El éxodo de decenas de miles de habitantes del sur de la Franja de Gaza prosiguió el miércoles ante el temor de una ofensiva israelí de envergadura contra esa zona del territorio palestino, sometido a incesantes bombardeos.
En la frontera norte de Israel, el Hezbolá libanés afirmó que disparó “100 cohetes” contra dos posiciones militares israelíes, en represalia por la muerte en el sur de Líbano de uno de sus comandantes en un bombardeo que atribuyó a Israel.
El movimiento islamista Hamás, en el poder en Gaza, indicó que envía nuevas “ideas” a los mediadores cataríes para poner fin a casi nueve meses de guerra en ese territorio palestino.
Israel confirmó que estaba “evaluando” los “comentarios” de Hamás sobre un acuerdo para la liberación de los rehenes en manos del movimiento islamista y que enviaría su respuesta a los mediadores.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, reiteró el martes que el conflicto de Gaza, que se inició hace casi nueve meses, no terminará hasta que alcancen sus objetivos: “la destrucción de Hamás y la liberación de todos los rehenes” secuestrados el 7 de octubre durante el ataque de milicianos islamistas en Israel.
En el sur de la Franja de Gaza, decenas de miles de personas huyeron desde el lunes de sectores del este de Rafah y de Jan Yunis a pie, después de que el ejército israelí ordenara una evacuación.
Según la ONU, esta orden emitida tras el lanzamiento de cohetes contra Israel afecta a unas 250.000 personas y una zona de 117 kilómetros cuadrados, es decir, un tercio del territorio palestino.
Esta advertencia es “la más importante desde octubre, cuando los habitantes del norte de Gaza recibieron la orden de evacuar” durante los primeros días de la guerra, señala la ONU.
Desde entonces, al menos “9 de cada 10 personas en Gaza han sido desplazadas al menos una vez”, o sea 1,9 millones de personas, indicó Andrea De Domenico, jefe de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinadión de Asuntos Humanitarios (OCHA) en los Territorios Ocupados.
Además, “el 96% de la población en Gaza, ¡el 96%! está en una situación de emergencia alimentaria o catastrófica”, subrayó.
Sin techo, sin comida, sin agua
Abdallah Muhareb, un residente de Jan Yunis de 25 años, cuenta que ya se desplazó varias veces dentro del territorio asediado por Israel, donde la ONU afirma que ningún lugar es seguro.
“Hemos dormido en la calle sin techo, sin comida, sin agua. Había bombardeos a nuestro alrededor”, relata.
Israel no precisó si habrá una nueva operación a gran escala en el sur, pero sus órdenes de evacuación suelen preceder a ofensivas.
Después de sus operaciones en el norte, Israel lanzó el 7 de mayo una operación terrestre en Rafah, ciudad presentada entonces como el último gran bastión de Hamás.
Pero los combates contra Hamás se reanudaron en las últimas semanas en varias regiones de Gaza que Israel aseguraba controlar, especialmente en el norte.
Periodistas de AFP señalaron ataques aéreos en el distrito de Shujaiya, en Ciudad de Gaza, con intensos tiroteos resonaban en las calles. Una fuente de Hamás informó de combates.
Testigos afirmaron que hubo disparos de artillería contra el campo de refugiados de Nuseirat, en el centro de la Franja, y contra Rafah.
Fuente: AFP