“No se trata sólo de mí. Todos son héroes”, dice John Mines, tras cruzar el Canal de la Mancha en ferry, junto a otros 28 británicos del Desembarco de Normandía, para conmemorar el 80.º aniversario de esta operación militar clave. Hace ocho décadas, se preparaban para la mayor operación anfibia de todos los tiempos. El martes, desembarcaron sonrientes en un ferry para asistir a las ceremonias de su gesta del 6 de junio de 1944.
“No estoy especialmente orgulloso de lo que hice, pero si tuviera que volver a hacerlo, lo haría. Estoy feliz de nuestro sacrificio por que otros pudieran tener una buena vida”, declara a la AFP Mines, de 99 años. El hombre tenía 19 años cuando desembarcó en la primera oleada, entre los ingenieros encargados de limpiar de obstáculos Gold Beach, a orillas de la localidad normanda de Ver-sur-Mer.
La primera misión de John Mines fue... limpiar de minas una playa. “De hecho, me escogieron por mi apellido”. “Tuve mucha suerte. Un proyectil explotó a un metro de mí y si te alcanzaba una ametralladora, te partía en dos. Uno de mis compañeros murió inmediatamente tras poner un pie en la playa”, concluye el veterano.
A primera hora del martes, 20 veteranos de la Royal British Legion y nueve del Spirit of Normandy Trust, dos asociaciones de antiguos combatientes británicos, embarcaron en este ferry en el puerto británico de Portsmouth, rumbo al francés de Ouistreham. Al llegar a la cubierta de popa, bajo un cielo gris, una decena de gaiteros recibe a los veteranos, algunos de ellos centenarios, mientras la multitud de pasajeros les rinde homenaje.
Dos barcos contraincendios y las sirenas de los buques de guerra atracados en la base militar con su personal en posición de firmes acompañan la partida de los sobrevivientes del Desembarco, mientras un A400M de la fuerza aérea británica RAF surca el cielo. “Estamos aquí para permitir que los veteranos rindan homenaje a sus compañeros caídos en Normandía y garantizar que el legado de lo que hicieron no se olvide”, comenta Mark Waring, vicepresidente de Spirit of Normandy Trust.
Lea más: Premio Asturias para cinco científicos por medicamento antidiabetes
“Demasiado doloroso”
A mitad de la travesía de unos 180 kilómetros, dos veteranos lanzan una corona de flores al ritmo de la orquesta durante una ceremonia, que terminó con varios espectadores entre lágrimas. A varios metros de allí, Joyce Cooper, de 70 años, luce una gorra con el nombre de su padre bordado. “Mi padre Alan desembarcó en Lion-sur-Mer, en un carro Sherman anfibio. Tenía 20 años, pensaba que sólo le quedaba una hora de vida”, dice su hija, emocionada.
El comandante de su carro murió en sus brazos tras recibir un disparo en la cabeza durante la batalla de Normandía. “No quería ir, pero recibió una carta de movilización a la edad de 18 años”, explica Cooper con tristeza. “No habló de ello hasta sus 40 años. Era demasiado doloroso. Sufrió mucho”.
“Estoy muy orgullosa de él”, agrega la mujer entre los veteranos, que cada vez que cruzan el barco para comer o escuchar un concierto son aplaudidos. “Mi padre murió hace dos años (...) Estoy aquí para honrar su memoria”, asegura Joyce Cooper, quien tiene un mensaje para los jóvenes que aún tienen un padre: “Disfruten de ellos al máximo, ¡el tiempo es oro!”.
Lea también: Uruguay acercará a China en su presidencia del Mercosur
Fuente: AFP.
Dejanos tu comentario
La increíble historia de cómo mil niños fueron salvados del genocidio en Ruanda
En 1994, en pleno genocidio contra la minoría tutsi en Ruanda, mil niños huérfanos o separados de sus familias fueron salvados gracias a los “convoyes de la vida” de una oenegé suiza, una historia que sale a la luz 30 años después. La escritora francoruandesa Beata Umubyeyi Mairesse, que entonces tenía 15 años, hizo el viaje junto a su madre en un convoy el 18 de junio.
