La izquierda francesa, que ganó las elecciones legislativas aunque sin mayoría absoluta, criticó este jueves el rechazo del presidente Emmanuel Macron de formar gobierno hasta que se construya una “mayoría sólida” en el Parlamento y exigió que se nombre un primer ministro de entre sus filas.

En una carta al pueblo publicada en la prensa regional francesa el miércoles, el mandatario afirmó que “nadie ganó” los comicios celebrados el domingo y llamó a todas las fuerzas políticas “que se identifican con las instituciones republicanas (...) a construir una mayoría sólida, necesariamente plural, para el país”.

Macron precisó que tomará una “decisión sobre el nombramiento del primer ministro” cuando las fuerzas políticas hayan “forjado (...) compromisos”, lo que supone dejarles “un poco de tiempo”.

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El dirigente centrista disolvió la Asamblea Nacional y convocó de manera anticipada las legislativas después de la victoria de la ultraderecha francesa en las elecciones europeas del 9 de junio.

Ningún partido o coalición obtuvo mayoría absoluta, de 289 diputados, en la nueva Asamblea Nacional.

El Nuevo Frente Popular (NFP), una alianza que incluye a ecologistas, socialistas, comunistas y la izquierda radical, quedó en primer lugar con entre 190 y 195 escaños, la alianza de centroderecha de Macron obtuvo alrededor de 160 y la extrema derecha más de 140.

Ante la incertidumbre, el presidente pidió a su primer ministro Gabriel Attal continuar en el cargo “por el momento” para “garantizar la estabilidad” del país, que acogerá del 26 de julio al 11 de agosto los Juegos Olímpicos.

Varias figuras de la derecha y el centro apoyan la posición de Macron, entre ellas el presidente del Senado, Gérard Larcher, quien estima que se puede aplazar la formación de gobierno hasta “inicios de septiembre”.

Encerrado

El llamado del presidente parece orientado a excluir a la Agrupación Nacional (RN) de la ultraderechista Marine Le Pen, pero también implícitamente a la principal formación del NFP, la Francia Insumisa (LFI, izquierda radical) dirigida por el polémico Jean-Luc Mélenchon, que genera reticencias en otras fuerzas.

El líder socialista Olivier Faure acusó al presidente de no “respetar el voto de los franceses” mientras que Mélenchon denunció “maquinaciones” y “el regreso del veto real”.

El NFP anunció que propondría un candidato a primer ministro antes de que finalice la semana.

Mélenchon impulsa a la diputada Clémence Guetté, no muy conocida pero popular entre los militantes de izquierda radical. A sus 33 años ofrece una imagen menos divisiva y más calmada.

El poderoso sindicato CGT convocó a los franceses a salir a las calles el 18 de julio, día de la primera sesión de la Asamblea Nacional, “para que se respete el resultado de las elecciones”.

“Tenemos la impresión de ver a Luis XVI encerrado en Versalles”, dijo su dirigente, Sophie Binet, en referencia al monarca guillotinado en 1793 durante la Revolución.

Macron se encuentra en Washington, donde el miércoles participó en una cumbre de la OTAN centrada a la guerra en Ucrania.

La ultraderechista Marine Le Pen, tres veces candidata presidencial, calificó la carta de Macron de “circo vergonzoso”.

El secretario general de su partido en la Asamblea Nacional, Renaud Labaye, declaró este jueves que RN “no censurará” un posible gobierno de izquierdas si este propone “medidas consensuadas”.

Sin embargo, “en caso de un gobierno que incluya a un ministro de LFI”, las posibilidades de que RN apruebe su discurso de política general “son prácticamente nulas”, añadió.

Le Pen aclaró posteriormente la postura del partido, asegurando en X que “censurará cualquier gobierno en el que LFI y los ecologistas tengan responsabilidades ministeriales”.

La Agrupación Nacional tiene ahora la vista puesta en las próximas elecciones presidenciales francesas de 2027, en las que Macron no podrá volver a presentarse.

Fuente: AFP

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