Los resultados electorales de Venezuela que dieron como ganador a la Presidencia al actual mandatario Nicolás Maduro, fueron objeto de cuestionamientos por varios presidentes de Latinoamérica, quienes señalaron la existencia de fraude en el proceso. Ante esta situación, el gobierno venezolano anunció el retiro de sus embajadas de siete naciones de la región.
“El Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela, ante este nefasto precedente que atenta contra nuestra soberanía nacional decide retirar todo el personal diplomático de las misiones en Argentina, Chile, Costa Rica, Perú, Panamá, República Dominicana y Uruguay, al tiempo, de exigir a estos Gobiernos el retiro de manera inmediata de sus representantes en territorio venezolano”, asevera el comunicado.
A través del escrito, el gobierno de Maduro expresó su rechazo y calificó como “injerencias” los pronunciamientos de varios presidentes que desconocieron los resultados arrojados en los comicios del domingo 28 de julio. El jefe de Estado argentino, Javier Milei manifestó, “Argentina no va a reconocer otro fraude. Dictador Maduro afuera”.
Por su parte, el mandatario de Uruguay, Luis Lacalle Pou expresó lo siguiente, “El proceso hasta el día de la elección y el del escrutinio claramente estuvo viciado. No se puede reconocer un triunfo si no se confía en la forma y los mecanismos utilizados para llegar a él”. De esta forma, este país también desconoce la victoria de Maduro, generando así la reacción del gobierno venezolano.
Maduro va por su tercer mandato y este se extenderá hasta el 2031. Paraguay también sentó un posicionamiento respecto a este asunto e instó a la revisión completa de los resultados y que esto se haga con la presencia de observadores electorales independientes de modo a asegurar el respeto a la voluntad popular.
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Un día Edmundo se fue y dejó todo tal como estaba
- Por Juan Carlos dos Santos G.
- juancarlos.dossantos@nacionmedia.com
“Edmundo González Urrutia continúa siendo una voz indiscutible a favor de la paz y el cambio democrático en Venezuela. Su mensaje de restablecimiento democrático en Venezuela ha inspirado las esperanzas y aspiraciones del pueblo venezolano y generó un potente llamado al cambio en las elecciones presidenciales del 28 de julio. Su salida de Venezuela es el resultado directo de las medidas antidemocráticas que Nicolás Maduro ha desplegado contra el pueblo venezolano desde las elecciones, incluso contra González Urrutia y otros líderes de la oposición”.
Esto dice parte del mensaje que el Departamento de Estado de los EE. UU. publicó en su sitio, al analizar la salida de Venezuela del excandidato opositor, quien para muchos países fue el ganador de las pasadas elecciones generales del 28 de julio.
Pero, ¿qué consecuencias podría traer tanto para el chavismo como para la oposición venezolana el asilo concedido por España a Edmundo tras las severas amenazas en contra de su integridad, recibida por parte del régimen de Nicolás Maduro?
Si González Urrutia representaba un foco de descontento o discrepancia interna, su asilo podría permitir al chavismo eliminar tensiones dentro de sus filas. Esto ayudaría a mantener la cohesión entre los seguidores más leales a Maduro y evitar así fracturas que pudieran debilitar la estructura del Gobierno.
También la decisión del Gobierno español de conceder asilo político al opositor podría beneficiar al Gobierno chavista al eliminar posibles tensiones internas, consolidar la lealtad entre sus miembros y permitir una reorganización que refuerce el control de Nicolás Maduro sobre el aparato estatal. Esas medidas podrían ser complementarias a las que ya tomó Maduro en su gabinete, endureciendo su línea, al designar como ministro del Interior a Diosdado Cabello, el resistido número 2 del ala dura del chavismo y sancionado por los EE. UU.
Su partida podría aliviar la presión sobre el Gobierno en términos de organización de protestas o acciones políticas locales. Esto permitiría al chavismo obrar con más facilidad sin enfrentar una oposición visible en ciertas áreas y, a la vez, dejar con menos margen de maniobra a María Corina Machado, quien encabezó a la oposición venezolana, pero sin poder intervenir como candidata debido a las sanciones administrativas que recibió de parte del Gobierno.
Como Maduro y su gobierno controlan los medios locales y, por ende, toda la narrativa de los mismos, la salida de Edmundo podría ser utilizada por el chavismo para controlar el discurso público, presentando este hecho como una “fuga” o debilidad dentro de la oposición. Esto les permitiría argumentar que los opositores están abandonando el país porque no tienen capacidad de liderazgo o influencia, fortaleciendo una narrativa de cierta estabilidad y mejora económica.
Lo cierto es que ya estamos a un mes y medio de las pasadas elecciones y nada más que se ha avanzado en sendos comunicados estériles en contra de Maduro. Hace casi mil años, un clérigo francés, San Bernardo de Claraval, ya advertía que “el camino al infierno está empedrado de buenas intenciones”.
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España rechaza graves acusaciones de Maduro
- AFP.