Casi todo el viaje lo hizo “echada en el fondo” del camión, lleno de niños, y “cubierta con telas” para esconderse porque las autoridades ruandesas solo habían autorizado el rescate de menores de 12 años. Beata cuenta esta historia poco conocida en su libro “El convoy”, publicado recientemente, una investigación de varios años que empezó con sus propios “recuerdos difuminados” y que es al mismo tiempo la reconstrucción de lo que vivieron y un homenaje a quienes les salvaron, arriesgando sus propias vidas.
El genocidio contra la minoría tutsi en Ruanda, orquestado por el régimen extremista hutu entonces en el poder, mató a casi un millón de personas entre abril y julio de 1994. Fue un proceso de exterminio sistemático, perpetrado por los militares y los milicianos del grupo paramilitar hutu Interahamwe. Entre junio y julio de 1994, mil niños se salvaron de una muerte segura gracias a los convoyes que puso en marcha la oenegé suiza Terre des Hommes (Tdh).
También gracias al compromiso de varios extranjeros y ruandeses (una pareja de cooperantes, un cónsul, periodistas, sacerdotes y monjas) que permitieron sacarlos al vecino Burundi. La AFP habló con varios de estos huérfanos, adoptados o acogidos en el extranjero, y que han reconstruido con valentía su historia.
Lea más: Alertan sobre contaminación de atún enlatado con mercurio
Camiones abarrotados
En las fotos que Beata ha podido consultar se ven las miradas asustadas o sorprendidas de los niños mirando al fotógrafo desde el interior de los camiones o a su llegada a Burundi. Algunos habían sido internados en orfanatos o centros de acogida antes de las masacres, o eran huérfanos tutsis cuyos padres acababan de ser asesinados.
Fueron sacados del país en autobuses o camiones abarrotados, muchos eran supervivientes de las masacres y llevaban vendas. La muerte los acechaba en cada retén de las carreteras controladas por los extremistas hutus. Uno de los testigos, Jean-Luc Imhof, un cooperante que trabaja desde hace 30 años para la oenegé suiza, ayudó a la autora en su investigación.
En 1993 y 1994 estuvo destinado en Ruanda y volvió al país en 1995. La organización de estos convoyes fue “caótica”, recuerda. En ese momento el genocidio llevaba semanas en marcha. A medida que avanzaban los rebeldes tutsis del Frente Patriótico Ruandés (FPR), que acabaría poniendo fin al genocidio, los militares y la milicia Interahamwe “enloquecieron” porque sentían la derrota inminente.
“Terre des Hommes se enfrenta a una situación increíble: la responsabilidad de esos más de mil niños identificados”, recuerda el cooperante. “Eran sobre todo niños pequeños, de entre cinco y diez años, y menores de tres años. Muchos resultaron heridos, en especial por golpes de machete”, dice.
Lea también: Colombia: adaptan moteles del amor para hospedar a delegados de la COP16
Barreras
La oenegé tomó la decisión, en acuerdo con otras entidades humanitarias internacionales, de organizar su salida. El primer convoy, organizado a inicios de junio con el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), logró llegar a Burundi. El del 18 de junio, que no se pudo hacer con el CICR, “fue aún más arriesgado”.
“El convoy avanza hacia incógnitas increíbles, hay barreras donde los militares obligan a salir a los niños, que arriesgan su vida cada vez”, relata Imhof. Recuerda las tragedias que presenciaron estos niños para sobrevivir y los “traumas que cargan”. Muchos de ellos “vieron masacrar a su familia”.
