El presidente de Argentina, Javier Milei, ha cesado este miércoles a la ministra de Exteriores, Diana Mondino, después de que Buenos Aires haya votado a favor de poner fin al embargo económico impuesto por Estados Unidos a Cuba en la Asamblea General de Naciones Unidas.
“El nuevo canciller de la República Argentina es el señor Gerardo Werthein”, ha informado el portavoz del Gobierno, Manuel Adorni, en un escueto mensaje publicado en la red social X, refiriéndose al reemplazo de Mondino, quien fue embajador en Estados Unidos.
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Cuba busca desde 1992 evidenciar en la ONU el generalizado recelo internacional sobre este “bloqueo” y ha vuelto a obtener el respaldo de 187 países ante la Asamblea, incluyendo el de Argentina. Solo dos delegaciones han votado en contra: Estados Unidos e Israel.
Fuente: Europa Press
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Javier Milei mira las presidenciales norteamericanas con la esperanza puesta en Trump
- Por Ricardo Rivas
- Corresponsal en Argentina
- X: @RtrivasRivas
Una buena parte de las esperanzas del gobierno del presidente Javier Milei está puesta en el resultado de las elecciones presidenciales en los Estados Unidos. Faltan 8 días para esos comicios. La ilusión oficialista apuesta a que Donald Trump regrese a la Casa Blanca.
La especulación es que con el republicano nuevamente en el salón oval todo fluirá aceleradamente para alcanzar un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) porque, “el FMI no hace nada que Estados Unidos no quiere que haga”, según el exembajador argentino en Washington Jorge Argüello. Dos interrogantes reflexivos: 1) ¿Será tan así? Suena a simplificación. Y 2) ¿Alguien puede asegurar que quien habite desde el próximo 20 de enero la Casa Blanca querrá un nuevo acuerdo entre el Fondo y este país? En los dos casos, habrá que ver.
Especialmente porque, en el Directorio del Fondo convergen además otros países que, especialmente en cuestiones económicas y financieras, no coinciden en muchos casos con los deseos de los Estados Unidos y/o con las miradas argentinas en política exterior y, más aún, algunos de ellos son acreedores de este país en otros foros y espacios como lo es, concretamente, el llamado Club de París en el que convergen 22 estados a los que Argentina les debe desde muchos años o muchas crisis.
“Make Argentina great again”, dijeron al unísono Trump y Milei meses atrás en USA durante un acto de campaña del primero cuando el segundo realizó el primero de sus viajes privados a tierras norteamericanas. “Espero verlo otra vez, la próxima como presidente”, expresó entonces con fervor y sin rubor alguno el argentino dirigiéndose al estadounidense que en muy poco y casi nada coincide ideológica y prácticamente con el jefe de Estado local.
De hecho, mientras que el señor Javier Milei aquí pregona contra el Estado desde su perspectiva libertaria, Trump entre 2016 y 2020, durante su presidencia, impuso fuertes regulaciones con sesgo nacionalista al funcionamiento económico estadounidense.
Mientras, en el vecindario, el centro izquierda pugna por regresar al poder en Uruguay, pero no todo está dicho, habrá segunda vuelta. Pero más allá de ello, Javier Milei no mira mucho el por aquí. Su mirada y propósito de construcción vincular entre mandatarios no parece circular de la mano con los intereses estratégicos del país exclusivamente, sino que aparentan estar más cercanas a sus propias miradas ideológicas personales que, sin embargo, sabe dejar a un costado del camino cuando el pragmatismo se lo exige o, como se suele decir, “cuando no queda otra opción”.
De hecho, dos viajes oficiales emergen en el horizonte externo. El 18 y 19 de noviembre próximos estará en Río de Janeiro, Brasil, para participar de la cumbre del G20, donde el protocolo indica que deberá interactuar con el presidente anfitrión, Luiz Inácio “Lula” da Silva con el que claramente no se lleva desde tiempos de campaña. Enorme expectativa. Quienes se encuentran cercanos al mandatario argentino –con reserva de sus identidades– dicen a La Nación que Milei, “volverá a expresar sus diferencias con la Agenda 2030, con las políticas de género y familia que, en una declaración reciente, en Brasilia, rubricaron todos los países que participaron de la preparatoria del cónclave con excepción de Argentina”.
