El asesinato de Liudmila Lazarenko, de 44 años, a manos de Ivan Kuzmin, de 38, ha causado conmoción y centrado la atención mediática en Perú. Una corte de Perú dictó ayer lunes nueve meses de prisión preventiva contra un ucraniano que confesó haber asesinado y descuartizado a una mujer rusa tras consumir ayahuasca, una planta alucinógena de la Amazonía.
“Declaro fundado el requerimiento de la fiscalía de nueve meses de prisión preventiva por homicidio calificado con ferocidad, contra Ivan Kuzmin”, dijo la jueza de la Corte de San Martín, en el noreste del país. El crimen ocurrió el jueves en la ciudad amazónica de Yurimaguas.
Los extranjeros - que mantenían un vínculo de amistad - estaban hospedados en “Dos Mundos”, un centro donde se practican rituales de sanación de cuerpo y alma, según la descripción del lugar. En la audiencia, Kuzmin admitió que atentó contra su amiga bajo los efectos de la ayahuasca y hongos. El presunto asesino alegó que actuó “para salvar el alma” de su amiga, supuestamente poseída por fuerzas del mal.
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“Tiene conciencia que su acción es sancionada penalmente”, dijo el defensor público que le fue asignado. El atacante fue hallado totalmente fuera de sí con un cuchillo en la mano en la habitación de la ciudadana rusa cuando fue detenido, declararon testigos a la fiscalía. El cuerpo estaba cercenado. “Ellos, al parecer, tuvieron una discusión y, producto de ello, el hombre agredió a la agraviada (...)”, dijo a la prensa Llesenia del Mar, fiscal provincial de Alto Amazonas, al canal de televisión Latina.
El director del centro de sanación, Pepe Ordoñez, cuyo local fue clausurado mientras se aclara el crimen, aseguró a la prensa que la pareja se hallaba de paso y negó haberles proporcionado alucinógenos. Lazarenko vivía en Tailandia con su esposo y dos hijas. Estaba de vacaciones en Perú al igual que su atacante.
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Fuente: AFP.