España rechazó ayer domingo las acusaciones de Venezuela de fomentar un plan para “desestabilizar” el gobierno de Caracas, después de que tres estadounidenses, dos españoles y un checo fueran detenidos en el país latinoamericano por vinculaciones a un supuesto complot contra el presidente Nicolás Maduro.
“España desmiente y rechaza rotundamente cualquier insinuación de estar implicada en una operación de desestabilización política en Venezuela”, dijo a AFP una fuente del Ministerio español de Relaciones Exteriores. El gobierno “ha constatado” que los dos detenidos españoles “no forman parte” de la agencia de espionaje española CNI “ni de ningún otro organismo estatal”, indicó la fuente.
“España defiende una solución democrática y pacífica a la situación en Venezuela”, añadió. El Gobierno de Venezuela anunció ayer sábado la detención de tres ciudadanos estadounidenses, dos españoles y un checo por estar relacionados con un supuesto complot para atacar al presidente Nicolás Maduro y “desestabilizar” el país.
Los arrestos se producen en medio de crecientes tensiones entre Venezuela y los gobiernos de Estados Unidos y España por las controvertidas elecciones del 28 de julio en las que Maduro fue proclamado reelecto entre denuncias de fraude.
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España rechaza supuesto plan para “desestabilizar” el gobierno de Maduro
España rechazó el domingo las acusaciones de Venezuela de fomentar un plan para “desestabilizar” el gobierno de Caracas, después de que tres estadounidenses, dos españoles y un checo fueran detenidos en el país latinoamericano por vinculaciones a un supuesto complot contra el presidente Nicolás Maduro.
“España desmiente y rechaza rotundamente cualquier insinuación de estar implicada en una operación de desestabilización política en Venezuela”, dijo a AFP una fuente del Ministerio español de Relaciones Exteriores. El gobierno “ha constatado” que los dos detenidos españoles “no forman parte” de la agencia de espionaje española CNI “ni de ningún otro organismo estatal”, indicó la fuente.
“España defiende una solución democrática y pacífica a la situación en Venezuela”, añadió. El gobierno de Venezuela anunció ayer sábado la detención de tres ciudadanos estadounidenses, dos españoles y un checo por estar relacionados con un supuesto complot para atacar al presidente Nicolás Maduro y “desestabilizar” el país.
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Los arrestos se producen en medio de crecientes tensiones entre Venezuela y los gobiernos de Estados Unidos y España por las controvertidas elecciones del 28 de julio en las que Maduro fue proclamado reelecto entre denuncias de fraude. El ministro venezolano de Interior, Diosdado Cabello, dijo que los extranjeros arrestados están involucrados en planes “terroristas” que incluían atentar contra la vida del presidente Maduro y desestabilizar el país.
Cabello identificó a los detenidos como Wilbert Josep Castañeda, “militar activo” de Estados Unidos y “jefe” del plan, y otros dos estadounidenses, así como los españoles José María Basoa y Andrés Martínez Adasme, y un ciudadano checo. El ministro vinculó los supuestos planes para “atacar” Venezuela a los centros de inteligencia de España, de Estados Unidos, y a la líder opositora María Corina Machado y otros dirigentes.
“Contingente de mercenarios”
Los dos españoles fueron capturados en Puerto Ayacucho, en el sur, y “son parte de un contingente de mercenarios del gobierno español, a través de su central de inteligencia, para atacar al país”, dijo Cabello. También acusó al gobierno de Estados Unidos de estar vinculado a la operación, unas afirmaciones que Washington negó tajantemente.
“Cualquier afirmación sobre la participación de Estados Unidos en un complot para derrocar a Maduro es categóricamente falsa. Estados Unidos sigue apoyando una solución democrática a la crisis política en Venezuela”, dijo un portavoz del Departamento de Estado estadounidense.
Los dos ciudadanos españoles estaban de vacaciones en Venezuela, aseguró el padre de Martínez Adasme al diario El Mundo. “Mi hijo no trabaja para el CNI, claro que no”, afirmó. “Estamos esperando información por vía consular y de la embajada”, explicó, “aún no sabemos bajo qué acusación o motivo lo han detenido”.
La tensión entre Madrid y Caracas aumentó en los últimos días después de que el candidato opositor Edmundo González Urrutia llegara hace una semana a España para pedir asilo tras un mes en la clandestinidad en su país, donde es solicitado por la justicia.
En respuesta, Venezuela llamó a consultas a su embajadora en Madrid y citó al embajador español en Caracas para protestar por los cuestionamientos a la reelección de Maduro. El jefe del gobierno español, Pedro Sánchez, se reunió esta semana en La Moncloa con González Urrutia.
Sánchez no reconoce la victoria de Maduro, pero tampoco la de su rival. Ha insistido, en consonancia con la posición de la Unión Europea, en reclamar la publicación de las actas electorales. Washington, que reconoce la victoria de la oposición, anunció por su parte esta semana sanciones contra 16 funcionarios venezolanos, entre ellos la presidenta del Tribunal Supremo, por el “fraude electoral” del 28 de julio. Venezuela lo recibió como una “agresión” y Maduro condecoró a cuatro militares objeto de las sanciones.
