El expresidente uruguayo José “Pepe” Mujica, muy debilitado por complicaciones de su tratamiento contra un cáncer de esófago, dijo este domingo que quizás sea su “último voto”, al sufragar en los comicios generales del país, en los que su delfín es favorito.
El exguerrillero de 89 años fue uno de los primeros en votar este domingo en una escuela en el barrio Cerro, una zona empobrecida del oeste de Montevideo. “Capaz que es mi último voto”, dijo Mujica en silla de ruedas y rodeado de cámaras. “Capaz. No tengo ganas (de que lo sea), pero...”, indicó.
Presidente de 2010 a 2015 y una de las figuras más populares de Uruguay, Mujica es el mentor de Yamandú Orsi, con quien el partido izquierdista Frente Amplio confía en regresar al poder que perdió en 2020 tras 15 años consecutivos de gobierno.
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En diálogo con periodistas Mujica llamó a “apuntalar la democracia” y modernizarla para acompañar los cambios que “va imponiendo la tecnología”. El dirigente político cuestionó a quienes dicen que los jóvenes se involucran poco en política e hizo una autocrítica.
Participación de jóvenes en la política
“Yo creo en los jóvenes. Eso de que no les interesa la política es relativo (...) Si no se prenden, es porque no los enamoramos. Es porque damos asco. Si hay propuestas que los enamoren, los gurises (jóvenes) van a estar”, aseguró el exmandatario.
Mujica señaló la seguridad pública y el crecimiento económico como los principales desafíos del próximo gobierno uruguayo. También opinó sobre la Argentina bajo el presidente ultraliberal Javier Milei, donde la mitad de la población es pobre.
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“Mañana capaz que (Milei) reacciona, pero por ahora hay más pobres que antes. Puede ser un costo de la transformación” del país, afirmó. Este domingo los uruguayos celebran elecciones presidenciales y legislativas y votan dos plebiscitos. Según las encuestas, el sucesor del presidente de centroderecha Luis Lacalle Pou se definirá en un balotaje el 24 de noviembre.
Fuente: AFP
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Elecciones en Uruguay: Yamandú Orsi y Álvaro Delgado se medirán en segunda vuelta
El izquierdista Yamandú Orsi, del Frente Amplio, y el oficialista Álvaro Delgado, de la coalición gobernante de centroderecha, se medirán en un balotaje para definir el próximo presidente de Uruguay tras las elecciones del domingo, según resultados oficiales.
Con más del 99 % del escrutinio completado, Orsi obtuvo el 43,9 % de los votos frente al 26,7 % de Delgado, informó la Corte Electoral en la madrugada de este lunes.
Orsi, delfín del expresidente José “Pepe” Mujica, llegó como favorito en la contienda, pero recogió menos apoyo de lo pronosticado en los sondeos de intención de voto, en tanto Delgado, exsecretario de la Presidencia del actual mandatario Luis Lacalle Pou, superó las expectativas. La segunda vuelta, prevista si ningún candidato logra la mayoría absoluta, será el 24 de noviembre.
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“Vamos en estos 27 días por ese último esfuerzo con más ganas que nunca”, instó Orsi la noche del domingo ante miles de votantes, con el escudo nacional de fondo. “Falta poco, ¡triunfaremos!”, agregó, tras llamar a la unidad de los uruguayos y subrayar que el Frente Amplio fue la fuerza más votada.
Delgado celebró rodeado de los socios de la coalición oficialista, que también incluye al Partido Colorado (centroderecha, 16 %, según los resultados oficiales), Cabildo Abierto (derecha, 2,6 %) y al Partido Independiente (centroizquierda, 1,7 %). “Empezamos hoy otra etapa (...) de una lógica diferente”, enfatizó Delgado. “La coalición es el proyecto político más votado de este país”.
¿El último voto de Mujica?
Orsi, un profesor de historia de 57 años, y Delgado, un veterinario de 55, superaron a otros nueve candidatos que aspiraban a sustituir a Lacalle Pou, que tiene un índice de aprobación del 50 % pero está impedido constitucionalmente de buscar la reelección inmediata.
“No se gana el gobierno sin nosotros”, dijo antes el mediático abogado de 40 años Andrés Ojeda, del Partido Colorado, tercero en la carrera. “¡Vamos a estar espalda con espalda para ganarle al Frente Amplio!”, prometió. Identidad Soberana, un partido fundado en 2022 y que se presenta como alternativa a los dos bloques mayoritarios, alcanzó el 2,69 %, dijo la Corte Electoral.
Orsi apuesta a recuperar para la izquierda el sillón presidencial que perdió en 2020 tras gobernar durante tres periodos consecutivos, uno de ellos bajo Mujica (2010-2015). El exguerrillero de 89 años, que se recupera de problemas derivados de un cáncer de esófago pero estuvo muy presente en la campaña, votó apenas abrieron los circuitos. “Capaz que es mi último voto”, dijo, en silla de ruedas y rodeado de cámaras de televisión.