“Su vida cotidiana consistía en huir de la muerte varias veces por día”, cuenta. Treinta años después, Claire Umutoni, huérfana del genocidio tutsi junto a sus cuatro hermanas, narra esos momentos con una agudeza que estremece. “Recibimos una llamada telefónica hacia el 20 de abril de una persona cuya voz mi padre reconoció; sabía que era uno de los dignatarios de la ciudad de Butare (sur), que le dijo ‘tu hora ha llegado’”.
Los padres pidieron entonces a sus hijas salir inmediatamente de la casa. Claire, de 17 años, y sus hermanas se refugiaron en diferentes sitios de los que serían expulsadas. La joven se convierte de golpe en jefa de familia de sus cuatro hermanas tras la muerte, con una “crueldad inimaginable”, de su madre el 26 de abril y de su padre el 10 de mayo. Las hermanas se refugian en una escuela.
“Caían bombas cerca de la escuela donde estábamos con varios huérfanos; los niños habían sufrido todo tipo de heridas, en el cuerpo y emocionales, era terrible”, suspira Claire en Canadá, donde vive. El 3 de julio Claire sería llevada a Burundi en uno de los convoyes con varios huérfanos.
“Caos”
“Recuerdo que en la carretera había muchos genocidas huyendo con martillos y machetes (...) era un caos porque el FPR estaba a las puertas de Butare, pero aún había genocidas que querían matar a los tutsis”, cuenta. Recuerda también los controles de carretera a cargo de milicianos que llevaban “porras, grandes cuchillos de matadero, granadas” y su “sensación de miedo constante”.
Finalmente, Claire y sus hermanas son acogidas por unas tías. “Mi tía decidió enviarme a Canadá en 1999, a un país lejano, para empezar una nueva vida, para reconstruirme... y elegí no caer en la locura”, cuenta Claire, ahora funcionaria en la Oficina del Consejo Privado de Canadá y madre de tres hijos.
Regresó a Ruanda en 2008 para enterrar a sus padres, cuyos cuerpos finalmente fueron identificados. Para Beata, el año 2024 marca un “despertar”. “Los que eran pequeños entonces por fin están conociendo esta historia, y eso es poderoso”, dice. Tras la publicación de su libro fue contactada por varios de los niños salvados, ahora adultos. “Cuando alguien se pone en contacto conmigo, le explico que puedo enviarle fotos e intentamos averiguar en qué convoy estuvo, el libro tiene un impacto”.
“Gracias a ustedes”
Varios de los “niños de los convoyes” se reunieron por primera vez el pasado 30 de junio con cooperantes y periodistas que participaron en su exfiltración. El encuentro, al que asistió la AFP, tuvo lugar en el Memorial de la Shoah, en París. Cuando Nadine Umutoni Ndekezi -que ahora vive en Bélgica- toma la palabra, evocando sus recuerdos del convoy del 3 de julio que la exfiltró del orfanato en el que se había refugiado cuando sólo tenía nueve años, la emoción se apodera del auditorio.
Agradece “la valentía” de quienes participaron en los rescates. “Estamos aquí hoy también gracias a ustedes, porque no se dieron por vencidos”, dice esta mujer, ahora trabajadora social en salud mental y madre de un adolescente de 14 años. Agradece también a Beata, que le permitió “al fin” saber quiénes le ayudaron a escapar.
“Son nuestros héroes, hicieron un acto increíble”, abunda Claire Umutoni, en declaraciones a AFP. Al final de la entrevista, Claire resume los últimos 30 años. “Elegí vivir en nombre de nuestro pueblo, que fue asesinado cuando no era culpable. Para permanecer digna e íntegra frente a los genocidas”.
Fuente: AFP.
Dejanos tu comentario
Escuela de Danza del ISBA celebra 65 años con dos obras coreográficas
La Escuela de Danza del Instituto Superior de Bellas Artes (ISBA) conmemorará sus 65 años con una imponente puesta en escena, el miércoles 30 de octubre a las 19:30, en el teatro “Agustín Pío Barrios” del Centro Paraguayo Japonés (CPJ), ubicado en Julio Correa y Domingo Portillo, en Asunción, con la participación de todo el cuerpo de alumnos de la institución, bajo la Dirección del Centro Experimental para el Desarrollo de las Artes.