Semanas después –aunque aún no hay fecha cierta– el presidente argentino viajará a la República Popular China para reunirse con su homólogo asiático Xi Jinping donde deberá –así lo exige el protocolo a visitantes oficiales– rendir honores ante el mausoleo en donde descansan los restos de Mao Zedong, quien en 1949 dejó atrás los tiempos imperiales del gigante asiático para fundar un estado comunista que, como genérico, por decirlo de alguna manera, no son del agrado del señor Milei. Pese a ello, la decisión está tomada.
“Los chinos lo único que piden es que no los molesten”, dijo el presidente argentino cuando conversó en la tele con la entrevistadora Susana Giménez para justificar la decisión de viajar.
El señor Milei agradecerá a Xi Jinping la renovación que ordenó semanas atrás del swap de monedas que desde 2011 sostienen los dos países. En el momento de decidir esa continuidad el estadista chino resolvió una grave emergencia financiera argentina cuando este país solo atesoraba carencias en el Banco Central (BCRA). China, vale recordarlo, también es un actor relevante en el directorio del FMI.
En el plano interno la semana que pasó el Gobierno la utilizó para tomar la iniciativa y recuperar protagonismo y centralidad en la arena política. Eliminó la AFIP (Administración Federal de Ingresos Públicos) y, en el mismo acto administrativo creó ARCA (Agencia de Recaudación y Control Aduanero) que tendrá la misma misión que la anterior, pero –al parecer– con una estructura más reducida para recaudar y hacer inteligencia económica y financiera.
En ese contexto reformista, el señor Milei también decidió ir contra los medios y periodistas independientes. En la misma decisión reimplantó la obligatoriedad del pago del IVA (impuesto al valor agregado) a las empresas informativas y a los portales digitales lo que dio por tierra con una decisión en sentido opuesto que en 2018 impulsó el expresidente Mauricio Macri (2015-2019) con el objeto de facilitar la circulación informativa para fortalecer el sistema democrático.
Un par de días antes de que se conociera formalmente esa reforma tributaria, la Unesco distribuyó un reporte titulado “El uso indebido de la legislación financiera para presionar, silenciar e intimidar a periodistas y medios de comunicación” en el que justamente se describen acciones gubernamentales muy similares a las anunciadas por el Gobierno argentino (https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000391483_spa) para censurar a la prensa.
Pero fue por más. Pese a que se trata de una tramitación de práctica desde muchos años se anunció como novedad que se exigirá a 10 mil empleados públicos que inicien sus trámites jubilatorios porque se encuentran en edad de hacerlo. En la misma línea –como varios gobiernos anteriores– se informó nuevamente la privatización del ferrocarril Belgrano Cargas.
En cuanto al panorama financiero esta semana se inicia con la tasa de riesgo país por debajo de los mil puntos –la más baja en los últimos cinco años según algunos analistas– una noticia más que positiva para la búsqueda de créditos en los mercados voluntarios que posibilitó también una suba en la cotización de los bonos del Tesoro y un leve crecimiento en las reservas que atesora el BCRA que, no obstante, aún se estiman negativas en unos USD 3 mil millones.
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Argentina anuncia otro despido masivo
El gobierno argentino de Javier Milei anunció este lunes el despido de 3.155 empleados de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), que será reemplazada por la futura Agencia de Recaudación y Control Aduanero, un nuevo organismo similar pero con “una estructura simplificada”.
De acuerdo a un comunicado emitido por la Oficina del Presidente y difundido en la red social X, el gobierno argentino procederá a disolver la Administración Federal de Ingresos Públicos, y en su reemplazo creará la Agencia de Recaudación y Control Aduanero. Serán desvinculados 3.155 agentes que ingresaron de manera irregular a la AFIP durante el último gobierno.
Se trata de un recorte del “15% de la dotación actual”, lo que el ejecutivo considera “un paso imprescindible para desmantelar la burocracia innecesaria que ha obstaculizado la libertad económica y comercial de los argentinos”.
