Elon Musk, propietario de la plataforma X, escaló este lunes su diatriba contra un juez de la Corte Suprema de Brasil al que acusa de “censura” en la red social, al ridiculizarlo y retarlo a un debate público.
La polémica estalló el sábado, cuando Musk inició una serie de ataques contra el magistrado del Supremo Tribunal Federal (STF) Alexandre de Moraes, quien ha combatido con sus fallos la desinformación en internet.
Musk, también jefe de la firma de autos eléctricos Tesla y la aeroespacial SpaceX, dijo que Moraes “ha traicionado la Constitución” al coartar la libertad de expresión, y “debería dimitir o ser destituido”.
Además amenazó con desobedecer las órdenes judiciales de bloquear cuentas de usuarios en X, que el empresario compró en 2022.
En respuesta, Moraes dijo el domingo que impondrá multas de unos 20.000 dólares diarios por cada cuenta bloqueada que X reactive y ordenó la apertura de una investigación contra Musk, acusándolo de una “instrumentalización criminal” de la plataforma antiguamente conocida como Twitter.
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El magnate sudafricano, de 52 años, disparó el lunes de nuevo en X: “¿Qué dices @Alexandre? Debatamos esto abiertamente”.
En otro mensaje, bromea al colocarse como el psicoanalista de Moraes. “Dime, Alexandre, ¿está la desinformación en la habitación ahora con nosotros?”, escribió Musk, una referencia a un conocido meme.
El año pasado, el magnate retó a un combate dentro de una jaula al propietario de Facebook Mark Zuckerberg, uno de sus principales competidores.
Moraes, de 55 años, es parte de los 11 jueces del STF y preside además el Tribunal Supremo Electoral.
Ha ordenado bloquear cuentas en redes sociales, especialmente de simpatizantes del expresidente ultraderechista Jair Bolsonaro (2019-2022).
Políticos de derecha, incluidos diputados federales, publicaron un manifiesto en defensa de Musk y pidiendo la destitución de Moraes. La etiqueta “Impeachment” era tendencia en X en Brasil.
Pero otros salieron en su defensa.
El presidente del STF, Luis Roberto Barroso, advirtió en un comunicado que “todas las empresas que operan en Brasil” deben obedecer a sus autoridades.
El magistrado afirmó que Brasil atravesó “una lucha de vida o muerte por el estado democrático de derecho” durante y después de las elecciones presidenciales de 2022, que Bolsonaro perdió estrechamente frente al izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva.
Bolsonaro es investigado por presuntamente haber preparado un golpe de Estado para permanecer en el poder.
El presidente del Senado, Rodrigo Pacheco, rechazó de su lado la etiqueta de “censura”, e instó a los legisladores a regular las redes sociales para evitar que personas abusen de las plataformas para “manipular la desinformación, diseminar odio y violencia”, en comentarios publicados por el sitio G1.
Fuente: AFP