Unos cuatro millones de estadounidenses continuaban este sábado sin electricidad tras el paso del huracán Helene por el sureste de Estados Unidos, donde dejó al menos 44 muertos. Los equipos de rescate están trabajando para restablecer el suministro eléctrico y hacer frente a las consecuencias de las inundaciones masivas que han destruido viviendas, carreteras y negocios en varios estados.

Al menos 19 personas murieron en Carolina del Sur, 15 en Georgia, siete en Florida, dos en Carolina del Norte y una en Virginia, según un informe elaborado por la AFP a partir de declaraciones de las autoridades locales. “Las condiciones seguirán mejorando el sábado, tras las catastróficas inundaciones de los últimos dos días”, informó el Centro Nacional de Huracanes (NHC). Helene tocó tierra el jueves por la tarde cerca de Tallahassee, capital del estado Florida, como huracán de categoría 4 en una escala de 5, con vientos de 225 km/h.

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“Una verdadera tragedia”

En Cedar Key, una isla de apenas unos cientos de habitantes en la costa oeste de Florida, los tejados de las casas fueron arrancados y las paredes abiertas a tirones. “Me rompe el corazón ver esto”, dijo a la AFP Gabe Doty, un empleado municipal. “Muchas casas han desaparecido, el mercado ha desaparecido. La oficina de correos ha desaparecido. Es una verdadera tragedia, y va a ser difícil reconstruir”, comentó.

La tormenta continuó después por varios estados, provocando deslizamientos de tierra e intensas inundaciones, hasta en Asheville, en Carolina del Norte. “Esta es una de las peores tormentas de la historia moderna en partes del oeste de Carolina del Norte”, dijo el gobernador de este estado, Roy Cooper, en una conferencia de prensa el viernes por la noche.

Las operaciones de rescate continúan, dijo su oficina. El Servicio Meteorológico Nacional de Estados Unidos (NWS) también advirtió de que una presa en el este de Tennessee estaba a punto de reventar y pidió a la población que “se trasladara inmediatamente a terrenos más altos”.

Casi cuatro millones de clientes seguían sin suministro eléctrico en diez estados en las primeras horas del sábado, según el sitio web de seguimiento poweroutage.us. Al calentarse las aguas del mar, el cambio climático aumenta la probabilidad de que las tormentas se intensifiquen rápidamente y el riesgo de huracanes más potentes. Helene se desplazó sobre aguas especialmente cálidas del Golfo de México. “Es probable que estas aguas tan cálidas influyeran en la rápida intensificación de Helene”, declaró a la AFP la climatóloga Andra Garner.

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Impacto en Acapulco

El huracán John dejó varias personas muertas y vecindarios bajo agua tras azotar la ciudad costera de Acapulco, que aún se estaba recuperando de una devastadora tormenta el año pasado, dijeron este viernes autoridades mexicanas. Al menos cinco personas han muerto, señaló el presidente Andrés Manuel López Obrador, aunque medios locales han dado cuenta de una cifra mayor. Cuatro habrían muerto en localidades aledañas y una en Acapulco, dijo.

Según el canal de televisión Milenio, se teme que el número de víctimas fatales sea de al menos 13, incluidos varios niños. No hubo confirmación inmediata de esa cifra por parte del gobierno. Alrededor de 25.000 efectivos del ejército y de la Guardia Nacional se encontraban en la zona ayudando a las víctimas, informó López Obrador en una conferencia de prensa.

“Estamos rescatando a quienes se quedaron atrapados por la inundación en colonias de Acapulco”, donde “ha llovido muchísimo, cuatro días de lluvias consecutivas, como no se había visto en mucho tiempo”, señaló, mientras que 19 barrios de la ciudad quedaron inundados, agregó.

Alrededor de 1.200 personas se encontraban en refugios de emergencia, según López Obrador, indicando que las aguas de las inundaciones alcanzaron hasta un metro y medio de profundidad en algunas zonas. “Se están entregando alimentos y se están instalando cocinas”, dijo. Vecinos de la ciudad deambulaban con sus pertenencias a cuestas por calles convertidas en ríos fangosos, casi un año después de que el huracán Otis dejara un rastro de destrucción y se cobrara varias decenas de vidas.

Marta Soteldo, residente de Acapulco, contó a la AFP haber sentido “mucho pánico”. “Me enfermé de los nervios porque dos días antes había hecho un viento, así como empezó el (huracán) Otis (en 2023) y levantó polvo, láminas, todo. Los niños se pusieron histéricos”, narró. John azotó México a principios de esta semana como un gran huracán de categoría 3 y provocó inundaciones, deslizamientos de tierras y varias muertes.

La tormenta, que avanza lentamente, azota la costa desde hace varios días, perdiendo fuerza en ocasiones y volviendo luego a intensificarse. El viernes, John tocó tierra nuevamente como tormenta tropical con vientos sostenidos de hasta 72 kilómetros por hora, y amenaza con provocar “inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra catastróficos”, dijo el NHC.

Fuente: AFP.

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