Además de reemplazarse a la AFIP por la ARCA, se reducirán salarios de los altos cargos del organismo y se buscará “la destrucción de circuitos corruptos”, según el boletín.
El presidente ultraliberal Javier Milei ha aplicado numerosas medidas desreguladoras en la economía local y en la estructura estatal, reduciendo los ministerios de 18 a ocho y achicando o eliminando otros organismos estatales.
Consecuencia de sus recortes y su política económica, Milei ha conseguido superávit en las cuentas públicas.
Pero la economía doméstica sufre de una recesión económica, con una inflación que en septiembre fue de 209% y una pobreza que alcanzó en la primera mitad del año al 52,9% de la población.
Fuente: AFP
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Estudiantes se rebelan
- Buenos Aires, Argentina. AFP.
Estudiantes de universidades públicas argentinas escalaron el conflicto contra el recorte de presupuesto del gobierno de Javier Milei, con decenas de clases públicas, tomas de facultades y una marcha de antorchas prevista para el anochecer, como antesala de una movilización federal aún sin fecha definida.
En la Universidad de Buenos Aires, las facultades de Derecho, Medicina, Filosofía y Letras, Ciencias Económicas, Sociales y Ciencias Exactas llevaron sus clases a la calle en señal de protesta contra al ajuste económico a las altas casas de estudio donde cursa el 80 % de los universitarios de Argentina.
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“La universidad pública no se toca”, dijo Milei, pero no cederá a reclamos
El presidente argentino, Javier Milei, dijo el martes que la universidad pública “no está en discusión”, pero afirmó que no cederá a los reclamos por más presupuesto cuando se multiplican las protestas estudiantiles en las altas casas de estudios. “Acá no está en discusión la universidad pública ni que sea no arancelada. Eso no se toca”, dijo Milei en una entrevista con el canal de televisión LN+. “Gratuita no es, alguien la está pagando, la pagan los que no van”.
“Yo no voy a ceder”, advirtió el presidente, consultado sobre los reclamos que ponen el eje en los magros salarios de los docentes, que se sitúan bajo la línea de la pobreza y están causando masivas renuncias, según alertaron los rectores de las principales universidades públicas que concentran el 80 % de la matrícula superior. El presidente vetó hace dos semanas una ley que aumentaba fondos para las universidades por considerar que ello ponía en jaque el equilibrio fiscal, pilar de su gobierno, pese a que la oficina de presupuesto del Congreso calculó su impacto en 0,14 % del PIB.
Los estudiantes se pusieron en pie de guerra luego de que el Congreso ratificara el veto presidencial el miércoles pasado pese a masivas marchas para reclamar mayor presupuesto para las universidades. Milei ha centrado su postura en las auditorías a las universidades, al echar un manto de sospecha sobre la adjudicación de los fondos públicos que estas reciben. “Este revuelo es tomar una causa noble, como la universidad y ocultar los curros (delitos) de los delincuentes”, afirmó el presidente. “¿Por qué tanto problema porque las queremos auditar? ¿Quién no quiere ser auditado? El que está sucio”.
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Las universidades cumplen con auditorías internas ordinarias, sin embargo, la Auditoría General de la Nación (AGN) tiene pendiente su plan de revisiones, que incluye a varias universidades. Este plan debe ser aprobado por una comisión parlamentaria cuya conformación no ha sido completada por el propio gobierno. Más tarde el martes, el Ejecutivo permitió que un organismo que depende de la presidencia (SIGEN) audite las universidades. Milei desafió al Congreso a que reasigne las partidas del presupuesto para financiar las demandas universitarias.
“Pueden discutir el presupuesto y poner el número que quieran. Mientras me respeten el déficit cero, no me importa”, dijo el presidente. “Que digan a quién le sacan”, agregó. El gobierno prorrogó para 2024 el presupuesto universitario de 2023 pese a que la inflación, de las más altas del mundo, marcó en septiembre un 209 % interanual. Para 2025, el gobierno presupuestó para las universidades públicas la mitad de los fondos que los rectores manifestaron necesario para garantizar el funcionamiento.
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Fuente: AFP.