Ilusiones en ambos bandos
Patricia Varela, una estudiante de abogacía de 36 años que trabaja como administrativa, asistió a la convocatoria para “celebrar la esperanza” organizada por el Frente Amplio en la Ciudad Vieja de Montevideo, donde habló Orsi. “Me esperaba un poco más, pero falta un poco”, dijo a la AFP sobre las proyecciones de escrutinio.
“Apoyo al Frente Amplio porque necesitamos un gobierno que gobierne para todos y no para unos pocos. Y porque tengo ideología de izquierda”, comentó junto a su hija, rodeada de personas que ondeaban banderas rojas, azules y blancas.
En el mitin de la coalición, el ambiente también era de fiesta, con música y cánticos de “no vuelven más, no vuelven más” en alusión al Frente Amplio. “El resultado es mejor de lo que yo esperaba basándome en las encuestas”, dijo a la AFP Estela Santos, funcionaria del ministerio de Defensa, de 58 años, que votó al Partido Nacional. “Esperemos seguir manteniendo los mismos votantes y captar alguno más”, añadió, confiada en poder ser “gobierno otra vez”.
Plebiscitos rechazados
Más de 2,7 millones de uruguayos estaban habilitados para elegir el nuevo presidente y renovar el Parlamento bicameral. Además, debían pronunciarse sobre dos plebiscitos, que fracasaron porque no cosecharon la mitad más uno de los votos emitidos.
El más polémico, impulsado por la central sindical única Pit-CNT con apoyo de sectores frenteamplistas, proponía reducir la edad mínima de jubilación de 65 a 60 años y prohibir los planes de pensiones privados. Obtuvo solo el 38,8 %.
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El otro plebiscito, promovido por el oficialismo y rechazado por la oposición, buscaba habilitar allanamientos policiales nocturnos en los hogares. Pero logró el 39,4 % de las adhesiones tampoco fue aprobado.
La seguridad pública es la mayor preocupación entre los 3,4 millones de habitantes de Uruguay, un país eminentemente agropecuario, con alto ingreso per cápita y bajos niveles de pobreza y desigualdad con respecto a la región, pero aquejado por un aumento de la violencia relacionada con las drogas.
Fuente: AFP
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Senadores y ministro del TSJE integraron la misión de observación electoral en Uruguay
Los senadores Dionisio Amarilla de la oposición y Lilian Samaniego de Asociación Nacional Republicana (ANR), se instalaron en la ciudad de Montevideo con el objetivo de observar el desarrollo de los comicios generales del Uruguay. Para elegir al sucesor del presidente Luis Lacalle Pou, fueron habilitados un total de 2,7 millones de votantes.
También se desempeñó como observador de las elecciones el ministro del Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE), Jorge Enrique Bogarín González. Las misiones de observación tienen como finalidad intercambiar experiencias con observadores de diversos países en relación a los procesos electorales y las buenas prácticas democráticas.
En estas elecciones generales los ciudadanos uruguayos no solo eligen al presidente y vicepresidente de la República, sino también a 30 integrantes de la Cámara de Senadores y 99 representantes de la Cámara de Diputados para el periodo 2025-2030.
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Entre los 11 aspirantes al cargo de mandatario, la disputa en las urnas se centra entre Yamandú Orsi, candidato del Frente Amplio, Álvaro Delgado, del gobernante Partido Nacional y Andrés Ojeda, del Partido Colorado. Los locales de votación estarán abiertos hasta las 19:30.
Asimismo los uruguayos deberán sentar posicionamiento sobre dos propuestas de referéndum. El primero propone bajar la edad de jubilación de 65 a 60 años y prohibir los regímenes privados de pensiones y el segundo plantea permitir allanamientos nocturnos.
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Uruguay vota este domingo para elegir al sucesor de Lacalle Pou
La votación en Uruguay para elegir al sucesor del presidente Luis Lacalle Pou se inició este domingo a las 08:00 (11:00 GMT), constató la AFP.
Más de 2,7 millones de uruguayos están convocados a las urnas en una contienda en la que Yamandú Orsi, delfín del expresidente José “Pepe” Mujica (Frente Amplio, izquierda), llega como favorito, seguido de Álvaro Delgado, exsecretario de la Presidencia de Lacalle Pou (Partido Nacional, centroderecha).
Además, otros nueve candidatos aspiran al sillón presidencial. Si ninguno obtiene el 50% de los votos válidos habrá un balotaje el 24 de noviembre.