Fuente: AFP
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Crisis entre Venezuela y España por cuestionamientos a la reelección de Maduro
Venezuela no permitirá una “acción injerencista” de España, dijo ayer viernes el canciller Yván Gil en medio de una crisis diplomática generada por cuestionamientos a la reelección de Nicolás Maduro y el asilo que le será concedido a su rival opositor en Madrid. Gil recibió en la cancillería al embajador español en Caracas, Ramón Santos, para expresar la “postura contundente del gobierno venezolano”, según un mensaje publicado en Telegram.
“No permitiremos ninguna acción injerencista”, escribió el canciller, un día después de llamar a consultas a la embajadora venezolana en Madrid, Gladys Gutiérrez. La tensión en las relaciones bilaterales aumentó en los últimos días, después de que el candidato opositor Edmundo González Urrutia llegara el domingo a España para solicitar asilo tras un mes en la clandestinidad en su país, y aumentó por un comentario de la ministra de Defensa española, Margarita Robles, que tildó de “dictadura” al gobierno de Maduro.
El gobierno del socialista Pedro Sánchez no reconoce la victoria que Maduro reivindica en los comicios, pero tampoco la de su rival. Ha insistido, en consonancia con la posición de la Unión Europea, en reclamar la publicación de las actas electorales, que según la oposición demuestran su victoria.
Pese a la tirantez, la vicepresidenta Delcy Rodríguez, recientemente nombrada ministra de Petróleo, se reunió este viernes con Luis García Sánchez, directivo de la trasnacional energética española Repsol en el país caribeño. “Ambas partes abordaron alianzas estratégicas” para la “exploración y explotación de hidrocarburos líquidos y gaseosos”, según un mensaje de la estatal venezolana PDVSA.
“Decisiones soberanas”
El ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel Albares, no imitó la llamada a consultas de su par venezolano. Son “decisiones soberanas”, zanjó Albares en declaraciones a la radio pública RNE, en la que dijo que trabaja por tener “las mejores relaciones posibles” con Venezuela. “No hay nada que comentar”, manifestó.
El gobierno español está bajo presión. El miércoles, a propuesta de la oposición conservadora, el Congreso de los Diputados le exigió a Sánchez reconocer a González Urrutia como ganador de las elecciones del 28 de julio. En respuesta, el presidente del Parlamento venezolano, Jorge Rodríguez, propuso romper relaciones diplomáticas, consulares y comerciales. “¡Que se vayan de aquí todos!”, clamó.
Se estima que unos 280.000 venezolanos viven en España, entre ellos varios dirigentes opositores exiliados. Unos 136.000 españoles, en tanto, viven en Venezuela. El jueves, Sánchez recibió a González Urrutia en el palacio de La Moncloa, sede de la presidencia en Madrid, y aseguró en la red social X que “España sigue trabajando en favor de la democracia, el diálogo y los derechos fundamentales” en Venezuela.
El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, reiteró este viernes que “las elecciones no las ha ganado Maduro” aunque sin reconocer a González Urrutia, a quien invitó a Bruselas. “Por desgracia en estos temas no hay varitas mágicas”, dijo en rueda de prensa en Madrid. “Los reconocimientos pueden tener un valor simbólico, pero no cambian la realidad”.
“No somos chantajeables”
La escalada con España coincide con el anuncio del jueves de Washington de sanciones a 16 funcionarios venezolanos, entre los que figuran la presidenta del Tribunal Supremo de Justicia, Caryslia Rodríguez, así como autoridades electorales y militares como el jefe operacional de la Fuerza Armada, general Domingo Hernández Lárez.
“No somos chantajeables, ni nos dejamos intimidar”, respondió este viernes la Fuerza Armada en un comunicado leído en la televisión estatal por el ministro de Defensa, general Vladimir Padrino López, acompañado por el resto del alto mando, que suele declarar “lealtad absoluta” a Maduro. Padrino fue sancionado en 2018.
Según Estados Unidos, que reclama el detalle del escrutinio de las presidenciales venezolanas, estos funcionarios “impidieron un proceso electoral transparente”. Maduro condecoró a los cuatro militares blanco de sanciones, que tachó de “ridículas”. “Lo que ellos (EE. UU.) nunca podrán entender es que sus sanciones son condecoraciones en el alma de los patriotas que aman a nuestra Venezuela”, dijo el mandatario.
La Corte Suprema, la autoridad electoral y el Parlamento también condenaron las medidas de Washington, que amenazó con “decisiones adicionales” si el escrutinio sigue sin publicarse. “Maduro tiene opciones y decisiones que solo él puede tomar” y “le hemos dejado muy claro” que lo primero que tiene que hacer “es publicar todos los datos electorales y los resultados”, afirmó el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby.
Fuente: AFP.