La tripulación del avión que se estrelló el 9 de agosto en el sureste de Brasil con 62 ocupantes a bordo relató un fallo en el sistema de deshielo en condiciones de “mucho hielo”, según un primer informe oficial revelado este viernes que todavía no apunta a una causa concreta de la tragedia.
El aparato de la aerolínea brasileña Voepass sufrió un brutal desplome mientras volaba desde Cascavel, en el estado de Paraná (sur), con destino el aeropuerto internacional de Guarulhos, en Sao Paulo.
Los cuatro tripulantes y 58 pasajeros murieron al estrellarse el aparato bimotor contra el jardín de una casa de la localidad de Vinhedo, cerca de Sao Paulo, en la peor tragedia aérea en suelo brasileño en 17 años.
Casi un mes después del accidente, un informe preliminar presentado este viernes por las autoridades indicó que las comunicaciones grabadas mostraron que los “tripulantes comentaron sobre un fallo en el sistema de DE-ICING”, que evita la formación y acumulación de hielo en la aeronave.
El copiloto dio cuenta además un minuto antes de empezar a perder altitud que había “mucho hielo”, según el informe del Centro de Investigación y Prevención de Accidentes Aeronáuticos de Brasil (Cenipa), que analiza las dos cajas negras del avión.
La aeronave, del constructor francoitaliano ATR, modelo 72-500, efectuó un vuelo en “condiciones de formación de hielo severas”, corroboró la investigación.
El avión perdió casi 4.000 metros de altitud en apenas un minuto. Imágenes impactantes grabadas con celular por los vecinos del lugar mostraron el aparato desplomándose en caída libre.
La tripulación en ningún momento declaró una emergencia.
En rueda de prensa, el jefe del Cenipa, Marcelo Moreno, puntualizó este viernes que por ahora no fue posible “confirmar” un fallo en el sistema de deshielo.
“Es muy temprano para determinar cuál va a ser la línea de investigación” sobre las causas, agregó.
Desde horas después del accidente, especialistas apuntaron a la hipótesis de que una formación de hielo en las alas pudiera haber afectado la sustentación del avión y contribuido al accidente.
Según el Cenipa, la tripulación y la aeronave, que volaba desde 2010, cumplían con todas las normas y certificados vigentes.
Además, el avión “estaba certificado para vuelos en condiciones de hielo” y los “pilotos habían realizado formaciones específicas para volar” en esas situaciones, de acuerdo con el organismo.
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Voepass, fundada en 1995 bajo el nombre Passaredo, es la cuarta aerolínea de Brasil, tiene actualmente una flota de 15 aviones y opera solo dentro del país.
Fuente: AFP