El bitcóin, que batió ayer martes su récord de cotización superando los 69.000 dólares, para luego caer 8 %, unos 7.000 dólares, es la más famosa de las criptomonedas, pero está rodeada de misterio y de controversia. Hacia las 20:55 GMT, la criptomoneda más importante por volumen existente (alrededor de 1,2 billones de dólares) cotizaba a 62.062 la unidad.
Más de quince años después de su invención, la autoría del bitcóin sigue generando polémica. Los principios de esta moneda virtual se desvelaron el 31 de octubre de 2008 en el “Libro blanco”, un documento de nueve páginas publicado bajo la firma de Satoshi Nakamoto.
En él se teoriza que “realizar pagos en línea directamente de un tercero a otro permitiría prescindir de una institución financiera”, y liberarse de los bancos centrales, tradicionalmente los únicos autorizados para crear dinero. A lo largo de los años salieron a la luz varias hipótesis sobre quién es Satoshi, pero el misterio perdura.
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Craig Wright, un informático australiano que afirma desde 2016 ser el creador del bitcóin, sigue en juicio en Londres para determinar si es o no el autor del libro. Desde su creación, el bitcóin suscita críticas, especialmente por ser la moneda elegida para pagar en la dark web sin dejar rastro.
Se la acusa regularmente de servir para blanquear dinero del crimen o para extorsionar. A esto se suma la reputación de volatilidad del sector de las criptomonedas, sacudido en los últimos años por la caída de varios empresarios destacados y quiebras de gran repercusión.
Changpeng Zhao, que dirigía la mayor plataforma de criptomonedas del mundo, Binance, dimitió y se declaró culpable de violar las leyes contra el blanqueo de capitales en Estados Unidos. Su mayor rival, FTX, quebró a finales de 2023, y su fundador, Sam Bankman-Fried, fue condenado por varios cargos, entre ellos fraude, conspiración y blanqueo de dinero.
Ganarse el respeto
Muchos inversores en bitcóin operan con fines especulativos, pero la criptomoneda recibió algunas muestras de respetabilidad en los últimos años, aunque a veces con un éxito limitado. A principios de enero, el regulador financiero estadounidense aprobó un nuevo tipo de inversión, indexada al bitcóin, que teóricamente permite a un público más amplio invertir indirectamente en la criptomoneda sin tener que poseerla.
Esta decisión contribuyó a la subida de los precios que llevó al nuevo máximo histórico el martes: 69.191 dólares por bitcóin. En septiembre de 2021, El Salvador se convirtió en el primer país del mundo en adoptarlo como una de sus monedas legales. Sin embargo, según una encuesta de la Universidad Centroamericana (UCA), el 88 % de los salvadoreños no la utilizó en sus transacciones en 2023.
Algunos comerciantes también anunciaron que lo aceptarían como método de pago, como el multimillonario Elon Musk. Sin embargo, el director de Tesla terminó dando marcha atrás, argumentado que la producción de bitcóin todavía era demasiado contaminante.
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Un funcionamiento particular
El bitcóin se basa en la tecnología blockchain, un registro virtual que permite almacenar e intercambiar información de manera segura, fiable e inalterable. Cada transacción se registra en tiempo real, en un registro infalsificable. El bitcóin se crea, o se “mina”, como recompensa cuando ordenadores potentes, y por tanto que consumen mucha energía, resuelven problemas complejos. Los “mineros” son quienes contribuyen a crear cadenas de bloques validando transacciones.
Para evitar una explosión descontrolada, Satoshi Nakamoto limitó a 21 millones el número máximo de unidades de bitcóin que pueden existir en el mundo. Se espera alcanzarlos hacia el año 2140. Y cada cuatro años, la recompensa de los “mineros” de bitcóin se divide a la mitad. Ese próximo “halving”, como se conoce en inglés, tendrá lugar en abril y ralentizará el ritmo de entrada de nuevos bitcóins en el mercado, reduciendo su disponibilidad potencial y aumentando su valor.
Fuente: AFP.