El espectáculo presentará las obras coreográficas “Ceremonia de Graduación” (danza clásica), un divertimento que narra los sucesos de una fiesta de graduación en una escuela de señoritas, donde desborda la alegría de danzar; y “Danzando entre los pentagramas de mi tierra” (danza contemporánea), que se trata de un cuadro coreográfico que celebra la identidad paraguaya y la rica herencia cultural musical de Paraguay a través de la danza contemporánea y la fusión vibrante de géneros como las avanzadas y las guaranias, una invitación a sumergirse en sus tradiciones musicales bajo la mirada innovadora de la danza contemporánea.
Lea más: Embajada coreana celebró a Han Kang y su literatura cruda, pero luminosa
En “Ceremonia de Graduación” se cuenta con la actuación especial de profesores de la carrera de Teatro del ISBA, Roxana Lescano y Evert Capdevila, y como invitados los cadetes de la Academia Nacional de Policía “General José Eduvigis Díaz”. La Escuela de Danza cuenta con la colaboración de la Asociación de Padres (Apadisba), cuyo objetivo es apoyar la organización y presentación de espectáculos que realizan los estudiantes de la Escuela de Danza como parte de su formación académica y artística.
La Escuela de Danza ISBA, coordinada por la licenciada Jacqueline Méndez Valiente, cuenta con 155 alumnos y esta puesta en escena presentará a 120 artistas. El Instituto Superior de Bellas Artes inició su labor el 26 de abril de 1957. A partir del año 2018, bajo la Ley n.º 6228/18, es reconocido como ente autárquico y autónomo circunscribiendo su acción al área de las ciencias de la educación artística, con planes y programas de estudio de alta exigencia, la investigación y la extensión académica, cuenta con las licenciaturas en Artes Visuales, Teatro, Diseño Gráfico, Música y Danza.
Lea también: Elencos juveniles compartirán en el primer festival de teatro del IMA
Dejanos tu comentario
Plan International celebrará 30 años en Paraguay con feria, exposiciones y espacios didácticos
Este mes de octubre Plan International Paraguay celebra tres décadas en que luchan a favor de los derechos de niños, niñas y adolescentes. Es así que, para conmemorar el aniversario, el 30 de octubre, tiene previsto un encuentro muy especial con espacios destinados a las familias.
El evento será a partir de las 10:00, en el Puerto de la ciudad de Asunción. Para la jornada tienen previsto una feria de emprendedores, exposiciones interactivas y espacios dedicados a la primera infancia, reflejando el enfoque integral y comunitario de la organización.
De esta forma buscan reafirmar su compromiso de seguir trabajando para la comunidad paraguaya, especialmente para este sector tan sensible como son los niños, niñas y adolescentes, con los ideales de que puedan vivir sin violencia y ejerciendo plenamente sus derechos.
Los organizadores hicieron extensiva la invitación para las familias y que puedan disfrutar de un momento muy especial, además, de que los chicos puedan aprender. “Vení a conmemorar el camino de oportunidades que hemos transitado juntos por una niñez y adolescencia feliz”, apuntaron.
Lea También: “Maracanazo”: Senad desmantela base narco con 31 toneladas de marihuana y 50 vehículos
Logros
En todo este tiempo Plan International logró un impacto positivo en la vida de más de 1,3 millones de personas, incluyendo niños, niñas, madres, adolescentes, padres y cuidadores en Paraguay. Trabaja en más de 600 comunidades de cinco departamento (Central, San Pedro, Guairá, Caaguazú y Paraguarí).
