Israel siguió bombardeando este jueves Gaza, incluso Rafah, pese a la amenaza de Estados Unidos de dejar de enviarle cierto tipo de armas si el gobierno de Benjamin Netanyahu ordena invadir esa ciudad del sur del territorio palestino en su guerra contra Hamás.
El destino de Rafah, en la frontera con Egipto, así como el de los rehenes capturados el 7 de octubre en Israel por comandos islamistas centran las negociaciones indirectas en El Cairo para alcanzar una tregua, tras siete meses de un conflicto que devastó la Franja de Gaza.
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Los representantes de Hamás e Israel partieron de El Cairo “tras una ronda de dos días de negociaciones”, pero los mediadores --Egipto, Catar y EEUU-- “continúan tratando de acercar los puntos de vista de ambas partes”, indicó Al Qahera News, un medio vinculado a la inteligencia egipcia.
Según la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA), unas 80.000 personas huyeron de Rafah desde el 6 de mayo, cuando Israel intimó a avacuar el este de la ciudad en la que estima que se pertrecharon los últimos batallones de Hamás.
Israel tomó el martes el control del lado palestino del cruce de Rafah, clave para la entrada de ayuda humanitaria, y amenaza con ampliar su ofensiva a toda la ciudad, donde según la ONU se hacinan 1,4 millones de palestinos, la mayoría desplazados por la guerra.
Un equipo de AFP oyó el jueves disparos de artillería en Rafah.
“Hay disparos de artillería israelíes ininterrumpidos e indiscriminados en el este y el centro de Rafah, que han dejado numerosos muertos y heridos”, indicó por su lado Ahmed Radwan, un responsable de la Defensa Civil en Gaza.
“Incluso las zonas presentadas como seguras por el ejército israelí son bombardeadas”, afirmó un residente de la ciudad, Mouhanad Ahmad Qishta.
El ejército israelí informó que bombardeó “posiciones de Hamás” en el centro de la Franja y que tres de sus soldados resultaron “levemente heridos” al estallar un artefacto explosivo camuflado en el sector este de Rafah.
Amenaza de Biden
El presidente estadounidense, Joe Biden, amenazó con suspender el envío de proyectiles de artillería y otras armas a Israel “si entran en Rafah”. “Han muerto civiles en Gaza como consecuencia de esas bombas” y eso “está mal”, dijo Biden en una entrevista con CNN.
Netanyahu afirmó por la noche que Israel estaba determinado a “permanecer solo”
Washington, principal aliado de Israel, ya suspendió un envío de bombas pesadas, indicó el miércoles un funcionario estadounidense de alto rango.
Netanyahu indicó el jueves que Israel estaba dispuesto a luchar por sus propios medios contra Hamás. “Si tenemos que quedarnos solos, nos quedaremos solos”, afirmó, sin referirse explícitamente a las declaraciones de Biden.
El último bastión de Hamás
Las operaciones militares israelíes en Rafah “tienen como objetivo obstruir los esfuerzos de los mediadores”, afirmó en un comunicado Ezzat al-Rishq, miembro del buró político de Hamás.
El ejército israelí asegura preparar una ofensiva “limitada” en Rafah que, según su inteligencia, alberga el último bastión de Hamás. Las tropas israelíes también cerraron durante tres días el paso fronterizo israelí de Kerem Shalom, cerca de Rafah.
Varios países lanzan desde febrero ayuda por paracaídas para tratar de aliviar la crisis humanitaria en Gaza. Pero las autoridades de Hamás volvieron a pedir el jueves el cese de estas operaciones, tras la muerte de dos personas aplastadas por un techo que se derrumbó por el peso de uno de esos envíos.
Un portacontenedores con ayuda zarpó de Chipre con destino a Gaza, informó el portavoz del gobierno de esta isla mediterránea. Los alimentos serán descargados sobre un muelle temporal construido por Estados Unidos.
Propuesta rechazada
Tras un canje en noviembre de 105 rehenes por 240 presos palestinos, las autoridades israelíes estiman que 128 personas permanecieron cautivas en Gaza, aunque 36 de ellas habrían muerto.
Hamás, considerado como una organización terrorista por Israel, Estados Unidos y la Unión Europea, dio el lunes luz verde a una propuesta de acuerdo presentada por los países mediadores.
Según Jalil al Hayya, un alto cargo del grupo islamista, la propuesta contemplaba tres fases de 42 días cada una e incluye una retirada israelí de Gaza y un canje de rehenes por presos palestinos con el objetivo de llegar a un “alto el fuego permanente”.
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Pero Israel consideró que estas condiciones están “lejos de sus exigencias” y reiteró su oposición a un alto el fuego definitivo hasta que Hamás no sea derrotado.
Fuente: AFP