzos para reducir la huella climática de la UE y cambiar a dietas más saludables. En la actualidad, la política comercial choca con nuestra estrategia de sostenibilidad”, ha expresado.

Por su parte, Andoni García, miembro de la Comisión Ejecutiva de COAG, ha señalado que las personas del modelo social y profesional de agricultura y ganadería no pueden ser “moneda de cambio” frente a los intereses económicos de grandes empresas en otros sectores. “Este tipo de acuerdos de liberalización comercial destruyen el tejido productivo de pequeñas y medianas explotaciones y sólo benefician modelos uberizados de agricultura y ganadería en cualquier parte del territorio”, ha compartido.

Fuente: Europa Press.

Etiquetas: #Mercosur

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