Desde 1994, implementó programas en áreas rurales para la protección infantil, prevención de la violencia y empoderamiento de la niñez. La organización ha beneficiado a más de 18.000 familias, priorizando la promoción de los derechos y la igualdad de género e impulsó el registro de nacimientos, promovió un mayor acceso a servicios de calidad para la niñez, fortaleciendo las bases para un futuro más seguro y equitativo para los niños.
Dejanos tu comentario
La Sociedad de Escritores del Paraguay (SEP) celebró 37 años: “Hay un boom literario”
Por Carlos Miguel Giménez, carlos.gimenez@nacionmedia.com.
La Sociedad de Escritores del Paraguay (SEP) celebró su 37 aniversario, el sábado 12 de octubre, en una etapa de proyección nacional e internacional de la literatura paraguaya, y en que también se inicia el diseño de un Plan Nacional de Lectura. El presidente del gremio, Marcos Ybáñez, señaló el valor de la unidad para vencer cualquier sombra que atente contra los derechos de los escritores paraguayos, así como resaltó las numerosas conquistas logradas, durante el acto que tuvo una importante concurrencia en el local de Punto Divertido.
En el encuentro conmemorativo, el presidente del PEN Club, Victor Jacinto Flecha, recordó al poeta Carlos Villagra Marsal (1932-2016), resaltando su coraje y su patriotismo, pues tuvo la grandeza de nuclear en el seno de la SEP a escritores que sufrieron el rigor del exilio en el extranjero. También se debatió sobre el Plan Nacional de Lectura, con exposiciones de Victoria Figueredo, de la Secretaría Nacional de Cultura (SNC), y el vicepresidente de la SEP, Marco Augusto Ferreira, quien representa de los escritores ante el Consejo Nacional de Lectura y Libro (Conalib), que se instaló y sesionó por primera vez en agosto último.
La velada incluyó el homenaje a Susy Delgado, quien leyó una poesía, y sumaron sus versos, Feliciano Acosta, Estela Kobs (vicepresidenta de Escritoras Paraguayas Asociadas-EPA), Maricruz Méndez Vall, Moncho Azuaga, Delfina Acosta, Mario Rubén Álvarez, Miguelángel Meza, Hugo Vigray, Raquel Rojas y Elvira Olmedo. Antonio Pecci leyó el fragmento de un libro sobre la guarania y Clyde Cowan ofreció “comidas de poemas”. Se destacó el apoyo de la Asociación de Escritores y Artistas de Paraguarí (ADEAP), y la impecable producción de Celeste Galeano, de Punto Divertido, para este festejo.
En esta etapa en que la literatura paraguaya sigue celebrando relevantes logos como el Premio Cervantes Chico Iberoamericano 2024 obtenido por Renée Ferrer, en julio pasado; o el ingreso del legado de Augusto Roa Bastos (1917-2005), ganador del Premio Cervantes 1989, a la Caja de las Letras del Instituto Cervantes (España), el pasado 1 de octubre; el diario La Nación/Nación Media conversó con Marcos Ybáñez, presidente de la Sociedad de Escritores del Paraguay (SEP) para ampliar sobre el pasado del gremio, su presente y su auspicioso futuro contribuyendo a difundir a los autores nacionales, la creación literaria y la lectura.
En la más oscura noche
- Qué antecedente tuvo la creación de la SEP y cómo fue el acto fundacional del 11 de octubre de 1987? ¿Quién fue el primer presidente?
- La Sociedad de Escritores del Paraguay (SEP) nace como un faro del pensamiento social, que marcó una época de lucha por la libertad y la democracia, en la más oscura noche del autoritarismo stronista, un 11 de octubre de 1987. Recoge en su seno a la intelectualidad más combativa de las letras, agrupando a una generación que comprendió que debía asumir el compromiso con su tiempo, aun a riesgo de perder la libertad o la propia vida, constituyéndose en un movimiento cultural de resistencia del arte, la palabra y la crítica ante el silencio impuesto, que rompió viejos paradigmas, en el marco del apogeo e influencia de la corriente literaria del realismo mágico latinoamericano.
