El beato Carlo Acutis, un adolescente italiano nacido en Gran Bretaña que dedicó su corta vida de 15 años a difundir la fe en línea y ayudar a los pobres, será proclamado santo, con fecha aún por determinar, después que el papa Francisco aprobara ayer jueves su segundo milagro atribuido a su intercesión, en una costarricense de 21 años, Valeria Valverde, que superó un accidente craneoencefálico.
Nacido el 3 de mayo de 1991 en Londres (Reino Unido), Acutis era un joven loco por Internet y por las computadoras, que amó profundamente la Eucaristía y que murió de leucemia a los 15 años, el 12 de octubre de 2006. Fue declarado Venerable en 2018 al considerar que salvó, en el 2013, a un niño brasileño con una anormalidad pancreática. Para la santidad era necesario que se le atribuyera un segundo milagro.
El 10 de octubre de 2020 fue beatificado en la ciudad italiana de Asís, casa de su ídolo San Francisco, quien dedicó su vida a los pobres. Acutis, apodado “el ciberapóstol de la Eucaristía”, “el apóstol de Internet” o “el influencer de Dios”, nació en Londres de padres italianos y se mudó con ellos a Milán cuando era niño. “Era considerado un genio de la informática... ¿Pero, qué hacía? No usaba estos medios para charlar, para divertirse”, dijo su madre Antonia Salzano en una entrevista con Vatican News.
En cambio, “su celo por el Señor” lo llevó a crear un sitio web sobre milagros, dijo. El millennial, cuyo cuerpo yace en Asís, vestido con un chándal y zapatillas de deporte, también advirtió a sus contemporáneos que Internet podría ser tanto una maldición como una bendición. El Papa Francisco se refirió a él advirtiendo a los jóvenes que las redes sociales podrían fomentar el odio.
“(Acutis) vio que muchos jóvenes, queriendo ser diferentes, terminan realmente siendo como todos los demás, corriendo tras lo que los poderosos les ponen por delante con los mecanismos del consumismo y la distracción”, dijo Francisco. “Por eso, dijo Carlo, ‘todo el mundo nace como original, pero muchos acaban muriendo como fotocopias’. ¡No dejes que eso te pase a ti!”.
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Amable con los pobres
Acutis fue religioso desde muy joven, a pesar de que su madre decía que su familia rara vez asistía a la iglesia. Cuando no escribía programas de ordenador o jugaba al fútbol, Acutis era conocido en su barrio por su amabilidad con quienes vivían en los márgenes de la sociedad.
“Con sus ahorros compró sacos de dormir para personas sin hogar y por la noche les llevaba bebidas calientes”, dijo su madre esta semana, según la Agencia Católica de Noticias. “Dijo que era mejor tener un par de zapatos menos si eso significaba poder hacer un buen trabajo más”, agregó.
También trabajó como voluntario en un comedor social en Milán. “Cuando murió, en el funeral, la iglesia estaba llena de gente pobre. Todos se preguntaban qué hacían allí. Bueno, Carlo solía ayudarlos en secreto”, dijo Nicola Gori, que representó el caso de beatificación de Acutis. Su cuerpo yace en el Santuario de Asís en una tumba de vidrio, donde puede ser venerado de forma permanente.
Con información de AFP.
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