Este domingo los uruguayos también escogerán los 130 miembros del Parlamento bicameral y se pronunciarán sobre dos plebiscitos: sobre una controvertida propuesta sindical para reducir la edad mínima de jubilación de 65 a 60 años y prohibir los planes de pensiones privados, y otro para permitir los allanamientos nocturnos de la policía a los hogares.
El sufragio es secreto y obligatorio. La votación será de 08:00 (11:00 GMT) a 19:30 (22:30) y una hora más tarde se prevé conocer las proyecciones de boca de urna de las encuestadoras privadas.
La Corte Electoral podría tener datos indicativos de los resultados finales sobre las 22:00 (01:00 GMT del lunes), pero recién espera finalizar el escrutinio la madrugada del lunes.
Fuente: AFP
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Pese a alianzas con Biden, Netanyahu espera que Trump gane las elecciones, opinan analistas
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, confía en un regreso de Donald Trump a la Casa Blanca para tener más libertad de acción en las guerras que lleva adelante en Oriente Medio.
La presidencia de Trump fue provechosa para Netanyahu. Durante su mandato (2017-2021) Estados Unidos trasladó su embajada a Jerusalén y reconoció la soberanía de Israel en los ocupados Altos del Golán.
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Además Trump contribuyó a la normalización de las relaciones entre Israel y tres países árabes, retiró a Estados Unidos del acuerdo nuclear con Irán, enemigo de Israel al que volvió a imponer duras sanciones económicas.
Esto lleva a los analistas a pensar que Netanyahu espera una victoria electoral de Trump que, sin embargo, ha lanzado mensajes algo ambiguos sobre Israel a lo largo de su campaña.
Así, por un lado ha animado a Israel a bombardear las instalaciones nucleares de Irán pero, al mismo tiempo, ha dicho que “el ataque del 7 de octubre nunca hubiera ocurrido si él hubiera sido presidente” y que presionará a Israel para terminar las guerras en curso.
Vital, una victoria de Trump
Pero como aislacionista poco interesado en política exterior, Trump podría dar a Netanyahu más libertad para operar en los conflictos abiertos en Gaza y Líbano.
“Uno de los hitos de Netanyahu son las elecciones de Estados Unidos. Reza por una victoria de Trump porque piensa que le dará mucha libertad de movimiento y le permitirá hacer lo que aspira”, afirma a la AFP Gidon Rahat, profesor de ciencia política en la Universidad Hebrea de Jerusalén.
Aviv Bushinky, comentarista político y ex jefe de gabinete de Netanyahu, coincide con él: “Su experiencia con los republicanos es muy buena (...), no como con los demócratas que son más duros con él”.
El actual presidente Joe Biden ha mantenido una fría relación con Netanyahu a pesar de insistir en su “férreo apoyo” a Israel.
A diferencia de Trump, el mandatario demócrata ha presionado a Netanyahu para que no ataquen las instalaciones nucleares o de producción de petróleo de Irán.
El ataque israelí del sábado contra la República Islámica, anticipado desde que Teherán lanzó casi 200 proyectiles contra el Estado hebreo a principios de mes, se centró finalmente en instalaciones de fabricación y disparo de misiles.
Pero Trump y Netanyahu también mantienen una cercana relación personal. Esta misma semana el expresidente estadounidense se vanagloriaba de llamar frecuentemente al dirigente israelí. “Tenemos una muy buena relación”, dijo el candidato republicano en un mitin en Georgia. “Vamos a trabajar con ellos muy estrechamente”.
Para Bushinsky, estas eventuales ventajas pesan sobre cualquier preocupación. “Creo que Netanyahu está dispuesto a asumir el riesgo de la impredecibilidad de Trump”, afirma.
Encuesta israelí favorece a Trump
La popularidad de Trump no se limita a Netanyahu, sino que se expande en gran parte de la opinión pública de Israel. Una encuesta realizada en septiembre por Mitvim, el Instituto Israelí de Política Exterior Regional, mostró que un 68 % de los interrogados creían que Trump iba a defender mejor los intereses de Israel.
Solo un 14 % eligieron a la vicepresidenta y candidata demócrata Kamala Harris a pesar de que declara repetidamente su apoyo a Israel y su derecho a defenderse.
“En Israel, más que en cualquier otra democracia liberal fuera de Estados Unidos, Trump es más popular que Harris”, sostiene Nadav Tamir, exdiplomático israelí en Estados Unidos y miembro de la junta directiva de Mitvim.
Pero una nueva administración de Trump puede deparar sorpresas, advierte este analista.
El expresidente se ha rodeado de republicanos “que son aislacionistas y no quieren que Estados Unidos sea el líder del mundo libre o alianzas internacionales”.
Entre los palestinos no hay mucho entusiasmo por ninguno de los candidatos, dice Khalil Shikaki, un politólogo palestino.
“Los palestinos desconfían de ambos candidatos y ven pocas diferencias entre ellos”, señala.
Fuente: AFP