El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, llegó el martes a Washington para participar en una cumbre de la OTAN que debería confirmar el apoyo de los aliados a su país en guerra, pero estará empañada por la incertidumbre política en Estados Unidos.
El presidente estadounidense Joe Biden, de 81 años, intentará aprovechar los tres días de cumbre que marcan el 75º aniversario de la OTAN para tranquilizar a sus aliados sobre el liderazgo estadounidense y su capacidad de gobernar pese a la presión para que abandone la lucha por un segundo mandato.
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Hasta ahora, Biden ha desafiado la presión de algunos demócratas para que tire la toalla, después de que un desastroso debate televisivo contra su rival electoral, el republicano Donald Trump, alimentó los temores de que carece de agudeza mental y aptitud física.
El presidente de Estados Unidos abrirá la cumbre con un discurso en la sala donde se firmó el tratado fundacional de la OTAN en 1949 y se espera que insista en que la alianza se ha fortalecido durante su mandato.
Otros líderes parecían dispuestos a apoyar al anfitrión.
El canciller alemán, Olaf Scholz, afirmó el martes que “no está preocupado” por la salud de Biden.
La alianza de 32 naciones observa con nerviosismo un posible regreso de Trump a la Casa Blanca si gana las elecciones de noviembre.
Durante la campaña electoral, el magnate ha amenazado con hacer pedazos el principio de autodefensa mutua que ha apuntalado a la OTAN desde su fundación tras la Segunda Guerra Mundial.
La cumbre se celebra en un momento de cambios.
El presidente francés, Emmanuel Macron, lucha por formar gobierno después de elecciones legislativas y el nuevo primer ministro británico, Keir Starmer, hace su primera salida internacional.
Entre tanto el primer ministro húngaro, Viktor Orban, llega tras haber mantenido una polémica reunión con el presidente ruso Vladimir Putin.
Más armas
Los líderes de la OTAN tendrán que demostrar que están muy pendientes del campo de batalla en Ucrania.
Zelenski espera conseguir sistemas avanzados de defensa aérea Patriot adicionales que pide desde hace meses para evitar los ataques rusos.
La vulnerabilidad de su país devastado por la guerra a los misiles de Moscú quedó cruelmente expuesta con un ataque el lunes a un hospital infantil en Kiev.
“Estamos luchando por más sistemas de defensa aérea para Ucrania y estoy seguro de que lo lograremos”, dijo Zelenski después de aterrizar en Washington.
“Instamos a que Estados Unidos y Europa tomen medidas decisivas, acciones que fortalezcan a nuestros guerreros”, añadió.
El Kremlin afirma seguir la cumbre “con la mayor atención”.
La promesa de más armamento será la mayor victoria que obtendrá el líder ucraniano mientras sus tropas luchan dos años y medio después de la invasión rusa.
Rusia y China, amenazas
Estados Unidos y Alemania no quieren invitar a Ucrania a adherirse a la Alianza porque temen que eso suponga entrar en guerra contra Rusia.
Pero fuentes diplomáticas afirman que Kiev puede conseguir que en la declaración de la cumbre se afirme que su camino hacia la adhesión es “irreversible”.
Los miembros de la OTAN prometerán seguir apoyando a Ucrania como lo han hecho hasta ahora (unos 40.000 millones de euros al año) durante al menos un año más.
Los países europeos de la OTAN han aumentado el gasto en defensa en respuesta a la guerra de Rusia, y quieren demostrar a Washington que no soporta solo toda la carga financiera.
El jefe de la OTAN, Jens Stoltenberg, dijo que los aliados firmarán un compromiso de gastar más en armamento.
Aunque la OTAN considera a Rusia como su principal amenaza, también presta atención al desafío de China, a la que acusa de desempeñar un papel clave para mantener el esfuerzo bélico de Moscú suministrando tecnología al ejército del Kremlin.
Los líderes de Australia, Japón, Nueva Zelanda y Corea del Sur viajaron a Washington para reforzar los vínculos con la alianza.
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El ministerio de Relaciones Exteriores de China criticó las “difamaciones y ataques” contra Pekín por parte de la OTAN y asegura que la alianza busca una excusa para expandir su influencia en la región de Asia y el Pacífico.
Fuente: AFP