En la siempre bulliciosa San Pablo, un curioso paseo nocturno transporta a sus visitantes a través de un viaje en el tiempo con algunos de los personajes que marcaron la historia de Brasil. Se trata del tour que un viernes por mes se realiza en el Cementerio de Consolaçao, en el corazón de la mayor ciudad de Sudamérica.
Organizado por el abogado Thiago de Souza, el paseo es gratuito para unas 130 personas a cambio de un kilo de comida no perecedera, que se destina a instituciones de caridad. La idea nació en 2021, después de que De Souza perdiera a un familiar por el covid-19. “Es algo terapéutico para mí. Perdí a una tía y pasé a consumir mucho este tipo de contenido relacionado con la muerte, los fantasmas. Y decidí encontrar un mecanismo para intentar dialogar con esto, para conciliarme con este tema”, afirmó a la AFP De Souza.
El abogado, que anteriormente realizaba otros paseos de carácter más histórico por San Pablo, aseguró que “en el cementerio encontramos todos los dominios de los dolores humanos y esto nos provoca buscar soluciones para digerir todo esto”. La necrópolis en la que se realiza la visita no es una cualquiera: se trata del cementerio más antiguo de San Pablo, fundado en 1858, y considerado como un museo a cielo abierto. En él hay obras funerarias de varios de los más renombrados escultores brasileños, como Victor Brecheret y Luigi Brizzolara, que rellenan el cementerio de arte.
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Personalidades y un perro
En una oscuridad prácticamente absoluta, con apenas la luz de los teléfonos móviles de los visitantes, linternas y las luces de los edificios que rodean el cementerio, el tour recuerda la vida de algunos de los personajes que están enterrados en el cementerio. Es el caso de los expresidentes de Brasil Manoel Ferraz de Campos Salles (1841-1913) y Washington Luis (1869-1957), la pintora modernista Tarsila do Amaral (1886-1973), una de las principales de América Latina, y los escritores Mário de Andrade (1893-1945) y Oswald de Andrade (1890-1954).
Entre los más de 8.500 túmulos que hay, también se encuentran los de Luis Gama, uno de los mayores abolicionistas de Brasil, Domitila de Castro, examante del emperador Pedro I o el impresionante mausoleo de la familia Matarazzo, el mayor de América Latina.
También está enterrado el perro Spike, que fue abandonado en el cementerio y pasó a formar parte del día a día del lugar, acompañando las ceremonias hasta tal punto que cuando murió, en 2022, los empleados pidieron una autorización especial para poder enterrarlo, siendo el único animal que hay sepultado en el cementerio de Consolaçao.
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Difuntos ricos
“Me parece una experiencia increíble, principalmente por los detalles de los túmulos, muchas cosas vinieron de fuera, estoy impresionado con el poder adquisitivo de algunas personas enterradas aquí”, dijo a la AFP la modista Valeria Fernanda, de 24 años.
“Es una visita muy interesante que debería ser más divulgada, popularizada, hay mucha gente con tabú, miedo de los cementerios, y no es nada del otro mundo, es casi un museo”, añadió. “Me gustó mucho la experiencia, aprendí muchas cosas que no sabía, de personalidades y famosos enterrados aquí”, declaró Alain de Amaral, de 19 años.
Fuente: AFP.