Más de un millón de pasajeros se ven afectados este miércoles por una huelga de transporte en Argentina, que no incluye al gremio de autobuses, en rechazo al ajuste del presidente ultraliberal Javier Milei, el aumento de la pobreza y el intento de privatizar la estatal Aerolíneas Argentinas.

Hay “más de un millón de pasajeros afectados y más de 1.800 trenes sin circular”, informó a la AFP un vocero de la estatal Trenes Argentinos, que maneja las principales líneas de pasajeros de Buenos Aires.

Además de los principales gremios ferroviarios, a la medida de fuerza se plegaron los de transporte fluvial, aeronáuticos, taxistas, subterráneos y camioneros, afectando además el traslado de mercaderías.

“Hay un sector importante de la población que la está pasando mal”, comentó Pablo Moyano, cosecretario de la principal central sindical argentina, CGT.

El subte y los trenes también se unieron a la huelga de transporte. Foto: Archivo

“Hoy estamos defendiendo la soberanía del transporte nacional, en todas las modalidades, para que no nos invadan los extranjeros por dos mangos (dos monedas)”, dijo a Radio 10.

La estatal Aerolíneas Argentinas indicó en un comunicado que 27.700 pasajeros y 263 vuelos resultaron afectados.

También se adhirieron trabajadores estatales, universitarios, estudiantes y otros gremios contra el ajuste del gobierno y la pérdida del poder de compra de los salarios.

“Estamos peleando no solo por cuestiones sectoriales, sino por la educación, la salud, los jubilados y por todo lo que este gobierno está destruyendo”, declaró el martes el secretario general de la Asociación Argentina de Aeronavegantes, Juan Pablo Brey.

Dante Medina, quien trabaja en la alimentación, dijo a la AFP frente a la estación de trenes de Retiro que le parecía “injusto eso de que paguen todos los demás por los reclamos que ellos tengan que hacer”.

El principal sindicato de conductores de autobuses, que no se adhirió a esta medida y había programado un paro separado el jueves, anunció su suspensión porque llegó a “un principio de acuerdo” de recomposición salarial con el gobierno, informó la prensa.

El secretario de Transporte, Franco Mogetta, dijo a radio Mitre que el paro es “un boicot político de un grupo de dirigentes que está mirando sus propios intereses”.

Desde su asunción en diciembre, Milei aplicó duras medidas de desregulación de la economía y de recorte sobre el gasto público y como consecuencia el Ejecutivo consiguió superávit en las cuentas públicas.

Pero la economía doméstica sufre de una recesión económica, con una inflación que en septiembre fue del 209% y una pobreza que en la primera mitad del año alcanzó al 52,9 % de la población.

Fuente: AFP

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