Los escritores no permanecieron indiferentes a la realidad del pueblo paraguayo. Escribir sus penurias y realidades significó el mayor acto revolucionario, pues se castigaba con la cárcel y el exilio. Fueron perseguidos tenazmente por sus ideales, al punto que muchos terminaron presos, torturados y exiliados.
Alcibíades González Delvalle relata cómo se origina la creación de la SEP: “La idea fue del escritor Osvaldo González Real. La transmitió a Carlos Villagra Marsal. Se hizo la convocatoria y en una asamblea nació nuestra querida Sociedad de Escritores. El primer presidente fue Carlos Villagra Marsal”.
Victor Jacinto Flecha destaca el papel antidictatorial y de lucha por la libertad con el que nace la SEP. Carlos Villagra Marsal declaró “que todos los escritores que estábamos en el exilio seamos fundadores, porque sufrimos el destierro y no podíamos firmar el acta fundacional”.
Más de 80 nombres ilustres de la literatura paraguaya están ligados como fundadores de la SEP : Augusto Roa Bastos, Josefina Plá, José Luis Appleyard, Carlos Villagra Marsal, Susy Delgado, Osvaldo González Real, Helio Vera, Francisco Pérez Maricevich, Luis María Martínez, Delfina Acosta, Juan Bautista Rivarola Matto, Alcibíades González Delvalle, entre otros escritores.
- ¿Qué significa presidir la SEP?
- Este nuevo aniversario sirvió para hacer un ejercicio de memoria, desempolvar de la biblioteca mental el libro no escrito de nuestra historia, y rescatar la lucha por la libertad, asumiendo el compromiso (entre todos) de retomar la senda del compromiso social, marcada por nuestros fundadores. También bregar por la libertad, la vigencia de una democracia real y los derechos culturales. Estos compromisos no deben ser parte solo de la lucha de una generación de escritores, sino de todas las generaciones, porque hoy las dictaduras se perfeccionan disfrazándose de democracias de papel, donde es más importante la forma que el contenido, y el membrete que la realidad.
Soy un escritor de tierra adentro, de la ciudad de Mariscal Estigarribia, Chaco. Quiero hacer un puente entre el campo y la ciudad, incluyendo en la organización la diversidad de voces de la literatura, a los escritores del interior, así como a los escritores de los 19 pueblos indígenas. Hemos integrado a varios escritores de los pueblos indígenas, lo que constituye un avance en la interculturalidad, pero nuestra prioridad es que en la entidad se exprese la realidad bilingüe (guaraní – español), así como la multilingüe (las culturas y lenguas de todos los pueblos nativos, en este Decenio de las Lenguas Indígenas, declarado por las Naciones Unidas).
Desde la SEP estamos comprometidos en democratizar el acceso a los libros, la lectura, el ejercicio de pensar, crear y escribir, para que la literatura no siga siendo el derecho exclusivo de una élite, porque un pueblo que no lee es esclavo.
Lea más: La Libroferia Encarnación celebró el lanzamiento de 116 libros
- ¿Cuántos asociados actuales tiene el gremio; tiene sede propia; trabaja fuera de Asunción? ¿Cómo se conforma la comisión directiva actual?
- En la actualidad la SEP busca su proyección en los diferentes departamentos de nuestro país, abriendo sus puertas a todos los escritores.
Cuenta con más de 200 autores asociados en todo el país, 14 presidentes que transitaron su historia y lograron conectar a la SEP con sociedades del resto de Latinoamérica y con filiales del interior como las de Itapúa, Alto Paraná, Caaguazú. Pasó por incontables momentos en los que ha debido luchar por los derechos de los escritores, remuneraciones justas, cuestiones relativas a derechos intelectuales, la promoción de la lectura, el libro y la libertad de expresión.
