A casi 12.500 kilómetros de distancia de Asunción, la zona que incluye a la ciudad rusa de Kursk, en la frontera oriental de Ucrania, desde el 6 de agosto es el centro de las batallas entre la Federación Rusa y Ucrania y sus aliados de la OTAN.
La ofensiva a cargo del ejército de Zelenski decidió adentrarse en territorio ruso reconocido internacionalmente e invadió el oblast de Kursk, capturando un gran territorio, sin embargo tras casi un mes de ataques y contraataques, las fuerzas rusas han logrado hacer retroceder las intenciones de Ucrania.
Para tener idea del alcance de la crudeza con que se desarrolla en en frente entre ambos ejércitos, el Ministerio de Defensa de Rusia informó cifras oficiales sobre las pérdidas causadas en filas de las Fuerzas Armadas de Ucrania en la provincia rusa de Kursk
El recuento de las bajas ucranianas en este lapso ascienden a más de 8.200 militares.
El Ejército ruso también contabilizó la destrucción oficial de un total de 76 tanques, además de 521 vehículos blindados de combate, 36 vehículos de combate de infantería y 56 piezas de artillería.
Un detalle que destaca el Kremlin es que entre el armamento eliminado figuran 16 lanzacohetes múltiples, “entre ellos cuatro sistemas de lanzamiento múltiple de cohetes HIMARS y dos lanzacohetes MLRS, de fabricación estadounidense”.
El ataque a Kursk representa el mayor despliegue bélico contra territorio ruso reconocido internacionalmente desde el inicio de las hostilidades en febrero de 2022. A pesar de que el avance en principio fue rápido y letal, el avance fue detenido por el Ejército ruso, aunque los combates en la región continúan.
Según el medio RT, “el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Alexánder Syrski, expresó que las tropas de Kiev no lograron cumplir uno de los principales objetivos del ataque.
Leé también: Netanyahu amenaza con “ajustar cuentas” a Hamás tras la muerte de seis rehenes