El ejército israelí anunció el domingo que había matado a otro dirigente de Hezbolá en un ataque aéreo la víspera en la periferia sur de Beirut, después de eliminar al poderoso jefe del movimiento islamista libanés, Hasán Nasralá.
El ejército “eliminó al terrorista Nabil Qauq, comandante de la unidad de seguridad” de Hezbolá y miembro del Consejo central de la organización proiraní, indicó en un comunicado.
Una fuente cercana a Hezbolá confirmó a AFP esta información.
“Nabil Qauq estaba considerado como cercano a la cúpula de la organización terrorista Hezbolá, y estaba directamente implicado en la promoción de planes terroristas contra el Estado de Israel y sus ciudadanos, incluso estos últimos días”, añadió el ejército.
El anuncio se produjo al día siguiente de que Hezbolá confirmara la muerte de su carismático líder, Hasán Nasralá, el viernes en un bombardeo israelí de una intensidad inédita contra el cuartel general del movimiento chiita al sur de Beirut.
La muerte de Nasralá, que era considerado el hombre más poderoso de Líbano, constituye una gran victoria de Israel frente a su archienemigo Irán y sus aliados, pero empuja a la región a terreno desconocido.
“Saldamos nuestras cuentas con el responsable del asesinato de innumerables israelíes y muchos ciudadanos de otros países”, celebró el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
“La senda” de Nasralá “continuará y su objetivo sagrado se realizará con la liberación de Jerusalén”, prometió por su parte Irán.
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El ejército indicó además este domingo que efectuó “decenas” de nuevos ataques contra Hezbolá en Líbano durante la noche.
La Fuerza Aérea israelí “atacó decenas de blancos terroristas”: posiciones de lanzamiento de cohetes, instalaciones militares y depósitos de armas. Desde el sábado, el ejército bombardeó centenares de objetivos, señaló.
Varios dirigentes de Hezbolá murieron junto a Hasán Nasralá en la operación llamada “Nuevo orden”, indicó Israel, que precisó que la “mayoría” de los altos cargos de la organización murieron en operaciones israelíes en los últimos meses.
Nasralá, de 64 años, era venerado entre la comunidad chiita en Líbano. Líder de Hezbolá desde 1992, vivía en la clandestinidad desde hacía años y aparecía pocas veces en público.
Su primo Hashem Safieddine, figura destacada del poderoso movimiento proiraní, se perfila como su posible sucesor.
El papa Francisco pidió este domingo un alto el fuego inmediato “en Líbano, en Gaza, en el resto de Palestina, en Israel”, dijo en el cierre de una visita de tres días en Bélgica.
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“Demasiadas personas siguen muriendo día tras días en Oriente Medio”, añadió el sumo pontífice.
Fuente: AFP