Este es mi segundo periodo al frente de la SEP, al ser reelecto como presidente. Me acompaña en la vicepresidencia Marco Augusto Ferreira, un brillante escritor de la nueva generación. Figuran como integrantes de la Comisión Directiva: Edita Báez, secretaria general; Tahiana Larissa, secretaria de comunicación; Lilian Aliente, Hugo Vigray (tesorero), Maricruz Méndez Vall, Mabel Coronel Cuenca, Estela Báez.
Ante el crecimiento institucional estamos gestionando para contar con un local físico.
- ¿Cuál es la situación de la literatura paraguaya?
- Paraguay transita una etapa de proyección de su rica literatura bilingüe en el mundo, en el marco de un esfuerzo de la SEP por superar la mediterraneidad en las letras. Hay un boom literario, con un dinamismo en el lanzamiento de libros por semana. Si miramos la cantidad de producciones hay una explosión literaria en diversidad de géneros. El gran desafío está en crecer en calidad, de manera a conquistar el mercado internacional, por lo cual priorizamos la profesionalización de los escritores.
La industria del libro de nuestro país, los gremios de escritores como PEN (Poetas, Ensayistas y Narradores), SEP (Sociedad de Escritores del Paraguay), EPA (Escritoras Paraguayas Asociadas), ADEAP (Asociación de Escritores y Artistas de Paraguarí), Punto Divertido, las Academias de Lenguas, la Fundación Augusto Roa Bastos, las Mesas Técnicas del Libro, de la SNC (Secretaría Nacional de Cultura) y el MEC (Ministerio de Educación y Ciencias); todos estamos unidos e impulsamos una mayor presencia de la literatura en el mundo.
La época dorada de los grandes de la literatura paraguaya sigue marcando este tiempo. Destacamos el esfuerzo de la Fundación Augusto Roa Bastos por mantener viva la memoria y el legado de nuestro Premio Cervantes, que recientemente ingresó a la Caja de las Letras del Instituto Cervantes.
La conquista de Renée Ferrer del Premio Cervantes Chico es un nuevo hito en la historia literaria. Demuestra la calidad de la literatura infanto juvenil de Paraguay. Es una década marcada por el crecimiento de la literatura contemporánea, que tiene rostro de mujer, joven, indígena, escrita en idioma bilingüe y multilingüe.
- ¿Cuáles son los próximos proyectos de la asociación?
- Seguiremos profundizando en las transformaciones históricas que nuestra institución requiere para responder a las nuevas exigencias de estos tiempos virtuales. Vivimos una época de revolución tecnológica con la inteligencia artificial, IA. Las palabras y el arte seguirán siendo la mayor expresión humana, la vigía y brújula del mundo, y el libro el máximo invento, para mantener viva la memoria de los pueblos.
Vamos a aprovechar mejor las plataformas digitales para proyectar la literatura paraguaya al mundo, al igual que el libro físico. Hemos creado una página web con Punto Divertido que nos conecta al mundo con un clic, donde queremos hacer conocer toda la rica producción literaria de nuestro país: www.escritoresparaguayos.com.
Seguiremos bregando para que el escritor y su obra sean más reconocidos por la sociedad, la industria del libro, el sistema educativo, las políticas culturales. Velaremos por el respeto de sus derechos autorales. La SEP con el PEN Club acordaron la publicación de una antología que reúna obras paraguayas.
Lea también: Emiliano R. Fernández: el poeta popular reclama una película sobre su rica vida
Los presidentes de la SEP
- Carlos Villagra Marsal
- Reneé Ferrer
- Víctor Casartelli
- Luis María Martínez
- Luis Hernáez
- Fernando Pistilli (dos periodos)
- Luis María Martínez
- Lisandro Cardozo (dos periodos)
- Feliciano Acosta
- Maribel Barreto
- Bernardo Neri Farina
- Andrés Colmán (dos periodos)
- Victorio Suárez
- Marcos Ybáñez (dos periodos)