Desde grandes abrazos hasta miradas asesinas, los líderes del G7 mostraron sus sintonías y diferencias durante su cumbre anual en el sur de Italia, pese a la unanimidad de sus declaraciones oficiales.
Las imágenes de los líderes cantando “Feliz cumpleaños” al jefe de gobierno alemán Olaf Scholz a instancias del presidente Joe Biden fueron la muestra perfecta de la cooperación del Grupo de los Siete.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, también fue invitado a la reunión en la región sureña de Apulia, donde anunciaron un nuevo préstamo de 50.000 millones de dólares al país en guerra, confirmando su apoyo a su lucha contra la invasión rusa.
A nivel bilateral, el abrazo de bienvenida entre la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, anfitriona de la cumbre, y el británico Rishi Sunak fue tan entusiasta que se volvió viral.
“Giorgia es fantástica”, dijo Sunak a los periodistas el viernes, destacando su cooperación en temas de migración y defensa.
Pero no hubo tal sintonía entre Meloni y el francés Emmanuel Macron, que tienen una relación tensa y tiene posiciones enfrentadas por el derecho al aborto.
Macron lamentó el estado del acceso al aborto en Italia, lo que llevó a Meloni a acusarlo de utilizar la cumbre del G7 para su campaña electoral antes de las legislativas anticipadas previstas en Francia en pocas semanas.
Abrazos al papa
Los italianos también estaban irritados porque Francia se apresuró a anunciar el acuerdo con Ucrania antes de que se sellara, dijeron fuentes diplomáticas.
Cuando Macron llegó a una cena formal el jueves por la noche, Meloni fue filmada lanzándole una mirada asesina.
Biden, de 81 años, no asistió a la cena y sus asesores explicaron que tiene una agenda apretada, aunque los medios italianos aseguran que el presidente demócrata estaba cansado.
La salud de Biden es un tema central en la campaña en las elecciones de noviembre, aunque su rival republicano, Donald Trump, cumplió 78 años este viernes.
Los medios filmaron a Biden alejándose de los otros dirigentes aparentemente desorientado en unas imágenes que dieron la vuelta al mundo.
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El papa también fue protagonista en la cumbre, a la que acudió a hablar de inteligencia artificial.
Llegó en helicóptero y le preguntó a Meloni cómo estaba. “Todavía viva”, bromeó. “Bueno, ya somos dos”, respondió el pontífice argentino de 87 años.
Más tarde incluso compartió con la primera ministra italiana su papamóvil donde viajaron juntos para hacerse una foto de grupo.
El presidente argentino Javier Milei, que había criticado muy duramente a Francisco, se acercó a su silla de ruedas para darle un gran abrazo, igual que hizo el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva.
Y Meloni también mostró de nuevo su buena sintonía con Milei, con el que tuvo una reunión bilateral. “Has hecho un viaje increíble para estar aquí”, le dijo en perfecto español al recibirle.
Fuente: AFP